Por: Armando Guerra
Rotundo golpe al PSUV.
Con la relección de Rubén González a la cabeza del sindicato
de Ferrominera, se propina una contundente derrota las políticas anti obreras y
patronales del PSUV en la concentración obrera más importante del país. La convocatoria a elecciones, en un sindicato
cardinal de Ciudad Guayana, tan solo a escasos 80 días de las elecciones
presidenciales debió haber sido una decisión tomada en los más altos esferas del
PSUV, la Gobernación de Bolívar, la Presidencia de Ferrominera Orinoco, el CNE,
la veeduría de los tribunales y los candidatos involucrados en la representación de dicha tolda.
No bastó con los
recursos y dineros de todos los venezolanos, dirigidos desde el Estado, para intentar
derrotar a Rubén González e imponer el triunfo de Alfredo Spooner. La prepotencia
de los funcionarios del PSUV, solo sumo 2.461 votos, sin lograr amellar la
dignidad de los trabajadores, que alcanzó 2.737, voluntades.
Así es el
sindicalismo patronal que con discursos y franelas rojas, mal utilizan y
desvirtúan las banderas del socialismo, en aras de engañar a los trabajadores y
colocarlos detrás de las aspiraciones de lucro y rapiña capitalista de estos
falsos socialistas en las empresas básicas de Guayana y el resto del país.
En lo particular
fueron derrotados y desenmascarados Alfredo Spooner, Henry Maican y Radwan Sabbagh,
José Ramón Rivero y el gobernador Rangel Gómez, quienes debieron ofrecer su
palabra al candidato oficialista, pues: “Ferrominera,
es pan comido”, jurando que ganaban. Ellos contaban además con la recarga la
nómina que de 3.224 personas en el 2008, pasó a 5.700 trabajadores, y que en el
momento del sufragio a pesar del traslado y las presiones patronales; pesó más el
día a día en Ferrominera, repleto de insultos, vejámenes y abusos oficialistas y
saber que el trabajo es un derecho y no un favor político, y a pesar del PSUV, las
cervezas y el control militante, muchos chavistas votaron por Rubén González.
Estamos en un
mejor escenario. La estrepitosa derrota del PSUV, muestra un marco de debilidad
de la presidencia y todas las gerencias.
Por la fortaleza del movimiento el paso seguido en exigir el renganche de
los siete trabajadores despedidos. Hoy contamos con una dirección sindical
fortalecida y legitimada, que apoyada en métodos de lucha y asambleas
democráticas puede decidir el plan de acción. El despido de estos compañeros ordenado
por los señores Radwan Sabbagh y Alfredo Spooner, debe ser revertido y ser
prioridad número uno del sindicato y todos los ferromineros. La honestidad, antigüedad,
y la experiencia en el trabajo se respetan. Por eso, Evaldo Castillo, Jorge
López, Ángel Saldivia, Eric Flores, Julio García, Jesús Pérez y Pilar Aguilera,
deben volver a sus puestos de trabajos. Los 2.737 votos son voces y manos
alzadas exigiendo el renganche de los compañeros, en espera de un llamado a
movilización si el caso lo amerita. Pero aun más. De los 2400 restantes,
también ferromineros, las lecciones de la última semana les mostraran el camino
de que somos una sola clase.
La lucha por el contrato, es el otro punto cardinal que
deben asumir los ferromineros y esta nueva directiva sindical, en pleno
ejercicio asambleario y debate democrático.
Los ferromineros hemos sido víctimas, de este gobierno y ya
no podemos tolerar más la impunidad con la que actúan en el país y en la
empresa. Hay un trabajador asesinado, dos trabajadores heridos, un trabajador
preso, y un supuesto victimario gozando de libertad.
¿Puede edificarse ética y moralmente
sobre semejante mentira? ¿Puede el
sistema de justicia, la gobernación del estado, la presidencia de la empresa,
el PSUV y su candidato presidencial; dar respuestas a las incógnitas de los
5.700 ferromineros que, presentes o no en la asamblea del 11 de junio 2011, donde
fue asesinado el
trabajador Renny Rojas, y que no comparten los métodos de eliminación
física para dirimir la diferencias políticas?
El voto por Rubén González, es una manifestación de apoyo a
la defensa de los derechos laborales y contra la criminalización de la
protesta. Pero además, es un llamado de acción para derrotar la impunidad.
Es necesario que los trabajadores del país sepan que, aun a
todo lo dicho, Spooner y compañía se acercan a los portones de ferrominera a “ofrecer
sus servicios”. La campaña electoral del candidato del gobierno así lo amerita,
y destinan una oficina para atender “los
2.461 seguidores y vigilar las acciones del sindicato”.
