¡Solidaridad incondicional
con el pueblo nicaragüense!
Por UIT-CI
En toda Nicaragua se ha desatado una rebelión popular contra el régimen represivo de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, actual vicepresidente. El detonante ha sido el anuncio de una reforma previsional a tono con lo que reclama el FMI. Esta reforma establece una reducción del 5% de las pensiones y aumenta las contribuciones patronales y de los trabajadores, el cual es un claro ataque a la seguridad social del pueblo trabajador nicaragüense.
Miles salieron a las calles a protestar en todo el país. En Managua, León, Estelí, en la Costa Atlántica tomaron las calles trabajadores, pensionados y los estudiantes universitarios.
La respuesta del gobierno del “sandinista” Daniel Ortega fue lanzar una brutal y criminal represión contra los manifestantes. Utilizando el Ejercito y la policía que dispararon balas de plomo. Por ahora, se sabe que habría 30 personas muertas, 67 resultaron heridas, 43 desaparecieron y decenas de personas fueron detenidas por la policía durante los cuatro días de protestas. De acuerdo con un informe, habría más de 20 muertos en Managua y en dos municipios vecinos. Tres fallecieron en Masaya, dos en León, dos en Estelí y una en Sébaco. La televisión local reportó el deceso del periodista Ángel Eduardo Gahona cuando cubría las protestas en la ciudad de Bluefields, en la Costa Atlántica.
El sábado 21 Daniel Ortega habló en cadena rodeado de militares y miembros de su gabinete. Cínicamente dijo que en Nicaragua “había derecho a la protesta” pero si es “violenta no tiene perdón de Dios”. Dijo eso luego de mandar a los militares y a la policía a balear las manifestaciones. El único violento es su régimen dictatorial que hambrea al pueblo y gobierna pactando con el FMI y los empresarios.
Denunció, sin ofrecer nombres, que las protestas son alentadas por políticos críticos de su gobierno, quienes reciben financiamiento de “sectores extremistas” de Estados Unidos. Lo harían para “sembrar el terror, la inseguridad y destruir la imagen de Nicaragua tras 11 años de paz”. Con eso repite la misma mentira de los falsos gobiernos “progresistas” como el de Nicolás Maduro, de Venezuela, que viene denunciando una supuesta “guerra económica” y planes “golpistas” del imperialismo, mientras hambrea al pueblo y pacta con las multinacionales del petróleo.
El gobierno del sandinista Daniel Ortega también es un gobierno de doble discurso. Sigue usando la sigla del FSLN de la revolución antisomocista del 1979, que finalmente traicionó, pero para gobernar para los de arriba. En realidad se trata de una dictadura que se mantiene en el gobierno con elecciones fraudulentas. Daniel Ortega privilegia su relación con los empresarios del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y con la oligarquía financiera. Y aplica las mismas políticas de ajuste al pueblo que los gobiernos de derecha liberal pro yanqui como Macri de Argentina o Santos de Colombia.
Por eso el pueblo nicaragüense odia al gobierno del matrimonio Ortega. Salieron a las calles y derribaron los “arboles de la vida” (estructuras metálicas que costaron un platal) con que Rosario Murillo ha adornado a Managua y algunas otras partes del país. Es como cuando las masas derriban estatuas de dictadores.
Ahora, un asustado Ortega habla de “mesa de diálogo” pero con la patronal. La única salida es que siga la movilización popular hasta terminar con la reforma previsional y derrotar la represión y lograr la libertad de los detenidos. En el camino de la lucha de fondo de los trabajadores, los campesinos y la juventud de Nicaragua que es terminar con este gobierno patronal y represivo de Daniel Ortega e imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Un nuevo gobierno que rompa con el FMI, los empresarios y la oligarquía financiera y lance un plan económico de emergencia al servicio del los sectores populares.
Desde la UIT-CI llamamos a la solidaridad internacional de los pueblos del mundo para apoyar la lucha del pueblo nicaragüense y parar la represión criminal de Ortega. Llamamos a expresarse en ese sentido a las organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles. En especial a las organizaciones que se reclaman antiimperialistas y de izquierda.
