Revolucionaria y Autónoma
CCURA
La Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (CCURA), rechaza categóricamente el intento de desalojo de las oficinas de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) de las instalaciones del Incret, ubicadas en la Casa Sindical de El Paraíso. Sin duda este es un nuevo ataque del gobierno de Nicolás Maduro, y del nuevo ministro del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, Jesús Martínez contra la Unete, con el argumento de que “estas instalaciones están adscritas a un ente de dicho ministerio”.
Esta acción no es casual, y se produce con el trasfondo del impulso por parte de la Unete, junto a otras organizaciones sindicales como Ccura, Fadess, Asis y Mobase, la presentación ante la OIT de un documento común de denuncias de las violaciones a los derechos laborales en Venezuela, aprovechando la visita que a partir de este fin de semana realizará una delegación de dicha organización internacional del trabajo.
No nos cabe duda que esta es una nueva retaliación contra la Unete y sus sindicatos de base, los cuales vienen luchando por los derechos de sus trabajadores en numerosas empresas estatales que incumplen con dichos derechos, y jugando un rol cada vez más crítico y autónomo frente a las medidas antiobreras y antisindicales del gobierno.
Se enmarca dentro de una política destinada a someter a las organizaciones sindicales que han decidido construir un sindicalismo autónomo, unitario e independiente y ligado a las luchas de los trabajadores.
En distintos sectores de trabajadores es conocida la persecución que desde el gobierno se perpetra contra dirigentes de esta central. Orlando Chirino, dirigente de nuestra corriente, ha hecho pública su solidaridad con Marcela Máspero, principal dirigente de la Unete, cuando fue detenida por apoyar la lucha y exigencias de los trabajadores de las Petrocasas el pasado año.
La persecución del actual gobierno contra los trabajadores, se expresa en los casos de las empresas básicas y Pdvsa, tales como el juicio a Rubén González y el despido del directivo de la Futpv, Iván Freites. La reiterada persecución y detenciones a José Boda, también dirigente de la Futpv y de nuestra corriente sindical, así como los casos de los trabajadores de Transporte Camila y Ferrominera a los que este gobierno ha victimizado.
La acción de desalojo fue ejecutada por Reinaldo Morales, presidente del Incret, en su doble rol de representante de una institución del gobierno, y dirigente sindical del CNE y vicepresidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores. Esta vez, en sus funciones como patrón, dirigió amenazas a Servando Carbone, coordinador nacional de la Unete, quien se negó a recibir el oficio. En este accionar se pone en evidencia cómo un dirigente sindical ejerce simultáneamente funciones de gobierno, perdiendo toda autonomía, sometiéndose al patrón-Estado, mientras actúa en contra de una organización sindical, asimilando la conducta de loas viejas burocracias al interior de la CSBT.
En C-cura, impulsamos la necesidad de la democracia, autonomía e independencia de los sindicatos, como arma de los trabajadores en la lucha contra los patronos públicos y privados. Por eso levantamos nuestra enérgica voz de protesta ante las pretensiones de desalojo de la Unete por parte del actual gobierno, y defendemos el derecho de las organizaciones sindicales a presentar ante la comisión de la OIT, y hacer público ante los trabajadores del mundo, un informe sobre la real situación de los trabajadores en el país.
La Corriente Clasista Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (CCURA), rechaza categóricamente el intento de desalojo de las oficinas de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) de las instalaciones del Incret, ubicadas en la Casa Sindical de El Paraíso. Sin duda este es un nuevo ataque del gobierno de Nicolás Maduro, y del nuevo ministro del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, Jesús Martínez contra la Unete, con el argumento de que “estas instalaciones están adscritas a un ente de dicho ministerio”.
Esta acción no es casual, y se produce con el trasfondo del impulso por parte de la Unete, junto a otras organizaciones sindicales como Ccura, Fadess, Asis y Mobase, la presentación ante la OIT de un documento común de denuncias de las violaciones a los derechos laborales en Venezuela, aprovechando la visita que a partir de este fin de semana realizará una delegación de dicha organización internacional del trabajo.
No nos cabe duda que esta es una nueva retaliación contra la Unete y sus sindicatos de base, los cuales vienen luchando por los derechos de sus trabajadores en numerosas empresas estatales que incumplen con dichos derechos, y jugando un rol cada vez más crítico y autónomo frente a las medidas antiobreras y antisindicales del gobierno.
Se enmarca dentro de una política destinada a someter a las organizaciones sindicales que han decidido construir un sindicalismo autónomo, unitario e independiente y ligado a las luchas de los trabajadores.
En distintos sectores de trabajadores es conocida la persecución que desde el gobierno se perpetra contra dirigentes de esta central. Orlando Chirino, dirigente de nuestra corriente, ha hecho pública su solidaridad con Marcela Máspero, principal dirigente de la Unete, cuando fue detenida por apoyar la lucha y exigencias de los trabajadores de las Petrocasas el pasado año.
La persecución del actual gobierno contra los trabajadores, se expresa en los casos de las empresas básicas y Pdvsa, tales como el juicio a Rubén González y el despido del directivo de la Futpv, Iván Freites. La reiterada persecución y detenciones a José Boda, también dirigente de la Futpv y de nuestra corriente sindical, así como los casos de los trabajadores de Transporte Camila y Ferrominera a los que este gobierno ha victimizado.
La acción de desalojo fue ejecutada por Reinaldo Morales, presidente del Incret, en su doble rol de representante de una institución del gobierno, y dirigente sindical del CNE y vicepresidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores. Esta vez, en sus funciones como patrón, dirigió amenazas a Servando Carbone, coordinador nacional de la Unete, quien se negó a recibir el oficio. En este accionar se pone en evidencia cómo un dirigente sindical ejerce simultáneamente funciones de gobierno, perdiendo toda autonomía, sometiéndose al patrón-Estado, mientras actúa en contra de una organización sindical, asimilando la conducta de loas viejas burocracias al interior de la CSBT.
En C-cura, impulsamos la necesidad de la democracia, autonomía e independencia de los sindicatos, como arma de los trabajadores en la lucha contra los patronos públicos y privados. Por eso levantamos nuestra enérgica voz de protesta ante las pretensiones de desalojo de la Unete por parte del actual gobierno, y defendemos el derecho de las organizaciones sindicales a presentar ante la comisión de la OIT, y hacer público ante los trabajadores del mundo, un informe sobre la real situación de los trabajadores en el país.
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