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| Esta es la puerta de la calle |
Para que los que nos lean nos entiendan, vamos primero a describir como es la sede de la policía del Municipio Guaicaipuro: Poliguaicaipuro, en los Altos Mirandinos. Esto es importante, porque se trata de poner los acentos en puntos que a los Venezolanos de a pie, -y últimamente hemos crecido mucho en números- nos afecta de manera diaria, por ejemplo el tema de la inseguridad y el funcionamiento del Estado, como parte de la gran crisis social que padece el país. Sobre todo cuando algunos burócratas subestiman el tema, lo que por demás nos sobresalta por las equivocadas decisiones de los organismos y funcionarios “competentes”.
Pero, veamos cómo opera la situación.
Cuando transitas por la Av. Bicentenario en cualquier de los sentidos te encuentras con la siguiente cuadro. Los privados de libertad se encuentran viendo por la puerta principal de la cárcel, con los brazos a través de las rejas, mirando a la calle, conversando entre ellos y piropeando a las transeúntes. Generalmente están apostados varios oficiales en la aceras a ambos lados de la puerta, y a escasos dos o tres metros colocan obstáculos para que los peatones al transitar, se vean obligados a bordear la acera, con el cuidado de no abrirse mucho porque esto, es sobre la calle. De igual forma al lado de cada objeto, puede haber un grupo de damas, familiares de los privados de libertad. Todo esto en un espacio no mayor a los doce metros y se repite todos los días, cuando este es el espacio del habitual tránsito de amas de casa, estudiantes, empleados, profesores, del Cultca, de empleados y trabajadores del Hospital Victorino Santaella. Se trata de una vía céntrica de personas que van o vienen del Metro, en el centro de Los Teques.
Es inaceptable el hacinamiento en el que se encuentran los detenidos en ese minúsculo lugar, cuando por denuncias de prensa ha llegado aglomerar hasta 120 detenidos, distribuidos en dos celdas, con inmediata puerta de salida. ¿Puede entender usted la situación el peligro que esto representa?
Lo ocurrido
El viernes 22 de julio, en horas de la mañana, se presentó un intento de fuga, con la respectiva situación de disparos, -en todos los sentidos- empujones y golpes. Un saldo de tres funcionarios heridos, y el traspaso de 60 de los detenidos del local de Poliguaicaipuro al de la funeraria al lado de este, con fuerte custodia policial, entre Polimiranda, Poliguaicaipuro y GNB, mientras revisaban –en la acera- las ropas de los detenidos presumiblemente en busca de armas.
Promesas, no olvidadas por la población
El nerviosismo y la incomodidad de los transeúntes era evidente. Pero una vez que se lograba entablar alguna conversación entre los apurados vecinos, surgía la pregunta sobre cuál sería el destino de los 171 millones de Bs que el pasado 15 de diciembre el alcalde Francisco Garcés anunció como aprobados por el Concejo Municipal y que se invertiría en una nueva y moderna sede, y hasta incorporando personal, que como se constata hacen falta, en los Teques y de los que no se sabe nada.
Se podrá enseriar el gobernador y el alcalde ante esta situación
En los Altos Mirandinos el peloteo de las autoridades, entre gobernación y alcaldías, raya en el absurdo antes y después de lo ocurrido y como el avestruz, corren y esconden sus cabezas cada vez que algo grave pasa, para evitar ser señalados como los directos responsables. Las exigencias de los habitantes de Los Teques, tiene como espejo la mirada en los resultados, y ante estos ambos se muestran incapaces, y pelotean las responsabilidades, antes de resolver cualquier problema. El padecimiento de los vecinos está centrado en el funcionamiento del Hospital Victorino Santaella, el Metro, el IVSS, de los organismos policiales y que los recursos no se pierdan en los brazos de la corrupción, además de las interminables colas, y el desabastecimiento de alimentos y medicinas, que se llevan los míseros salarios con que mal vivimos.
Esta es parte de nuestra tragedia, nuestro día a día. No es socialismo, es el capitalismo en su forma más salvaje.
Pero, veamos cómo opera la situación.
Cuando transitas por la Av. Bicentenario en cualquier de los sentidos te encuentras con la siguiente cuadro. Los privados de libertad se encuentran viendo por la puerta principal de la cárcel, con los brazos a través de las rejas, mirando a la calle, conversando entre ellos y piropeando a las transeúntes. Generalmente están apostados varios oficiales en la aceras a ambos lados de la puerta, y a escasos dos o tres metros colocan obstáculos para que los peatones al transitar, se vean obligados a bordear la acera, con el cuidado de no abrirse mucho porque esto, es sobre la calle. De igual forma al lado de cada objeto, puede haber un grupo de damas, familiares de los privados de libertad. Todo esto en un espacio no mayor a los doce metros y se repite todos los días, cuando este es el espacio del habitual tránsito de amas de casa, estudiantes, empleados, profesores, del Cultca, de empleados y trabajadores del Hospital Victorino Santaella. Se trata de una vía céntrica de personas que van o vienen del Metro, en el centro de Los Teques.
Es inaceptable el hacinamiento en el que se encuentran los detenidos en ese minúsculo lugar, cuando por denuncias de prensa ha llegado aglomerar hasta 120 detenidos, distribuidos en dos celdas, con inmediata puerta de salida. ¿Puede entender usted la situación el peligro que esto representa?
Lo ocurrido
El viernes 22 de julio, en horas de la mañana, se presentó un intento de fuga, con la respectiva situación de disparos, -en todos los sentidos- empujones y golpes. Un saldo de tres funcionarios heridos, y el traspaso de 60 de los detenidos del local de Poliguaicaipuro al de la funeraria al lado de este, con fuerte custodia policial, entre Polimiranda, Poliguaicaipuro y GNB, mientras revisaban –en la acera- las ropas de los detenidos presumiblemente en busca de armas.
Promesas, no olvidadas por la población
El nerviosismo y la incomodidad de los transeúntes era evidente. Pero una vez que se lograba entablar alguna conversación entre los apurados vecinos, surgía la pregunta sobre cuál sería el destino de los 171 millones de Bs que el pasado 15 de diciembre el alcalde Francisco Garcés anunció como aprobados por el Concejo Municipal y que se invertiría en una nueva y moderna sede, y hasta incorporando personal, que como se constata hacen falta, en los Teques y de los que no se sabe nada.
Se podrá enseriar el gobernador y el alcalde ante esta situación
En los Altos Mirandinos el peloteo de las autoridades, entre gobernación y alcaldías, raya en el absurdo antes y después de lo ocurrido y como el avestruz, corren y esconden sus cabezas cada vez que algo grave pasa, para evitar ser señalados como los directos responsables. Las exigencias de los habitantes de Los Teques, tiene como espejo la mirada en los resultados, y ante estos ambos se muestran incapaces, y pelotean las responsabilidades, antes de resolver cualquier problema. El padecimiento de los vecinos está centrado en el funcionamiento del Hospital Victorino Santaella, el Metro, el IVSS, de los organismos policiales y que los recursos no se pierdan en los brazos de la corrupción, además de las interminables colas, y el desabastecimiento de alimentos y medicinas, que se llevan los míseros salarios con que mal vivimos.
Esta es parte de nuestra tragedia, nuestro día a día. No es socialismo, es el capitalismo en su forma más salvaje.
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