Al menos 40 militares del Ejército, integrantes de la Región Estratégica
de Defensa Integral Guayana (REDI-Guayana), fueron desarmados, retenidos y
amarrados ayer por los indígenas pemones de la comunidad de Urimán, situada a
orillas del Caroní.
La acción es parte de una secuencia de actividades que
llevarán a cabo los aborígenes para poner fin a lo que ellos llaman el
sostenido “atropello de los militares”, que incluye la imposición de
restricciones de los vuelos a las distintas comunidades, cuyo acceso es
exclusivamente por aire y constituye su única fuente de ingreso de comida y
combustible.