Por: Prensa C-cura
Los Guayos-Paraparal Edo. Carabobo
¡No a las suspensiones! ¡No a los despidos!
No al cierre ilegal de empresas! ¡Enfrentemos con la movilización
el pacto del Gobierno con los Empresarios ¡Que la crisis la paguen
quienes la generaron, no el pueblo trabajador!
No al cierre ilegal de empresas! ¡Enfrentemos con la movilización
el pacto del Gobierno con los Empresarios ¡Que la crisis la paguen
quienes la generaron, no el pueblo trabajador!
El sector industrial de Carabobo es un hervidero de conflictos laborales. Más de mil trabajadores están amenazados con despidos en la industria automotriz. Dentro de los automotrices y autopartistas están, entre otros, los casos de Suramericana de Soplados, Aerocav y filtros Wix, incluyendo los conflictos relacionados con violaciones de contrato colectivo y estabilidad laboral como en Ondaflex, Polar Envalic, Alimentos Polar, Venvidrios, Petrocasa, Dianca, Pdvsa, Bolipuertos, y paremos de contar.
Esto es sólo una muestra de un panorama de crisis general que, independientemente del ramo industrial viene socavando de manera alarmante la calidad de vida de la clase trabajadora en todo el país. Un ejemplo emblemático de ello es la lucha de los sidoristas por su contrato colectivo, enfrentando al gobierno, a los cuerpos de seguridad del Estado y a la burocracia sindical roja, rojita. Hoy, prácticamente no hay un sector que se salve de los ataques de la siniestra dupla “patrones-gobierno”.
Es importante que los trabajadores entendamos el origen de esta situación que se traduce en violación de nuestros derechos. Lo que estamos presenciando es producto de una grave crisis económica la cual pretende ser descargada sobre los hombros de la clase trabajadora. Para ello el gobierno del presidente Maduro en acuerdo con Fedecámaras y los empresarios “boliburgueses” agrupados en Empreven, liberan los precios de los artículos de primera necesidad, desconocen los contratos colectivos, autorizan la suspensión de trabajadores, criminalizan la protesta y flexibilizan la inamovilidad laboral para permitir el despido de trabajadores.
En el marco de ese acuerdo, las Inspectorías del Trabajo legitiman este ataque orquestado contra las conquistas laborales, dentro de lo cual, en Carabobo se destaca el papel pro-patronal del coordinador de la región central del Ministerio del Trabajo, que aprueba las suspensiones y despidos solicitados por los patronos; amenazas a los trabajadores en lucha, mientras que cuando un sindicato que se dirige a la Inspectoría a defender los derechos laborales, tiene que esperar horas para ser atendido o recibe respuestas como: “entiendan que la situación no está buena…”, palabras más, palabras menos.
De esta manera, se concreta el complot del gobierno y los explotadores para violar los contratos colectivos, o simplemente negarse a discutirlos, despedir trabajadores; la imposición de pliegos patronales, ya sean de contratos colectivos vía sindicatos fantasmas o solicitudes de despidos y suspensiones atendidas de manera servil por parte de las instancias del Ministerio del Trabajo. Tan profundo es el acuerdo entre el gobierno y los empresarios que hasta personajes como Chúo Torrealba, jefe de la MUD, que agrupa a los partidos aliados de los empresarios, y el viceministro del Trabajo, Elio Colmenares, agente del gobierno y del Psuv, coinciden en decir que no hay conflictos laborales en el país. Poniendo en evidencia que ambos están de espaldas a los trabajadores.
Así, como los burócratas del gobierno, los patronos y ciertos dirigentes sindicales se alían en contra de la clase trabajadora, los que día a día ponemos a andar la fábricas y con nuestro sudor sostenemos nuestras familias, sin importar el ramo en el que trabajemos, sin importar la ideología política, requerimos de una unidad férrea para movilizarnos y enfrentar en la calle este pacto del gobierno y los empresarios, para que se oiga bien fuerte que la crisis la paguen quienes la generaron, no el pueblo trabajador.
Nuestros salarios se han vuelto “sal y agua” por la brutal inflación, el desabastecimiento y la especulación, razón que nos obliga a reclamar un aumento general de salarios para todos y todas y que el salario mínimo se revise de manera periódica con la participación de los trabajadores, y aumentarse al nivel del costo la canasta básica, tal como está establecido en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Que se respete la inamovilidad, la cual no ha sido una dádiva o regalo del gobierno sino una conquista lograda con nuestra movilización. No a los despidos, no a las suspensiones. Que se respeten los contratos colectivos y la autonomía sindical. Y de igual manera es necesaria la coordinación de todas estas luchas, por ello nos unimos al llamado de un Primer Encuentro Sindical Combativo con el cual nos podamos dotar de un plan de lucha y movilización concreto, y que de manera firme y contundente le demos un parao a la arremetida que viene resistiendo nuestra clase trabajadora.
¡Reenganche ya a los despedidos!
¡Respeto a los contratos colectivos!
¡No a las suspensiones de trabajadores, ni a los cierres ilegales de empresas!
¡Solidaridad con los Trabajadores de Suramericana de Soplados!
¡Solidaridad con todas las luchas en defensa de los puestos de trabajo!
¡A unir todas las luchas!
¡La clase obrera unida jamás será vencida!
Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma
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