Equipo de investigación especial*
febrero 4, 2016
La empresa venezolana ha dejado de satisfacer la demanda nacional de hemoderivados. Los principales dolientes: los miles de pacientes que dejaron de recibir tratamiento y los fundadores de esta empresa, que lograron posicionarla como líder en la región, y que ahora son despedidos y perseguidos por los entes gubernamentales.
Para entender la situación de paralización y crisis que atraviesa la empresa estatal Quimbiotec C.A., única en Venezuela y la más moderna de Latinoamérica, dedicada a la producción de hemoderivados, es necesario remontarse a los orígenes y fundamentos que dieron lugar a esta experiencia inédita en el campo de la farmacéutica nacional.
En 1977 se promulga la Ley de Transfusión y Bancos de Sangre y desde allí se prevé el establecimiento de plantas de fraccionamiento de plasma para la producción de hemoderivados que son utilizados para tratar pacientes crónicos, pacientes afectados por síndromes agudos, personas accidentadas y en medicina preventiva.
febrero 4, 2016
La empresa venezolana ha dejado de satisfacer la demanda nacional de hemoderivados. Los principales dolientes: los miles de pacientes que dejaron de recibir tratamiento y los fundadores de esta empresa, que lograron posicionarla como líder en la región, y que ahora son despedidos y perseguidos por los entes gubernamentales.
Para entender la situación de paralización y crisis que atraviesa la empresa estatal Quimbiotec C.A., única en Venezuela y la más moderna de Latinoamérica, dedicada a la producción de hemoderivados, es necesario remontarse a los orígenes y fundamentos que dieron lugar a esta experiencia inédita en el campo de la farmacéutica nacional.
En 1977 se promulga la Ley de Transfusión y Bancos de Sangre y desde allí se prevé el establecimiento de plantas de fraccionamiento de plasma para la producción de hemoderivados que son utilizados para tratar pacientes crónicos, pacientes afectados por síndromes agudos, personas accidentadas y en medicina preventiva.
En la década de los ochenta, siendo Miguel Layrisse –hematólogo– director del IVIC, Egidio Romano, también hematólogo, promueve la construcción de una planta bajo el asesoramiento de los investigadores del instituto. Durante la dirección de Boris Drujan, se procede a incorporar a ingenieros y gerentes al proyecto. Horacio Vanegas, en diciembre de 1988, funda Qumbiotec C.A., una vez logrado el financiamiento por parte de la Corporación Andina de Fomento y un conglomerado de bancos nacionales. Miguel Laufer, en 1993, concluye las obras civiles, erige la planta, recluta y entrena al personal y la pone en marcha. En mayo de 1998 Egidio Romano, entonces director del IVIC y presidente de la empresa, a una década del arranque del proyecto, inaugura la planta de producción, con un producto registrado y en producción: albúmina humana.