En toda Nicaragua se ha desatado una rebelión popular contra el régimen represivo de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, actual vicepresidente. El detonante ha sido el anuncio de una reforma previsional a tono con lo que reclama el FMI. Esta reforma establece una reducción del 5% de las pensiones y aumenta las contribuciones patronales y de los trabajadores, el cual es un claro ataque a la seguridad social del pueblo trabajador nicaragüense.
Miles salieron a las calles a protestar en todo el país. En Managua, León, Estelí, en la Costa Atlántica tomaron las calles trabajadores, pensionados y los estudiantes universitarios.
La respuesta del gobierno del “sandinista” Daniel Ortega fue lanzar una brutal y criminal represión contra los manifestantes. Utilizando el Ejercito y la policía que dispararon balas de plomo. Por ahora, se sabe que habría 30 personas muertas, 67 resultaron heridas, 43 desaparecieron y decenas de personas fueron detenidas por la policía durante los cuatro días de protestas. De acuerdo con un informe, habría más de 20 muertos en Managua y en dos municipios vecinos. Tres fallecieron en Masaya, dos en León, dos en Estelí y una en Sébaco. La televisión local reportó el deceso del periodista Ángel Eduardo Gahona cuando cubría las protestas en la ciudad de Bluefields, en la Costa Atlántica.
El sábado 21 Daniel Ortega habló en cadena rodeado de militares y miembros de su gabinete. Cínicamente dijo que en Nicaragua “había derecho a la protesta” pero si es “violenta no tiene perdón de Dios”. Dijo eso luego de mandar a los militares y a la policía a balear las manifestaciones. El único violento es su régimen dictatorial que hambrea al pueblo y gobierna pactando con el FMI y los empresarios.
Denunció, sin ofrecer nombres, que las protestas son alentadas por políticos críticos de su gobierno, quienes reciben financiamiento de “sectores extremistas” de Estados Unidos. Lo harían para “sembrar el terror, la inseguridad y destruir la imagen de Nicaragua tras 11 años de paz”. Con eso repite la misma mentira de los falsos gobiernos “progresistas” como el de Nicolás Maduro, de Venezuela, que viene denunciando una supuesta “guerra económica” y planes “golpistas” del imperialismo, mientras hambrea al pueblo y pacta con las multinacionales del petróleo.
El gobierno del sandinista Daniel Ortega también es un gobierno de doble discurso. Sigue usando la sigla del FSLN de la revolución antisomocista del 1979, que finalmente traicionó, pero para gobernar para los de arriba. En realidad se trata de una dictadura que se mantiene en el gobierno con elecciones fraudulentas. Daniel Ortega privilegia su relación con los empresarios del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y con la oligarquía financiera. Y aplica las mismas políticas de ajuste al pueblo que los gobiernos de derecha liberal pro yanqui como Macri de Argentina o Santos de Colombia.
Por eso el pueblo nicaragüense odia al gobierno del matrimonio Ortega. Salieron a las calles y derribaron los “arboles de la vida” (estructuras metálicas que costaron un platal) con que Rosario Murillo ha adornado a Managua y algunas otras partes del país. Es como cuando las masas derriban estatuas de dictadores.
Ahora, un asustado Ortega habla de “mesa de diálogo” pero con la patronal. La única salida es que siga la movilización popular hasta terminar con la reforma previsional y derrotar la represión y lograr la libertad de los detenidos. En el camino de la lucha de fondo de los trabajadores, los campesinos y la juventud de Nicaragua que es terminar con este gobierno patronal y represivo de Daniel Ortega e imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Un nuevo gobierno que rompa con el FMI, los empresarios y la oligarquía financiera y lance un plan económico de emergencia al servicio del los sectores populares.
Desde la UIT-CI llamamos a la solidaridad internacional de los pueblos del mundo para apoyar la lucha del pueblo nicaragüense y parar la represión criminal de Ortega. Llamamos a expresarse en ese sentido a las organizaciones políticas, sindicales y estudiantiles. En especial a las organizaciones que se reclaman antiimperialistas y de izquierda.
¡Basta de represión criminal del gobierno de Ortega!
¡Abajo la reforma previsional! ¡Basta de ajustes contra el pueblo!
¡Apoyemos la lucha del pueblo nicaragüense!
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
22 de abril de 2018
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