Ciudadano:
Hugbel Roa
Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.
Las acciones que el 14 de noviembre realizadas por integrantes del Centro de Estudiantes de la UPTAMCA, apoyados por parte del estudiantado, dejan al desnudo la crisis que se ha instalado en nuestra casa de estudio, así como, la indolencia y la apatía con la que las autoridades han asumido el “liderazgo rectoral”.
Nos solidarizamos en todo su sentir con las acciones del estudiantado, ya que muchas de las denuncias y quejas evidenciadas, han sido alzadas por docentes, obreros y administrativos en diversas ocasiones, sin que por los caminos regulares las autoridades se dignen a dar respuestas, atender los llamados y ni siquiera usar los mecanismos acostumbrados por otras instancias del gobierno y convocar a “una mesa técnica”, para recoger los requerimientos. Simplemente aquí, no hay respuestas y el tiempo opera acumulando quejas y carencias en el día a día de la universidad.
El centro del problema es que se deslizó la tapa de un envase lleno de desechos podridos producto de la gestión de una gerencia ausente, desde el mismo día de su designación. Hoy nos encontramos con una universidad en el abandono. Las carencias se notan al ingresar al recinto. No hay limpieza, porque no hay materiales. Esa situación se refleja en los pasillos, áreas comunes, los salones y en los baños. Las unidades de transporte, están paradas. De 20 solo cuatro unidades están operativos. Por semanas y meses, escasea el agua en los filtros y vasos para su servido. Los salones, y las bibliotecas carecen de alumbrado. No existen scanner, impresoras, fotocopiadoras, papel, tóner ni marcadores, debiendo emplear pizarras vencidas sobre las que no se puede escribir, al servicio de la formación docente.
La delincuencia encuentra en la UPTAMCA, espacios libres para su accionar. En el estacionamiento, “desaparecieron” el alumbrado y los equipos de seguridad, por los que los vehículos de estudiantes y docentes, han sido presa del hampa. El hurto de cauchos, neveras, microondas, equipos de computación, papel y tóner, no cesan. Hasta mesones imposibles de mover por sus dimensiones han desaparecido, producto del hampa. Es imposible de entender como la universidad no solicita la presencia institucional de los cuerpos de seguridad del estado, si a escasos metros de la sede central: Alí Primera, están las dos comandancias de las policías regionales, que con seguridad podrían coordinar en la resolución de este problema.
El deterioro de la infraestructura, solo espera por un colapso. Es común el robo del motor de los ascensores. Las cañerías están en mal estado. Los estacionamientos carecen de asfaltado, cuando somos un país petrolero y el lema del gobierno, es “que ahora el petróleo es nuestro”. El descuido ciego. Un árbol viejo y de grandes proporciones, fue alertada su caída, sin lograr atención alguna. Afortunadamente esto no acarreo daño, pero es inevitable señalar que en el caso imperó la desidia como en la recuperación del cafetín de la sede central, quemado cuando intentaban robarlo en mayo de 2015
Al lado de estos problemas, existe una práctica en las autoridades que desbordan la convivencia y el sano ambiente universitario, cuando se trata de la injerencia de algunos de sus integrantes en la vida de los sindicatos, desvirtuando la autonomía e independencia de los gremios y violando la CRVB y la LOTT. ¿Cómo es que la encargada de la Subcomisión de Personal, sea integrante de la directiva de un sindicato, y que las autoridades hagan vida pública de él? Pero además amparada en su doble función, despida y acosa trabajadores, desconozca los derechos y la afiliación sindical de los trabajadores en su despacho. Bueno, ya hemos dicho, que esta situación goza del sostén de otros integrantes del equipo rectoral.
En SINPROCULTCA, somos defensores del rescate de la universidad y por estas razones compartimos y exigimos junto al estudiantado y al personal administrativo, la destitución plena de la directiva de la UPTAMCA y de la jefa de personal, en pro del rescate de la vida universitaria.
Sindicato de Profesores del CULTCA
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