Jhoalys Siverio El resto de los estudiantes recluidos en la cárcel El Dorado y los reos están expuestos a contraer paludismo
El cuadro de salud sigue siendo crítico para Alex González y José Saldivia, estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) Maracay, recluidos en la cárcel El Dorado con paludismo. Hasta ahora ninguno ha sido trasladado a un centro médico, ni está previsto, pese a las solicitudes de familiares y abogados del Foro Penal Venezolano (FPV).
González tendría ya casi cuatro semanas con los síntomas de paludismo, mientras que Saldivia lleva al menos ocho días, llegando incluso a convulsionar en dos oportunidades por la alta fiebre y falta de tratamiento.
A través de comunicaciones con el alcalde del municipio Sifontes, Carlos Chancellor, lograron conseguir el tratamiento en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de El Dorado; sin embargo, este fue dado directamente a una enfermera para ser enviado a la cárcel.
Abel Bandres, hermano de José Saldivia, se trasladó desde Maracay hasta el municipio Sifontes del estado Bolívar para conocer el estado de salud del joven y gestionar el envío del tratamiento para paludismo. Sin embargo, su ingreso al recinto penitenciario no le era permitido. En horas de la tarde, confirmó que su hermano recibió la primera dosis de tratamiento.
El panorama es mucho más grave, pues estos estudiantes no están aislados del resto de los reos y sus compañeros de la UPEL también privados de libertad, con lo cual estos se exponen a contraer la enfermedad. De hecho, trascendió que ya existiría en la cárcel El Dorado un brote de paludismo.
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