En el regreso a su habitual espacio
radial de los lunes, Vladimir Acosta, profesor, historiador y referencia
inexcusable a la hora de tomarle el pulso al proceso bolivariano, le entró sin
rodeos a un tema tabú: ¿la revolución bolivariana se está moderando?. Aquí
parte de sus reflexiones y el audio completo del programa “Primera mano” en
Radio Nacional de Venezuela.
“Son muchas las
cosas que tienden a mostrar que desde hace unos meses para acá se está
produciendo una suerte de viraje de una izquierda que se califica a si misma de
radical hacia una izquierda que se desplaza un poco hacia el centro. Una suerte
de centroizquierda mas políticamente correcta, menos conflictiva. Esa es la
impresión que da”, afirmó Acosta.
Antes, aclaró que se trataba de “especulaciones”, ya
que es el debate sobre este punto hoy no se registra. Especialmente en el
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “El partido no existe, no tiene
opinión política de ninguna clase. Se limita a ejecutar lo que el presidente ha
decidido”, remarcó.
Sobre la segunda mitad de su programa de una hora, una
suerte de conferencia magistral semanal que es seguida con atención y replicada
luego de diversas formas por miles de hombres y mujeres comprometidos con el
proceso bolivariano, Acosta argumentó que “hay varios indicadores” de esa
posible tendencia hacia la centroizquierda, y ubicó el inicio de ese giro tras
las elecciones parlamentarias del año pasado: “al principio hubo triunfalismo.
Yo dije que esa victoria tenia un cierto sabor a derrota”, recordó.
“Pareciera Online Viagra que se entendió que la
cosa no eran tan exitosa como parecía, y que había una suerte de amenaza sobre
el futuro del proyecto porque la polarización no había funcionado como se
esperaba”, indicó Acosta.
“No importa que la oposición sea un desastre. La
oposición es una basura y Chávez es un líder que ha hecho miles de cosas por el
pueblo. Un gobierno como este debería tener el 90 por ciento de apoyo por todo
lo que hizo para el pueblo venezolano. Pero ha ido bajando y se ubica más o
menos en un cincuenta y cincuenta. La situación es bastante pareja y eso es
tremendamente preocupante”, prosiguió el profesor.
Acosta especuló que a partir de esa tendencia de
estancamiento y hasta disminución del apoyo popular al proceso bolivariano se
explicaría que “se venga intentando una política más moderada que perseguiría
tratar de recuperar a la clase media y hasta ganarse a sectores de la derecha
moderada. Una moderación hasta en el lenguaje. Cero radicalismo y ruptura con
las posiciones de izquierda que parezcan más radicales”.
En este línea, Acosta ubicó el “pacto con Colombia”,
en referencia a la nueva relación con el gobierno de Juan Manuel Santos y la
gestión común para el regreso de la Honduras gobernada por Porfirio Lobo a la
OEA, a cambio del retorno del destituído Manuel Zelaya a su país.
“La relación con Colombia no puede ser emotiva, que
pase de amores a odios que en el fondo ha sido muy beneficiosa para la
oligarquía colombiana”, advirtió Acosta.
El historiador alertó además sobre la posibilidad que
la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) resulte
“demasiado radical” lo que llevaría a dejarla de lado (sin abandonarla por
completo) para promover la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC), un organismo en construcción que -aclaró- es “absolutamente
extraordinario”.
Preguntas sin respuestas acabadas
“¿Qué habría detrás de todo esto? ¿Qué puede haber
aquí?” se preguntó Acosta sobre el final de su espacio semanal y arriesgó:
“¿temor a una agresión imperialista?”.
“Tenemos el ejemplo de Gaddafi. Hizo todo tipo de
concesiones Online Cialis buy y
ahí está Libia invadida y destrozada” alertó. “Ahí está la agresión a PDVSA.
Ahí están las amenazas denunciadas por Roy Chaderton de injerencia en el
próximo proceso electoral para apoyar a la oposición”, enumeró Acosta y
enseguida alertó: “el panorama no cambia, las concesiones al imperio son
inútiles”.
En el plano nacional, Acosta se preguntó si el
eventual giro a posiciones de centroizquierda buscaría “bajar la conflictividad
para que se puede ganar las elecciones”. Y se mostró escéptico: “Después de 10
años es algo tarde para que Chávez se convierta en Lula”.
“El enemigo imperial está detrás esperando su
oportunidad. El precio de una política como ésta puede ser muy alto”, remarcó
Acosta, y precisó que la historia indica que “las Buy Viagra revoluciones o se
profundizan o se pierden. La derecha y el imperio no perdonan”.
El caso Pérez Becerra y los medios
del Estado
“Estas entregas de revolucionarios son una mancha fea
que no significan el fin de este proceso ni nada parecido”, indicó Acosta en la
primera parte de su espacio radial, pero indicó que “el apoyo a este proceso no
puede ser ciego y servil. Debe ser pensante. De un pueblo que aprendió a
pensar. Tiene que ser crítico. Para apoyar y también para criticar con seriedad
y con argumentos aquellas cosas que no van en esa dirección”.
“Yo quisiera que los revolucionarios de este lado de
la trinchera pudiéramos discutir sin insultos y sin descalificaciones”, indicó
Acosta y consideró que “hubo excesos como la quema de muñecos y términos
exagerados e injustos contra el presidente Chávez” aunque aclaró que es “más
grave la arrogancia del gobierno, su sordera y la actitud de algunos
revolucionarios que al parecer no pueden asumir la defensa” de la entrega de
Pérez Becerra “sino con insultos para quienes la han criticado”.
“Usan el mismo lenguaje que la derecha”, alertó. Y
criticó “la actitud que se le impuso a nuestros medios de silenciar lo que
pasaba”. En esa línea calificó de “injusta a todas luces” la destitución de
Cristina Gonzalez al frente de La Radio del Sur y el despido posterior de parte
del equipo de trabajo de la emisora.
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