Por: Empresate.org
José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de
Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), a quien se le prohibió
participar en las mesas de negociación, asegura que la convención que
acaba de firmarse es “la peor de la historia” para los trabajadores. La
masa laboral tendrá un aumento salarial diario de 40 bolívares (30 con
la aprobación del reglamento y 10 a partir del año próximo), aunque la
exigencia apuntaba a 65, a pesar que el barril de crudo venezolano se
vendió a un precio promedio de 99,62 dólares en el transcurso de 2011,
de acuerdo con cifras del Ministerio de Energía y Petróleo (Menpet),
pese a que el Gobierno estimó para este año una cotización media en 40
dólares.
FUTPV y Petróleos de Venezuela (PDVSA) firmaron hace poco la
convención que cubre más las expectativas de la empresa estatal que las
de la masa laboral donde los montos de los beneficios socioeconómicos ya
aprobados están por debajo de las aspiraciones de los empleados, a
pesar de que la industria petrolero obtuvo altos ingresos en los últimos
años gracias a los elevados precios del crudo.
Los trabajadores no recibirán los aumentos esperados por concepto de
salarios, Tarjeta Electrónica de Alimentación (TEA), plan para la
adquisición de vivienda, vacaciones y bono por desempeño.
Aún falta por conocer los montos de los beneficios por matrimonio y
nacimiento de hijos, el bono vacacional y la cantidad de días de
descanso, que aún no se dan a conocer pese a que el contrato está listo.
En total los trabajadores obtendrán un ajuste de 50,6 por ciento,
pese a que tienen dos años sin incremento, periodo en el que la
inflación acumulada estuvo por encima de 50 por ciento.
En el caso de la TEA, el incremento será de 600 bolívares, por lo que
su monto pasará de dos mil 100 a dos mil 700; aunque la masa laboral
exigía un aumento a tres mil 100 bolívares.
Freddy Alvarado, secretario ejecutivo de la FUTPV, quien estuvo
presente en las discusiones, afirma que la negociación de los términos
económicos del contrato se realizó con la finalidad de cumplir una
formalidad.
El sindicalista critica que la comisión que representa a PDVSA impuso
los totales de los beneficios de los empleados con el apoyo
incondicional de una fracción de los dirigentes de la federación.
El último contrato colectivo, correspondiente al período 2009-2011,
vencía a principios del año pasado, pero fue prorrogado hasta el pasado 1
de octubre.
Bodas recuerda que Petróleos de Venezuela no solo demoró en instalar
la mesa de negociación de la nueva convención, sino que debe al menos 80
por ciento de la anterior.
El sindicalista explica que en la firma del reglamento pasado la
empresa se comprometió a construir 14 mil viviendas para los
trabajadores, pero no cumplió su compromiso.
El integrante de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) indica que la bonificación por años de servicio, conocido como la “tablita”, antigua meritocracia, no se cancela.
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