Nuestras palabras de solidaridad, por el fallecimiento “Cheo” Correa.

José "Cheo" Alberto Correa Perales.

 Deslinde2011

Con estas líneas queremos recordar a un compañero único: José Alberto Correa Perales, operador de Hidrocapital, conocido por sus compañeros de trabajo como: “Cheo”, y por las comunidades en las que prestaba sus servicios como: “El Alcalde”. Se trata de un ser especial, dadas las características que él imprimió a su vida, al excelente desempeño en su trabajo, y por la capacidad de servicio y humildad que entregó a sus relaciones personales, con amigos y familiares.

Nace el 1 de marzo del año 58, prácticamente un mes y unos días después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Fue el primero de diez hermanos, hijo de señora María de Correa y su padre, Víctor Manuel Correa Toro. Integrantes de una familia de gente trabajadora, que asienta su residencia en la subida del barrio El Cementerio, en Los Teques, estado Miranda.

Cheo a muy temprana edad, -siendo un niño de casi nueve años- producto de una situación en la que sus padres se quedan sin empleo y aun que buscaban trabajo, la reposición no se presenta de manera inmediata, él toma la decisión de ir a la calle, a encontrar la vida y ver la manera de ayudar al sustento de su familia. Los tiempos eran otros, estamos hablando del año 67, y las posibilidades de desvirtuar esta decisión, por su corta edad y los problemas con los que se podía encontrar en las calles, son factibles. Sin embargo, el apego a sus padres y hermanos, siendo un niño, la rectitud y claridad en sus objetivos, no permiten que Cheo, tome otra senda, que no sea la del trabajo y la actividad social, por esta situación familiar.

Ese arrojo por los suyos, lo irá desarrollando paso a paso, en cada una de sus actividades, definiendo una ubicación en sus oficios y a quien quería prestar sus apoyos. Estudió solo hasta el sexto grado y su definición como obrero, no fue un impedimento a la hora de aprender los rigores del trabajo.

Se desempeñó como operario en un matadero de pollos, como vigilante, bombero en una estación de servicio, luego en la Alcaldía del municipio Guaicaipuro, lugar del que al salir, es captado por el Instituto Nacional de Obras Sanitarios-INOS, desde 1992, pasando luego a Hidrocapital. Durante esos mismos años, curso 16 de los mismos en la dirección de la Junta de Vecinos de su comunidad.

Esta combinación le amplió la visión de los problemas de las comunidades y las posibilidades de respuestas que desde la alcaldía y la hidrológica, se presta a las mismas. En Hidrocapital, Cheo, es ubicado como operador a pie, en la atención al barrio La Matica, grande y populosa comunidad que sube a un lado de la Redoma del Indio, cerca del centro de Los Teques, y aunque atendía otras comunidades, ese era su original centro de operaciones.

José Alberto, conoció la extensión, complejidad, los movimientos de llaves y la relación que guarda el acueducto del barrio con el mismo acueducto de Los Teques, en la atención y satisfacción de las necesidades. Estamos hablando de comunidades que por el desarrollo del sistema de transporte Metro-LT, la progresiva extensión demográfica, la consecuente construcción de viviendas, y expansión geográfica de los barrios, están confrontado buenos problemas y demandando más agua. Cheo, es de los que percibieron los cambios que vivía la ciudad y entendió que la comprensión del acueducto es vital.

Esta intuición le permite, que sus compañeros de trabajo, describen en él a un ser integral, en sus funciones, y hace que la comunidad de la Matica exija de él respuestas que como él decía: uno está aquí, para resolver. Para él, no había problema grande. Cuando la hidrológica decide impulsar las Mesas Técnicas de Agua, para Cheo esto era pan comido. Era de los primeros estar en las asambleas, exigir el respeto de las maniobras acordadas y defender la integridad del acueducto.

Era un excelente trabajador, y un hombre entregado a su familia y conocedor de su responsabilidad con la comunidad. Últimamente estaba enfermo, con una hernia y dolores en las piernas. Ya se había acordado una operación para la próxima semana. Lamentablemente muere en circunstancias, que deben ser examinadas, por lo que hace a las señales de la seguridad en el trabajo.

En forma de rio humano, las comunidades de La Matica, 23 de Enero, Queniquea, y otras, sus compañeros de trabajo, gente de la alcaldía y las juntas vecinales, hicieron acto de presencia en su casa, al conocer su fallecimiento.

Desde este esfuerzo digital, nos despedimos de un personaje que por resolver tantos problemas era conocido en los barrios de Los Teques, como “El Alcalde Cheo”, y dirigimos a sus familiares y amigos, entre los que nos encontramos, nuestras palabras de solidaridad ante su desaparición física. Se nos fue, el gran Cheo.