pasaron del 30 de agosto al 22 de septiembre,
algo que solo corresponde a la observación que
representación en la contienda. Eso y denuncias
sobre la pésima condición con la que trabajan en
la industria petrolera son sostenidas por este líder
sindical.
El Universal
Yamileth Angarita
22.07.2016
“En la industria petrolera hoy no está garantizado ni el papel higiénico, ni el jabón, ni el agua fría” “Hoy, como en el pasado, PDVSA es una caja negra”
Caracas.- Como una maniobra del Gobierno para evitar la pérdida de las elecciones sindicales en la estatal de crudo Petróleos de Venezuela (PDVSA), aseguró José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas, Similares y Derivados de Venezuela (Futpv), es la postergación de los comicios para el próximo 22 de septiembre.
Explicó que las elecciones sindicales de la FUTPV, originalmente previstas para el 30 de agosto, son una decisión de Estado, pero el Gobierno intervino en ellas por conveniencia política.
“Las pospone el gobierno porque tiene una encuesta donde sale que Will Rangel no tiene ni el 6% (de la intención de voto) y la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-Cura) con José Bodas tenemos más del 77% de aceptación”, dijo este líder sindical en entrevista en Primera Página de Globovisión.
A sus contrincantes electorales, Will Rangel (actual presidente de la FUTPV) y Eudis Girot calificó que “son dos caras de la misma moneda”, asegurando que aunque el segundo ha tratado de marcar distancia del primero, ambos militan en el partido de gobierno y fueron aliados de Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA.
De hecho, sostuvo que Ramírez “gobernó (dirigió) 7 años (a PDVSA) con Will Rangel”.
La actual directiva de FUTPV tiene más de año y medio con el período vencido.
Por otro lado, Bodas aseguró que la estatal de crudo buscó que los 22 mil tercerizados no pudieran votar porque tiene como plan sacarlos de la convención colectiva, “y el primer paso es evitar que voten”, dijo.
Denunció que lo que busca PDVSA es “mano de obra barata”, y dio como ejemplo que “los trabajadores de los muelles expropiados del Zulia, como los muelles de diques y astilleros, y también revestimiento de tuberías, guaya fina y guaya gruesa en la industria petrolera no gozan de convención colectiva. Les dieron un carnet rojo que dice que son trabajadores de una filial no petrolera, como PDVSA Servicios, y en consecuencia no gozan de la convención colectiva”.
“Ni el papel de baño está asegurado”
Otras denuncias que ventiló José Bodas en el espacio televisivo son que por culpa de la gestión sindical de Will Rangel los últimos 4 contratos colectivos no están homologados; actualmente un jubilado de la industria petrolera gana 16 mil bolívares y un trabajador activo 20.280 bolívares, lo que semanalmente promedia 3.500 bolívares “que no alcanza ni para comprar un kilo de carne”.
Bodas también acusó que PDVSA tiene 10 años que no cancela “la tablita”, compensación salarial por antigüedad que era una evaluación que se hacía a los trabajadores petroleros de manera anual, y Rangel y Girot lo llevaron a cada tres años.
Aseguró además que la industria petrolera venezolana no les da a sus trabajadores los implementos de seguridad.
En la industria petrolera hoy no está garantizado ni el papel higiénico, ni el jabón, ni el agua fría”, concretó.
Aseguró que estas denuncias las han presentado desde hace 7 años ante el Ministerio del Trabajo recibiendo como respuesta que “cuando se trata de PDVSA ellos no pueden hacer nada. Que saben que las empresas chinas e iraníes (contratistas) violan los derechos de los trabajadores, pero si hacen algo son despedidos de ese despacho”.
“Hoy, como en el pasado, PDVSA es una caja negra”, fustigó el líder sindical.
El Universal
Yamileth Angarita
22.07.2016
“En la industria petrolera hoy no está garantizado ni el papel higiénico, ni el jabón, ni el agua fría” “Hoy, como en el pasado, PDVSA es una caja negra”
Caracas.- Como una maniobra del Gobierno para evitar la pérdida de las elecciones sindicales en la estatal de crudo Petróleos de Venezuela (PDVSA), aseguró José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas, Similares y Derivados de Venezuela (Futpv), es la postergación de los comicios para el próximo 22 de septiembre.
Explicó que las elecciones sindicales de la FUTPV, originalmente previstas para el 30 de agosto, son una decisión de Estado, pero el Gobierno intervino en ellas por conveniencia política.
“Las pospone el gobierno porque tiene una encuesta donde sale que Will Rangel no tiene ni el 6% (de la intención de voto) y la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-Cura) con José Bodas tenemos más del 77% de aceptación”, dijo este líder sindical en entrevista en Primera Página de Globovisión.
A sus contrincantes electorales, Will Rangel (actual presidente de la FUTPV) y Eudis Girot calificó que “son dos caras de la misma moneda”, asegurando que aunque el segundo ha tratado de marcar distancia del primero, ambos militan en el partido de gobierno y fueron aliados de Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA.
De hecho, sostuvo que Ramírez “gobernó (dirigió) 7 años (a PDVSA) con Will Rangel”.
La actual directiva de FUTPV tiene más de año y medio con el período vencido.
Por otro lado, Bodas aseguró que la estatal de crudo buscó que los 22 mil tercerizados no pudieran votar porque tiene como plan sacarlos de la convención colectiva, “y el primer paso es evitar que voten”, dijo.
Denunció que lo que busca PDVSA es “mano de obra barata”, y dio como ejemplo que “los trabajadores de los muelles expropiados del Zulia, como los muelles de diques y astilleros, y también revestimiento de tuberías, guaya fina y guaya gruesa en la industria petrolera no gozan de convención colectiva. Les dieron un carnet rojo que dice que son trabajadores de una filial no petrolera, como PDVSA Servicios, y en consecuencia no gozan de la convención colectiva”.
“Ni el papel de baño está asegurado”
Otras denuncias que ventiló José Bodas en el espacio televisivo son que por culpa de la gestión sindical de Will Rangel los últimos 4 contratos colectivos no están homologados; actualmente un jubilado de la industria petrolera gana 16 mil bolívares y un trabajador activo 20.280 bolívares, lo que semanalmente promedia 3.500 bolívares “que no alcanza ni para comprar un kilo de carne”.
Bodas también acusó que PDVSA tiene 10 años que no cancela “la tablita”, compensación salarial por antigüedad que era una evaluación que se hacía a los trabajadores petroleros de manera anual, y Rangel y Girot lo llevaron a cada tres años.
Aseguró además que la industria petrolera venezolana no les da a sus trabajadores los implementos de seguridad.
En la industria petrolera hoy no está garantizado ni el papel higiénico, ni el jabón, ni el agua fría”, concretó.
Aseguró que estas denuncias las han presentado desde hace 7 años ante el Ministerio del Trabajo recibiendo como respuesta que “cuando se trata de PDVSA ellos no pueden hacer nada. Que saben que las empresas chinas e iraníes (contratistas) violan los derechos de los trabajadores, pero si hacen algo son despedidos de ese despacho”.
“Hoy, como en el pasado, PDVSA es una caja negra”, fustigó el líder sindical.
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