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lunes, 1 de julio de 2013

ÚNETE: responde a las mentiras y calumnias de los verdaderos enemigos de la clase obrera.

UNETE. 

Los dirigentes de ÚNETE- CTR , todos sus coordinadores de bases presentes en todos los estados del país, por medio de este comunicado deseamos responder con indignación pero con serena firmeza las vergonzosas, falaces y tendenciosas voces que dentro del seno de los factores que integran ÚNETE pretenden descalificar calumniando y alterando la verdad la posición inclaudicable, revolucionaria y clasista que la corriente que representamos mantiene en su lucha constante por la defensa de los derechos que le corresponden a la clase obrera venezolana que como nunca, vaya paradoja, viene siendo víctima de un gobierno que en nombre del socialismo y la revolución ha degenerado en una vil persecución burocrática con un comportamiento que solo hace recordar las peores épocas de hostilidad , persecución , represión y muerte de los pasados gobiernos bipartidistas y aun yendo más atrás reeditan la situación al primer siglo de la revolución industrial donde durante un período de 100 años la sola intención de convocar a los trabajadores a organizarse en sindicatos y las exigencias por unas mejores condiciones de trabajo eran calificadas y generalizadas como un crimen. 


Pedro Eusse uno de los rabiosos representantes del sector burocratizado del PCV que injustificadamente arremete contra nuestra corriente CTR, quien ilegítimamente se ha auto-nombrado dirigente sindical y que además con la práctica política que ha desarrollado en contra de la clase trabajadora, mancilla la doctrina comunista de la que dice ser su defensor.

Este personaje degradado por sus malas intenciones de desear que nuestra lucha clasista se desnaturalice, sus declaraciones nos terminan de indicar que el gobierno y voceros como él están realizan todos los esfuerzos por desmontar y destruir organizaciones como las nuestra, nos temen por nuestra autenticidad y el vigor y respaldo de la masa trabajadora de la que ellos carecen por completo, pues su objetivo es que nos disolvamos en el partido–estado como en la extinta unión soviética, apoyando su proyecto de convertir a las organizaciones sindicales en apéndices de una farsa, terminando por borrarlas del mapa de Venezuela. Par fortuna nuestra tenemos bien claro que no hay nada peor que la sumisión de la clase trabajadora, la lucha, la pelea por sus legítimos derechos son los que hacen la diferencia y lo que genera confianza.

Los oprimidos, se han convertido en una colección de individuos para algunos partidos que se hacen llamar revolucionarios, su táctica ha sido robárles su identidad verdadera, su génesis, al negarles el derecho de alcanzar el poder para el bienestar de toda la clase, con el ardid de que si no somos sumisos en pensamientos palabras y obras, seremos etiquetados como contrarevolucionarios, de este modo tratan de impedir, entorpecer y desparecer a cualquier costo las organizaciones clasistas como lo es el caso de la ÚNETE- CTR que hemos osado contradecirlos.

Los dirigentes de ÚNETE- CTR tenemos clara la tarea, no hemos perdido la brújula entre curules o posiciones políticas, no hemos colocado por encima de otros intereses los de la clase trabajadora. Otra de los asuntos que también tenemos clarito, es que un partido revolucionario debe ser la plataforma de los oprimidos, y una organización que se llame revolucionaria debe estar capacitada para responder ante toda manifestación de opresión, no importa de donde venga o a quien afecte, porque la revoluciones verdaderas, en sí mismo son productos de las luchas obreras, cosa esta, que desdice mucho de la posición política que vienen jugando algunos líderes de esta mal llamada revolución.

Los que hoy nos persiguen, acosan y nos tildan de contrarrevolucionarios, les respondemos que quienes no son revolucionarios y mucho menos obreristas son ellos mismos, ya que se desmancharon hace tiempo, porque sus interés no están en la lucha del proletariado, tienen un parecido innegable con gobernantes de la cuarta.

A los enemigos de la clase los instamos a que busquen dentro de ellos mismos, es allí donde están los contrarrevolucionarios y no en la ÚNETE- CTR, como nos vienen acusando para doblegarnos o silenciarnos, y desistamos en abogar por la unidad, la solidaridad, y cualquier tácticas que adelanten estos principios. A nuestros adversarios les decimos que se equivocan, ni el chantaje, ni la calumnia, ni la mentira nos hará claudicar de estar codo a codo con los trabajadores, con sus necesidades cotidianas, con sus tensiones, temores y angustias ante una realidad política, social y económica insoportable generada por una clase política depredadora e insensible que quiere llevar sus controles también a los espacios que le corresponden a los trabajadores.

El temor al poder colectivo, a la unidad de la clase trabajadora, los hace dar declaraciones desfasadas, fueras de lugar, e incluso a contradecirse con lo que predican, pero esto de ningún modo impedirá que sigamos creyendo en la UNIDA DE ACCION, que sigamos impulsándola. Creemos en la unidad de clase, porque reconocemos que la clase trabajadora es desigual y está dividida, que este mismo gobierno al que apoyamos hasta el cansancio, colaboro en gran manera en profundizar aún más esta división, cuando de sus entrañas y mentes divisivas crearon a la Central Socialista de Trabajadores, con el único afán de derrota, a los que verdaderamente somos revolucionarios, que no es otra que “la clase trabajadora de este país”, que día a día tenemos que recurrir a los rezos y a maromas para subsistir ante las diferencias salariales que existen entre privilegiados y un trabajador común.

Los enemigos de la UNIDAD DE ACCION, atacan ferozmente la unidad de las bases, porque que cuando los trabajadores y sus organizaciones no están unidos, estos son atomizados, quedando expuestos y propensos a aceptar las ideas y dogmas de poder dominante, aunque que termine perjudicando sus propios intereses. Es por ello que les atormenta de sobremanera que la “clase en sí” pase a ser a una “clase para sí”, consciente de su posición y de situación que le compete este momento histórico, que deje de ser utilizados por el sistema burócrata y reformista dictado desde las alturas del poder del estado.

Por lo tanto, sin la UNIDAD de la clase trabajadora nuestra perspectiva sería bastante sombría, solo en unidad lograremos convenciones colectivas dignas, el cese de la tercerización, reenganche de los despedidos, aumentos salariales coherentes con el costo de la vida, respeto a la clase trabajadora, verdadera autonomía, cese de la violación de derechos laborales, cese al sicariato y leyes ajustadas a los derechos laborales entre muchos otros males. Ante estas situaciones ya inocultable, nuestro puesto será en el lado contrario al que ustedes hoy representan de otra manera traicionaríamos a los trabajadores y ese acto de traición ya ustedes hace tiempo que lo cometieron.




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