La Marea.
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| Campo de refugiados sirios al norte de Irak. ACNUR / L.VEIDE |
03 Sep. 2013
El dato lo ha ofrecido hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha alertado de que la “hemorragia” de refugiados sirios, “que atraviesan la frontera con lo puesto como único equipaje”, no cesa de crecer. “Esta tendencia es del todo alarmante y representa un alza espectacular de más de 1,8 millones de personas e 12 meses. Hace un año, el número de sirios registrados como refugiados- o en espera de serlo- se elevaba a 230. 671 personas”.
De estos dos millones de refugiados, al menos la mitad son niños, pequeños que llegan a los campos de refugiados arrastrando el trauma de haber vivido a su corta edad el horror de los bombardeos. Muchos de estos niños huyeron con sus padres sólo con la ropa que llevaban puesta pues ni siquiera tuvieron tiempo de ir a recoger sus objetos personales.
“Otros refugiados que llegan a la frontera nos cuentan que han abandonado por el camino sus maletas para poder ayudar a sus hijos a cruzar las zonas inundadas. Muchos de ellos llegan descalzos, con sus ropas empapadas y cubiertas de barro y nieve” explica Adrian Edwards, portavoz de ACNUR para la emergencia en Siria.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados está enviando mantas, colchones y ropa de emergencia contra el frío, pero esta ayuda sigue siendo insuficiente, sobre todo porque ahora el flujo de refugiados se ha incrementado y también de cara al otoño, que podría agravar las precarias condiciones en las que viven estos refugiados.
Mantas, ropa térmica, tiendas de campaña
“Su vida ahora depende de que lleguemos a tiempo. Necesitan con urgencia mantas, ropa térmica, estufas y tiendas que les protejan del frío”, explica Edwards.
Antonio Gutérres, Alto Comisario de Naciones Unidas para los refugiados ha resaltado que la de Siria “se ha convertido en la gran tragedia de este siglo;una calamidad humana indigna que conlleva sufrimientos y desplazamientos de población sin precedentes en la historia reciente”
“El único consuelo es la humanidad, la fraternidad, de la que están dando prueba los países vecinos al acoger a tantos refugiados y salvarles así la vida”, ha asegurado Gutérres.
El 97% de los refugiados sirios han sido acogidos por países vecinos, una situación que, para ACNUR,”representa un peso demoledor para sus infraestructuras, economías y sociedades. Esos países necesitan urgentemente un apoyo masivo de la comunidad internacional para ayudarles a gestionar la crisis”.
A finales de agosto, según los datos de Naciones Unidas, 110.000 refugiados sirios habían hallado refugio en Egipto, 168.000 en Irak, 515.000 en Jordania, 716.000 en Líbano y 460.000 en Turquía.
Cada día, una media de 5.000 sirios huyen para salvar su vida a los países vecinos. “La necesidad de incrementar de forma significativa la asistencia que se les ofrece y la ayuda al desarrollo es crítica”, precisa el comunicado de ACNUR. La presión para los países de acogida es tal que altos representantes de Irak, Jordania, Líbano, Turquía, así como oficiales de ACNUR, se reunirán en Ginebra este miércoles para reclamar un mayor apoyo internacional.
La crisis de los refugiados no queda sólo en los dos millones de sirios que han salido del país. En el interior de Siria, hay otros cuatro millones y medio de personas desplazadas, que han tenido también que abandonar sus hogares, según estadísticas publicadas a mediados de agosto por Naciones Unidas.
“Otros refugiados que llegan a la frontera nos cuentan que han abandonado por el camino sus maletas para poder ayudar a sus hijos a cruzar las zonas inundadas. Muchos de ellos llegan descalzos, con sus ropas empapadas y cubiertas de barro y nieve” explica Adrian Edwards, portavoz de ACNUR para la emergencia en Siria.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados está enviando mantas, colchones y ropa de emergencia contra el frío, pero esta ayuda sigue siendo insuficiente, sobre todo porque ahora el flujo de refugiados se ha incrementado y también de cara al otoño, que podría agravar las precarias condiciones en las que viven estos refugiados.
Mantas, ropa térmica, tiendas de campaña
“Su vida ahora depende de que lleguemos a tiempo. Necesitan con urgencia mantas, ropa térmica, estufas y tiendas que les protejan del frío”, explica Edwards.
Antonio Gutérres, Alto Comisario de Naciones Unidas para los refugiados ha resaltado que la de Siria “se ha convertido en la gran tragedia de este siglo;una calamidad humana indigna que conlleva sufrimientos y desplazamientos de población sin precedentes en la historia reciente”
“El único consuelo es la humanidad, la fraternidad, de la que están dando prueba los países vecinos al acoger a tantos refugiados y salvarles así la vida”, ha asegurado Gutérres.
El 97% de los refugiados sirios han sido acogidos por países vecinos, una situación que, para ACNUR,”representa un peso demoledor para sus infraestructuras, economías y sociedades. Esos países necesitan urgentemente un apoyo masivo de la comunidad internacional para ayudarles a gestionar la crisis”.
A finales de agosto, según los datos de Naciones Unidas, 110.000 refugiados sirios habían hallado refugio en Egipto, 168.000 en Irak, 515.000 en Jordania, 716.000 en Líbano y 460.000 en Turquía.
Cada día, una media de 5.000 sirios huyen para salvar su vida a los países vecinos. “La necesidad de incrementar de forma significativa la asistencia que se les ofrece y la ayuda al desarrollo es crítica”, precisa el comunicado de ACNUR. La presión para los países de acogida es tal que altos representantes de Irak, Jordania, Líbano, Turquía, así como oficiales de ACNUR, se reunirán en Ginebra este miércoles para reclamar un mayor apoyo internacional.
La crisis de los refugiados no queda sólo en los dos millones de sirios que han salido del país. En el interior de Siria, hay otros cuatro millones y medio de personas desplazadas, que han tenido también que abandonar sus hogares, según estadísticas publicadas a mediados de agosto por Naciones Unidas.
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