La empresa
requiere los recursos, pues de lo contrario el panorama operativo puede
complicarse hasta llegar a un punto muerto. De eso no caben dudas, y es por
ello que la propuesta de solicitar un préstamo a Glencore por US$ 120
millones.
El
comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Alúmina (Sutralúmina)
planteó en asamblea las consecuencias de la firma del contrato con la
transnacional Glencore, que establece un préstamo de US$ 120 millones a
cambio de 1 millón 380 mil toneladas de alúmina.
El secretario general de Sutralúmina, José Luis Morocoima, criticó que los
directivos de la junta directiva hayan acudido a los trabajadores para
explicar el endeudamiento pero sin detallar cómo se amortizará la deuda
laboral, cuyo monto asciende a los Bs. 460 millones.
“¿Cómo es la democracia? ¿Es solamente colocar la firma para decir que los
trabajadores están de acuerdo? Y eso hay que aclararlo aquí también. Aquí
nadie aprobó nada”, advirtió Morocoima.
Los detalles del contrato se conocerán luego, cuando la Corporación
Venezolana de Guayana (CVG) y específicamente el ministro de Industrias
Básicas y Minería, José Khan, autoricen la transacción o -en su defecto- delegue
funciones para su aprobación.
En todo caso los recursos serán entregados en cuatro partes, dos fracciones
de US$ 40 millones y dos de US$ 20 millones. De acuerdo al planteamiento de
los trabajadores, recogido por el sindicato, unos US$ 60 millones deberían
ser utilizados para cancelar parte de los pasivos laborales.
Producir en desventaja
La argumentación sindical también fue expuesto en una comunicación enviada el
3 de agosto a la junta directiva, en la que alertan de los precedentes
dudosos en operaciones financieras de este tipo.
De los otros planes como el de optimización, “que el entonces ministro
Rodolfo Sanz se comprometió a conseguir y nunca lo hizo. Se aprobó un plan
trienal por parte del Ejecutivo y nunca supimos qué paso con los recursos que
se aprobaron”.
Recuerdan que se hizo un contrato de venta a futuro en la gestión del ex
presidente de Bauxilum, Jesús Calvo, “y hasta la fecha los trabajadores
desconocemos el destino de los fondos entregados por Glencore”.
Beneficios en descenso
La situación financiera agrava las condiciones salariales y sociales de los
trabajadores. Ayer se vencía el plazo para que la empresa cancelara a
las clínicas, de lo contrario, los trabajadores quedarían desprovistos de
este beneficio.
El trabajador José Carreño manifestó su inconformidad luego de la asamblea.
“No estamos conformes con toda la serie de cosas que están ocurriendo aquí.
Se tomó un grupo de trabajadores para -supuestamente- llevar una especie de
intermediación del trabajador en la planta. Vemos con tristeza que ellos se
han vendido al patrón. Hemos perdido una cantidad de beneficios. Nuestro HCM
ya prácticamente lo perdimos, inclusive el seguro de vehículos”.
Cree que “es posible que nos estén echando un cuentico para que nos volvamos
a endeudar para que perdamos todos nuestros beneficios de por sí, para que el
futuro de nuestros hijos se vea por el suelo y no tengamos empresa, ni nada
heredable para nuestros hijos”.
Inversiones en planta
CVG
Bauxilum envió una nota de prensa resaltando los logros productivos y las
inversiones en la extracción de mineral de bauxita en Los Pijiguaos.
En primer lugar resaltan la presentación de un plan de atención inmediata
ante la Junta Directiva por un monto de US$ 28 millones 859. Los recuerdos
contemplan la adquisición de repuestos, componentes mayores y consumibles
para recuperar inicialmente diez y, posteriormente ocho equipos, para los
años 2011 y 2012 respectivamente.
La gerencia informó que para el fortalecimiento y la adecuación operativa de
la flota de los equipos de extracción y acarreo de mineral de bauxita, se
estableció un acuerdo de cooperación con la empresa Venequip por un monto de
US$ 8 millones para la adquisición de maquinaria para el año 2012, entre
ellos un cargador frontal, equipo prioritario para la recuperación de la
producción.
En el Convenio Venezuela-Belarús se tramitó la adquisición de 16 maquinarias
destinadas a la operadora de bauxita, por un monto que alcanza los US$ 11
millones y cuya entrega está prevista para el segundo semestre de 2011.
De concretarse estos convenios esperan incrementar la producción hasta
alcanzar las 4 millones 500 toneladas de mineral para el año 2012 y
establecer las bases para alcanzar la capacidad instalada de la operadora.
El 26 de abril de 2011 el presidente José China señaló que las expectativas
de recuperación de la fábrica estaban cifradas en que se concretaran las
prometidas inversiones para el sector aluminio.
Superar la etapa crítica pasa por invertir US$ 125 millones en el 2011. Y
aunque la dirigencia sindical ha reconocido que hay una demora en el
desembolso y reclama al Mibam que concrete las inversiones, China señaló que
“no diría que la respuesta no ha sido oportuna sino que hay fases que hay que
cumplir de todo este plan que se está desarrollando para Guayana. Para el
2016 ya debería haber un aparato productivo a toda su capacidad instalada”.
José Gregorio Carreño: “No creo que nos beneficie ese contrato, porque
es posible que pase lo mismo como con aquellos quinientos y pico que contrató
la otra vez el ministro Sanz y no se le vio el queso a la tostada, todo eso
desapareció, se volvió sal y agua”.
Cristian Ruiz: “Los reales que iban a aprobar nada más son para la
planta. Ahora tenemos que aguantarnos, estamos de manos atadas. Nos deben el
seguro de vehículo, HCM, aporte de vivienda, es decir, no tenemos nada, el
sueldo y de broma”.
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