Hace unos días me encontré a un amigo y economista en la calle, al verme me cuenta sorprendido que al momento de pedir el precio de una botella mediana de agua mineral, el señor del kiosco amablemente le contestó “son dos tanques de gasolina”. Ambos reflexionamos algunos minutos sobre todo lo que estaba detrás de esta sencilla frase y tiene que ver con el hecho reflejado en último reporte de Bloomberg sobre los precios internacionales de la gasolina: En Venezuela tenemos de lejos la gasolina más barata del mundo.
El tema de la gasolina en Venezuela es otro de tantos que está rodeado de polémica y hasta podríamos decir que hablar de su aumento es una especie de tabú. Muchos abogan a nuestra condición de país petrolero para justificar el actual precio de la gasolina. Pero el asunto se torna complejo porque en realidad y aunque no lo notemos, cada vez pagamos menos por la gasolina.
Como sabemos con Bs 1 de 2005 comprábamos más de lo que compramos con Bs 1 actual, de hecho, ajustando por inflación sabemos que para comprar hoy día lo que comprábamos con Bs 1 en mayo de 2005 tendríamos que desembolsar Bs 4,43. Este fenómeno de pérdida de valor de nuestra moneda hace que cada vez paguemos menos por un tanque de gasolina. Si vamos a una estación de gasolina llenamos un tanque de 40 litros con gasolina de 95 con unos Bs 3,9. En mayo 2005 pagábamos nominalmente el mismo monto, pero como Bs 1 de aquella época vale más que los actuales, lo que realmente desembolsábamos en Bs actuales eran Bs 17 (3,9 x 4,43) por tanque.
Podríamos hacer el mismo ejercicio con el porcentaje que representa llenar un tanque de gasolina de 40 litros 4 veces al mes, con respecto al salario mínimo. En mayo de 2005 el salario mínimo era Bs 405 y para llenar 4 veces al mes un tanque de gasolina nos costaba Bs 15,52, es decir 3,8% de un salario mínimo. En mayo de 2012 el salario mínimo es Bs 1.780 y llenar 4 veces al mes un tanque de gasolina nos cuesta los mismos Bs 15,52, en este caso esa cifra apenas representa el 0,9% de un salario mínimo.
Al no aumentar la gasolina y por vivir en una economía con inflación, cada vez pagamos menos por la gasolina. Ese “beneficio” tiene un costo inmenso para el país, costo que se ve reflejado por el gigantesco subsidio que hay que realizar para hacer que la gasolina cada vez más barata (repito, en términos reales). Es hora que reflexionemos como sociedad si vale la pena ese subsidio, que nos cuestionemos si esos recursos no beneficiarían más redirigiéndolos a otros sectores de la economía. Sí, creo que es el momento que discutamos abiertamente y con altura este tema tan polémico.
Analista e Instructor en Finanzas.
Presidente de Visión de Inversión
Director de @Econometrica IE C.A.
Maestría Administración, mención en Finanzas UNIMET
@HenkelGarcia
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