Solidaridad con los controladores aéreos dominicanos

Por: José Bodas y Orlando Chirino

A nombre de la secretaría general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) y de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura), expresamos nuestro incondicional apoyo a la lucha de los 31 controladores aéreos dominicanos despedidos de manera ilegal y arbitraria por el gobierno de Danilo Medina. Las autoridades dominicanas demuestran su vocación antiobrera y antidemocrática al despedir a los controladores aéreos por haber denunciado irregularidades en el funcionamiento del Instituto Dominicano de Aviación Civil, y luego al negarse a acatar el fallo judicial que ordena la restitución a sus cargos. La detención de cuatro controladores aéreos el 29 de enero, luego de diez días de vigilia en la plazoleta Benito Juárez, frente al Palacio Nacional, es una nueva muestra de la criminalización del derecho a la protesta. Prácticas comunes a todos los gobiernos de la región que más allá de las diferencias discursivas se colocan al servicio de las transnacionales y los grandes empresarios y que para ello pretenden sofocar represivamente todo resquicio de lucha y resistencia contra sus políticas económicas y sociales. Entre ellos el gobierno venezolano, que dice ser socialista pero criminaliza las luchas de los trabajadores y encarcela a obreros como Rodney Álvarez, de Ferrominera del Orinoco; o Leinys Quijada, Rederick Leiva y Heberto Bastardo, de la siderúrgica estatal Sidor, apresados por participar en la huelga del año pasado. Y que ha despedido a sindicalistas combativos como Osmary Escalona por defender los derechos de los trabajadores de la salud.

Nos sumamos a las voces de quienes exigen el inmediato reenganche de los controladores aéreos despedidos y llamamos a la unidad de los trabajadores dominicanos contra la reforma laboral antiobrera que impulsa el gobierno.

¡Que viva la unidad de los que luchan en América Latina y el Caribe!

José Bodas, secretario general de la Futpv

Orlando Chirino, coordinador nacional de C-cura