Por Evelyn Reed (1970)
En la actualidad, el movimiento de liberación de la mujer está a un
nivel ideológico superior al del movimiento feminista en el siglo
pasado. Casi todas las corrientes comparten el análisis marxista del
capitalismo y se adhieren a la clásica explicación de Engels sobre el
origen de la opresión de la mujer, basada en la familia, la propiedad
privada y el Estado.
Pero aún perduran notables equívocos e interpretaciones erróneas de
la posición marxista, que han conducido a algunas mujeres, que se
consideran radicales o socialistas, a desviaciones y a una
desorientación teórica. Influenciadas por el mito de que las mujeres han
estado siempre condicionadas por sus funciones reproductoras, tienden a
concluir que las raíces de la opresión femenina son, al menos en parte,
debidas a diferencias sexuales biológicas. En realidad, las causas son
exclusivamente históricas y sociales.