Directiva del sindicato de Hidrobolívar denunciará extorsión y pago de vacunas en FiscalíaClavel A. Rangel Jiménez
14.01.2014
Correo del Caroní
La discusión del contrato colectivo de Hidrobolívar no avanza por la “situación de corrupción alta” que hay en la estatal. Esa es la tesis de la secretaria general del sindicato, Noris Cordero.
La fórmula es sencilla. “Si logramos discutir el contrato muchas cosas se van a acabar, muchas irregularidades porque habrá ciertas normas”, dice. Por esa razón asevera que a la directiva de la empresa no le interesa discutir el contrato, sino aparentar que lo negocia para cumplir con la ley.
Cordero basa su denuncia en los testimonios de los trabajadores con los que ha intercambiado en los últimos meses. A la par de una difícil y lenta discusión del contrato, las denuncias del personal sobre el cobro de vacunas para acceder al empleo han crecido.
Un gerente que pide regalos exóticos a los trabajadores como lapas, cachicamos y cochinos así como depósitos de efectivo para garantizarle la estabilidad laboral, o el uso de los trabajadores para laborar en obras o viviendas de los gerentes, son algunas, sólo algunas – señala - , de las denuncias que en los próximos días harán en la Fiscalía.
La situación, señala, es insostenible. “Es algo grave. Tenemos una empresa con una situación de corrupción muy alta y por eso el contrato no avanza. Necesitamos una intervención de alto nivel”.
“No hemos podido sensibilizar a la empresa en casi nada. No se presentan en la discusión (del contrato) porque dicen que no tienen nada listo después de un mes y no se presentan. Es una posición insensible e irresponsable”, agrega la secretaria general que lidera, junto a los trabajadores, el objetivo de discutir el primer contrato colectivo de la hidrológica en ocho años de fundada.
Cordero, junto a otros dirigentes, pidió a Hidrobolívar que se sincerice, “si no quieren discutirlo que se pronuncien y digan porque lo que hay ahora es una operación de hielo”.
De la convención colectiva se beneficiarían 1044 trabajadores, especialmente el personal de seguridad (300) que, en su mayoría, es contratado y víctima de extorsiones y pago de vacuna para obtener empleo.
La discusión del contrato colectivo de Hidrobolívar no avanza por la “situación de corrupción alta” que hay en la estatal. Esa es la tesis de la secretaria general del sindicato, Noris Cordero.
La fórmula es sencilla. “Si logramos discutir el contrato muchas cosas se van a acabar, muchas irregularidades porque habrá ciertas normas”, dice. Por esa razón asevera que a la directiva de la empresa no le interesa discutir el contrato, sino aparentar que lo negocia para cumplir con la ley.
Cordero basa su denuncia en los testimonios de los trabajadores con los que ha intercambiado en los últimos meses. A la par de una difícil y lenta discusión del contrato, las denuncias del personal sobre el cobro de vacunas para acceder al empleo han crecido.
Un gerente que pide regalos exóticos a los trabajadores como lapas, cachicamos y cochinos así como depósitos de efectivo para garantizarle la estabilidad laboral, o el uso de los trabajadores para laborar en obras o viviendas de los gerentes, son algunas, sólo algunas – señala - , de las denuncias que en los próximos días harán en la Fiscalía.
La situación, señala, es insostenible. “Es algo grave. Tenemos una empresa con una situación de corrupción muy alta y por eso el contrato no avanza. Necesitamos una intervención de alto nivel”.
“No hemos podido sensibilizar a la empresa en casi nada. No se presentan en la discusión (del contrato) porque dicen que no tienen nada listo después de un mes y no se presentan. Es una posición insensible e irresponsable”, agrega la secretaria general que lidera, junto a los trabajadores, el objetivo de discutir el primer contrato colectivo de la hidrológica en ocho años de fundada.
Cordero, junto a otros dirigentes, pidió a Hidrobolívar que se sincerice, “si no quieren discutirlo que se pronuncien y digan porque lo que hay ahora es una operación de hielo”.
De la convención colectiva se beneficiarían 1044 trabajadores, especialmente el personal de seguridad (300) que, en su mayoría, es contratado y víctima de extorsiones y pago de vacuna para obtener empleo.
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