Por: El Socialista*
04/07/2014
Siempre combatimos las políticas de desviar la movilización popular vía “consultas”, o posturas reformistas como la de “investigar” la deuda, como ahora plantea PO, cuando la deuda ya fue investigada hasta por un juez, Ballesteros, diciendo que es ilegítima, fraudulenta, ilegal y por ende impagable. Lo que hace falta es impulsar la movilización para no pagar.Ante la política del gobierno nacional de “honrar la deuda”, -acompañado por la oposición patronal-, hace falta impulsar un frente para “no pagar”, que apunte a movilizar a miles y miles. Esa es la propuesta que llevamos desde Izquierda Socialista a la reunión de la mesa nacional del FIT el pasado miércoles 26. Campaña por el no pago que debería impulsar el FIT con todas sus fuerzas. Sin embargo, nos encontramos con la dificultad (ese fue nuestro planteo) de que, si bien el programa del Frente de Izquierda es claro pronunciándose por “el no pago de la deuda externa”, tanto PTS, en forma más consecuente, como el Partido Obrero, hacen centro en una “consulta popular” o “referendo”.
Si bien ambos partidos dicen que esta política es una “táctica” y una “mediación” para dialogar con sectores que “no ven” el no pago, la han convertido en su propuesta central. Lo cual consideramos muy equivocado.
PTS titula en las tapas de sus dos últimos periódicos “Que el pueblo decida” y “Consulta popular”, política que fue aprobada en su reciente congreso partidario junto a sus pre-candidatos presidenciales para competir en el FIT. Y PO lo plantea en la tapa de su anterior periódico y en su prensa, involucrando al FIT. “Desde el Frente de Izquierda planteamos que la decisión quede en manos de una consulta popular vinculante” (Prensa Obrera 1320, 26/06). O Altamira, que “pidió llamar a un referendo para que el pueblo decida qué hacer con la deuda” (Clarín, 27/6).
Esta política es profundamente equivocada por una razón central: desvía la pelea por impulsar una gran campaña de movilización por el no pago en el movimiento obrero, estudiantil y demás sectores obreros y populares. Llamando a luchar claramente por el no pago a los buitres, al Club de París y de toda la deuda. Planteando “Plata para salario, trabajo, salud, educación, no para la deuda”, consigna que viene siendo tomada en algunas luchas. Ligando el reclamo al nuevo paro que estamos exigiendo a la CGT Moyano y CTA Micheli.
PTS y PO, al poner el centro en una consulta, abandonan de hecho esa pelea estratégica. Tan es así que están proponiendo mociones en asambleas de trabajadores por la consulta o referendo, en la mayoría de los casos rechazadas. Y en proyectos y declaraciones parlamentarias a través de sus bancas.
Una consulta popular puede “caer bien” en algunos sectores, pero es una política sumamente riesgosa. Si bien una consulta popular es una cuestión táctica la cual se puede apoyar o impulsar si ayuda a la movilización popular, o es parte de un reclamo de un gran movimiento como ocurrió en Islandia donde la gran mayoría del pueblo la impulsó para imponer el “no pago” (lo que no ocurre hoy en nuestro país), lo que sí consideramos estratégico es hacer todos los esfuerzos desde la izquierda por movilizar a los trabajadores y al pueblo por el no pago. Por fuera de los mecanismos de la democracia burguesa manejados por el régimen y los gobiernos de turno, sin cifrar expectativas en ellos.
No compartimos que el FIT apele a esos mecanismos tramposos. Así pasó en Uruguay con la consulta sobre la impunidad, que se perdió años atrás, mediante maniobras en las preguntas. Teniendo que enfrentar, además, campañas millonarias con argumentos falsos. Si se diera ahora una consulta el gobierno plantearía “si no pagamos vamos a una crisis similar a la de 2001, no van a venir créditos, vamos a sufrir más despidos y suspensiones, nos van a embargar y aislar mundialmente”, etcétera. Campaña que vino calando en estos años, aunque cada vez menos. Como la de hacer creer que con haber pagado de contado al FMI nos íbamos a “desendeudar”.
La línea de apelar a consultas y referendos es de la centroizquierda argentina y mundial, que no tiene como eje la movilización obrera y popular sino “ampliar la democracia” burguesa. Lamentablemente hoy es la “izquierda radicalizada”, nuestros aliados del FIT, quienes retoman una propuesta dentro del régimen, tramposa y peligrosa. Cuando desde la izquierda sabemos que esas “consultas” representan una forma distorsionada de la “voluntad popular”.
Si PTS considera, como dice, que la deuda “es una enorme hipoteca”, ¿por qué insiste tanto en impulsar una “consulta”, encima vinculante, es decir, que debería acatar hasta el propio PTS en caso de resultar negativa?
Siempre combatimos las políticas de desviar la movilización popular vía “consultas”, o posturas reformistas como la de “investigar” la deuda, como ahora plantea PO, cuando la deuda ya fue investigada hasta por un juez, Ballesteros, diciendo que es ilegítima, fraudulenta, ilegal y por ende impagable. Lo que hace falta es impulsar la movilización para no pagar.
Ante una pregunta de La Verdad Obrera -prensa del PTS- a su diputado Nicolás del Caño, “¿La propuesta de consulta popular es la solución?”, éste responde: “La solución es, como siempre, la movilización de masas”. Coincidimos. ¿Entonces para qué una “consulta”? Más adelante Del Caño dice que una consulta “abriría una mayor conciencia nacional”. ¿Quién garantiza que sea así? Puede ocurrir o no. La izquierda no puede quedar como responsable de una política que genere un antecedente a usar por el gobierno para “honrar” aún más los pagos o para imponer otras políticas antiobreras, ahora sí, con “el apoyo del pueblo”, en caso de que gane la pulseada electoral en una consulta.
Además, es equivocada una consulta cuando la deuda ya fue pagada varias veces con planes de ajustes a lo largo de más de 30 años. Y más equivocado aún es poner bajo un mecanismo burgués la decisión sobre un hecho de entrega y corrupción que viene de la dictadura de Videla-Martínez de Hoz con 30.000 desaparecidos. Todo hecho originado en un genocidio, para los revolucionarios, son “nulos de nulidad absoluta”. Lo mismo para casos de impunidad. Así pasó cuando logramos la nulidad de la obediencia debida y punto final. Nunca se nos hubiera ocurrido proponer una consulta sobre la legitimidad o no de esas leyes aberrantes.
Conclusión: llamamos a que el FIT impulse y encabece una campaña nacional por el no pago. Apuntando a movilizar a amplios sectores. Llevando la campaña al movimiento obrero y popular.
*Periódico de Izquierda Socialista, Argentina
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