No se puede confiar en las lágrimas de cocodrilo de Spooner,
Sabbagh, Maican, J. Ramón Rivero, Rangel Gómez y compañía. Ya los conocemos.
Debemos profundizar el debate con aquellos trabajadores de nuevo ingreso, para
ganarlos a la defensa del sindicato y los derechos laborales que son de todos.
Es como lo expresó Rubén González: “el sindicato es la herramienta de lucha de los trabajadores, actuará
de forma unitaria y homogénea en defensa de los ferromineros”. Por eso las 900 casas ofrecidas, cuatro días
antes de las elecciones, en las que el gobernador hizo campaña por Spooner, hay
que exigir que se inicie su construcción de inmediato. No se pueden tolerar más
burlas.
Por lo pronto se anuncian mesas de diálogo, de las que
debemos estar pendientes y alerta, presionando con la movilización hasta la
vuelta de los compañeros despedidos a sus puestos de trabajo.
Por otra parte, en torno al triunfo de Ruben y los trabajadores ferromineros, ahora muchos se acercan buscando indulgencia. La verdad es que esta contundente victoria tiene nombre y apellido: Ruben Gonzalez y los ferromineros. Otros estan de mas.
Este gobierno en
su empeño patronal se ha mostrado sordo, ciego y mudo, al imponer todo tipo de
parapetos anti obreros e intentar destruir las legítimas aspiraciones de los
trabajadores y sus organizaciones de lucha: los sindicatos. Por ello se
reinventan la CSBT, y por oficio propio a su cola andan las otras centrales sin
diferenciarse, desde la CTV, hasta y UNETE y centrales menores. Ninguna
representa nuestros intereses. Ninguna ha estado en nuestras luchas.
Los trabajadores
como clase debemos mirar adelante. La refundación del movimiento sindical
encuentra en los trabajadores y las directivas de Sintraferrominera, Sintraalcasa,
y Sintracarbonorca, una oportunidad de oro para abrir un debate democrático
desde las bases. Los sindicatos son nuestra herramienta de lucha en defensa del
contrato y los derechos laborales. Por eso a la hora de defender nuestros
derechos, esas son nuestras banderas políticas. Muy por el contrario a las prácticas
desarrolladas en el pasado –y aun hoy- los adecos y sus derivados en el CTV y en
la actualidad esa mala copia de militantes y directivos del PSUV en la CBST,
que confunden el accionar del sindicato, con los de su partido.
Refundar el
movimiento sindical significa abrir un amplio debate en el que podamos discutir
que tipo de organizaciones sindicales necesitamos, ¿Como queremos que sean nuestros
sindicatos? ¿Para que y contra quien luchamos? ¿Tenemos experiencia y bases
suficientes para transitar los senderos del clasismo? ¿Como los trabajadores
impedimos que mafias políticas se adueñen de esta herramienta?
El gobierno vio
en Ciudad Guayan el laboratorio para desarrollar controles sobre los
trabajadores. El control obrero, sirvió para pervertir a sectores de la masa
laboral con fines ajenos a nuestros intereses. Los trabajadores no fueron
escuchados y muchos “dirigentes” se enriquecieron. Una posibilidad de podía
estar al servicio y el rescate de las empresas básicas, generar trabajo, generar
conocimiento y sacar adelante nuestro parque industrial, degeneró en beneficio
de las trasnacionales, el mercado chino y los bolsillos de unos cuantos
burócratas.
Quienes nos
agrupamos en la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (CCURA), y
el Partido Socialismo y Libertad (PSL) y levantamos la candidatura a la
presidencia de Orlando Chirino, sostenemos que la refundación del Movimiento
Obrero debe partir de sus bases, con un debate democrático, por encima de las
diferencias políticas y buscando los puntos de encuentro que como clase
trabajadora tenemos, con plena autonomía e independencia ante la acción de los
patronos y sus partidos, estén en actual gobierno o en la empresa privada.
Los trabajadores
debemos crear nuestras propias organizaciones. La situación de lucha y demanda
de los trabajadores en pleno proceso electoral, es creciente. Las cacerolas y
las denuncias no cesan, desmintiendo los discursos de los candidatos patronales.
No podemos dar la espalda a que el siete de octubre está a vuelta de la
esquina, y que los trabajadores debemos levantar nuestra propia alternativa. Sostenemos
que los trabajadores deben gobernar. En todo caso, gane quien gane el 7 de
octubre, la lucha por la autonomía e independencia sindical y la refundación
del Movimiento de los Trabajadores sigue en curso. Es por ello que invitamos a
todos los trabajadores y fundamentalmente a los ferromineros al debate
democrático sobre este tema.
Una vez más los trabajadores de Guayana tienen la palabra.
Armando Guerra.
Partido Socialismo y Libertad.
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