Los mineros entran en Madrid arropados por miles de ciudadanos

11.07.2012 · Javier Bauluz · 

Rebeca Mateos Herraiz · (Madrid)

Más de 400 kilómetros han tenido que recorrer para llegar al kilómetro 0 de Madrid, que tras 20 días de caminata, lo conseguían con una hora y media de retraso de la prevista fijada en las 00:00 de la madrugada.

Los alrededor de 200 mineros que componen la marcha negra procedentes de distintas comunidades autónomas llegaron anoche a la capital de España arropados por miles de ciudadanos procedentes de varios puntos de España, como era el caso del grupo del 15M de Sabadell (Cataluña) que a su paso por su lado les gritaba “visca el carbó”; y por supuesto, de los propios ciudadanos de Madrid. “Yo no me puedo creer que esto esté siendo tan emocionante. Si está Madrid llena”, decía una señora de mediana edad mientras la marcha negra avanzaba por Moncloa. El 15M, la marea verde, Bomberos de Madrid y otros colectivos sociales han estado presentes durante la noche minera en Madrid, y así se lo han hecho saber a la propia marcha negra con infinidad de pancartas que a su paso se lo iban indicando.

Momentos de emoción se han vivido por ambos lados, durante las aproximadamente 3 horas y media que ha transcurrido la marcha: por parte de los mineros ojos vidriosos que no podían ocultar el cansancio acumulado durante los días de marcha que llevaban a cuestas, junto con la emoción de ver la recepción que estaban dándoles en Madrid, e incluso alguna cara de incredulidad a su entrada en Gran Vía por Plaza España, momento en el que varios mineros se echaban la mano a la cabeza al no dar crédito de toda la gente que allí les estaba esperando con vítores y aplausos. “Gracias, muchas gracias a todos”, decía uno de ellos, al tiempo que les iba devolviendo los aplausos.

Pero también desbordaban emoción los ciudadanos que allí les estaban esperando para recibirlos casi como héroes, a ratos al grito de “campeones, campeones” o “esta es, nuestra selección”, terminología futbolística que se ha llevado hasta el punto de corear: “yo soy del carbón, del carbón, del carbón”. Pero sin duda, “Madrid entera, se siente minera”, “que viva la lucha de la clase obrera” y “el pueblo unido jamás será vencido” son algunas de las consignas que se han lanzado al aire de forma más repetida por parte de los manifestantes. Y Santa Bárbara Bendita, himno de los mineros, siempre como banda sonora a lo largo de toda la marcha hasta el último momento en la Puerta del Sol, en la que ha sido interpretada incluso por una orquesta.

Completamente acordonados por familiares y miembros de los sindicatos -tal y como han marchado todo el tiempo- han entrado a Sol, que estaba a rebosar y donde han sido recibidos con una gran ovación. “Aquí están, ellos son, los que sacan el carbón”, les gritaban mientras ellos y las banderas de sus respectivas comunidades autónomas que portaban haciendo hondear durante todo el trayecto, iban posicionándose en el centro de la plaza. “No estáis solos”, les gritaban antes de subir al escenario para dar los discursos que tenían preparados en los cuales han recordado a los compañeros que llevan más de 50 días encerrados en los pozos de Candín y Santa Cruz del Sil, muy especialmente, a los que han hecho partícipes de los 400 kilómetros que han caminado durante estos días, asegurando que también lo han hecho por ellos. “Sois unos luchadores”, les decía uno de los compañeros desde Sol, “y juntos no nos podrán vencer”.

“Que se cumpla el pacto”, decía otro sobre el atril. “No nos gusta vivir de rodillas, mientras tengamos fuerzas no nos doblegarán”.

Han agradecido especialmente a Madrid toda la solidaridad con la que los han recibido, así como a los pueblos de España por los que ha ido pasando la marcha.

“Ahora más que nunca tenemos que estar con los profesores, médicos… y todos los trabajadores. Unidos no podrán con nosotros”. Invitándoles a que todos hoy a las 11:00 estén en la Plaza Colón de Madrid, para ir al Ministerio de Industria juntos, “donde Soria nos va a oír”.

Desde finales de mayo el sector de la minería está en huelga indefinida por los recortes al carbón del 63% que se les quiere aplicar, lo que supondría acabar con la práctica totalidad del sector, en contra de lo pactado con Bruselas del 10% hasta 2018.