Las
últimas noticias indican que el régimen dictatorial de Kadafi tiene las horas
contadas. El pueblo rebelde libio ha entrado en Trípoli y domina la mayoría de
la capital libia.
Cae un
régimen dictatorial de más de 40 años, encabezado por el coronel Kadafi que
empezó en los 70 siendo un líder nacionalista-burgués y que se fue
transformando en los últimos años en agente de los intereses imperialistas, en
especial de los europeos. Luego de pactar con las multinacionales del petróleo.
De esa forma fue hambreando y reprimiendo a su pueblo que lo terminó
odiando y levantándose en armas.
La caída
de la dictadura de Kadafi es una victoria del pueblo libio, que viene
combatiendo desde febrero ante la salvaje represión del dictador. Es parte del
proceso revolucionario que iniciaron los pueblos de Túnez y Egipto derribando a
sus dictadores.
No se
trata de un triunfo de la OTAN como pretenden atribuirse Obama y el
imperialismo europeo. Con su intervención militar las tropas de la OTAN sólo
quisieron relativizar el triunfo genuino del pueblo libio que ya había tomado
la decisión de levantarse en armas hasta derrocar a la dictadura kadafista. No
se puede olvidar que representantes de los gobiernos de la OTAN y de Estados
Unidos fueron huéspedes de honor en Trípoli en varias oportunidades o tuvieron
reuniones de negocios con el dictador. Sarkozy, Zapatero, Berlusconi y hasta
Condoleza Rice se entrevistaron con Kadafi, a quien felicitaron por su
metamorfosis política.
Miente el imperialismo yanqui y europeo al afirmar que
fue la OTAN y la "democracia" occidental la que triunfó en Libia.
Ellos sólo quisieron impedir un triunfo de la milicia popular y siempre
buscaron una salida negociada que les permita defender sus negocios petroleros
y evitar que el ejemplo del pueblo armado libio se propagase a Siria, Yemen o
Barheim.
Los
socialistas revolucionarios no damos ningún apoyo político ni despertamos
ninguna expectativa en el gobierno del Consejo Nacional de Transición, que
encabeza, en la ciudad de Bengazi, Mustafa Abdul Jalil, un ex ministro de
Kadafi, acompañado por otros ex funcionarios del dictador y de fuerzas
políticas patronales, con posturas negociadoras con el imperialismo y las
multinacionales.
Por eso,
la UIT-CI considera que el sacrificio del pueblo combatiente libio no puede ser
ahora entregado al imperialismo. El pueblo rebelde libio siempre rechazó que
entraran al país fuerzas militares de la OTAN y cuestionaron a sus bombardeos.
La caída
total de la dictadura de Kadafi, festejada por centenares de miles, abrirá un
nuevo momento en la revolución libia en donde solo un gobierno de las milicias
populares, de la juventud y los trabajadores podrá garantizar un cambio de
fondo en Libia.
Lamentamos
que todavía el dictador Kadafi pueda recibir la solidaridad de gobiernos y
líderes políticos como Hugo Chávez, presidente de Venezuela, que dice ser
antiimperialista y socialista. El Presidente Chávez es perfectamente
conocedor que las multinacionales petroleras desde hace años controlan el
codiciado petróleo liviano de Libia con el aval del régimen dictatorial de
Kadafi. Es inaceptable que ahora quiera engañar a la población diciendo que se
trata de un triunfo de la OTAN y del imperialismo, cuando lo cierto es que se
trata de un espectacular triunfo democrático alcanzado por el pueblo libio.
La UIT-CI llama
a los pueblos del mundo a seguir solidarizándose con la lucha del pueblo
rebelde libio hasta la total caída del régimen de Kadafi. Cárcel, juico y
castigo para el asesino Kadafi y sus secuaces, fuera la intervención de
la OTAN en Libia, por el armamento popular en Libia y la no disolución de las
milicias populares.
Comité Ejecutivo Internacional de la UIT-CI
(Unidad Internacional de los Trabajadores)
25 de agosto de 2011
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