Un grupo de detenidos el 2 de Octubre de 1968.
19 de octubre de 2013
Marcos Roitman Rosenmann
La Marea
Un dos de octubre de 1968, a las 18.10 de la tarde, en medio de un mitin donde se concentraban 15.000 personas, la casi totalidad estudiantes y profesores universitarios se cometería uno de los crímenes de Estado mas profusamente elaborados del continente latinoamericano y los gobiernos de contrainsurgencia. La señal para comenzar la matanza, según los relatos, fue el lanzamiento de cuatro bengalas. El ejército apostado estratégicamente cubrió todos los flancos. Ametralladoras y armas de grueso calibre fueron las elegidas para acometer la maniobra. El secretario de Defensa, general Gracia Barragán, supervisó, conjuntamente con el Secretario de gobernación, Luis Echeverría las escaramuzas. Años más tarde Luis Echeverría justificaría su acción señalando que los servicios de inteligencia le habían puesto sobre la mesa documentos que señalaban a la Unión Soviética y agentes cubanos como los instigadores. Excusa desmentida por los propios acontecimientos.
19 de octubre de 2013
Marcos Roitman Rosenmann
La Marea
Un dos de octubre de 1968, a las 18.10 de la tarde, en medio de un mitin donde se concentraban 15.000 personas, la casi totalidad estudiantes y profesores universitarios se cometería uno de los crímenes de Estado mas profusamente elaborados del continente latinoamericano y los gobiernos de contrainsurgencia. La señal para comenzar la matanza, según los relatos, fue el lanzamiento de cuatro bengalas. El ejército apostado estratégicamente cubrió todos los flancos. Ametralladoras y armas de grueso calibre fueron las elegidas para acometer la maniobra. El secretario de Defensa, general Gracia Barragán, supervisó, conjuntamente con el Secretario de gobernación, Luis Echeverría las escaramuzas. Años más tarde Luis Echeverría justificaría su acción señalando que los servicios de inteligencia le habían puesto sobre la mesa documentos que señalaban a la Unión Soviética y agentes cubanos como los instigadores. Excusa desmentida por los propios acontecimientos.