Por: Organizaciones sindicales y políticas
El gobierno, tal como era probable, término imponiendo la fraudulenta y antidemocrática Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de manera descarada y avasallante, literalmente a sangre y fuego, pasándole por encima a cualquier formalidad jurídica y política, con unos “resultados electorales” que confirman su desfachatez, su mentira y cinismo, burlándose una vez más de la inteligencia de nuestro pueblo. Maduro, continua allanando residencias sin orden judicial y enviando a todo el que protesta a tribunales militares. La GNB, el Sebin y la PNB toman las calles de Venezuela. Estamos en presencia de una suspensión no decretada de las garantías constitucionales. Configurándose un cuadro que apunta hacia un régimen dictatorial que utiliza métodos cada vez más represivos y busca aterrorizar al pueblo e inhibir la protesta.
Una vez instalada, la ANC destituyó a la fiscal Luisa Ortega Díaz y nombró a Tarek Williams Saab, quien jamás defendió los derechos del pueblo mientras estuvo en la Defensoría. Además de ser responsable del asesinato de trabajadores de la Mitsubishi cuando fue gobernador de Anzoátegui, y ligado a muchos casos de corrupción, que llevó a Chávez, quien lo había avalado anteriormente, a excluirlo luego como candidato de esa gobernación.