Por: Sindicato nacional de trabajadores del INCES
Réplica a
ataques contra los trabajadores del INCES / Aporrea.org
El miércoles
19 de Octubre de 2011, la opinión del país presenció como un grupo de
trabajadores del INCES, asumiendo responsabilidades sindicales, se encadenaron
en acción de protesta por la grave situación laboral e institucional que
atraviesa esta institución, obteniendo en esta iniciativa el respaldo de
numerosos trabajadores que laboran en el Edificio Sede Nacional del instituto,
ubicado en la Avenida Nueva Granada de Caracas.
La acción es
parte de un proceso de luchas a escala nacional que hemos desarrollado en los
últimos 2 años, los trabajadores y trabajadoras del INCES organizados en el
Sindicato Nacional de Trabajadores del INCES (SINTRAINCES).Hemos realizado
manifestaciones pacíficas y Mesas de Trabajo en el MINPTRASS y la Asamblea
Nacional, marchas, jornadas de protesta en los centros de trabajo, denuncias en
los medios de información públicos y privados, asambleas informativas con los
trabajadores, encuestas y muchas otras iniciativas. Los objetivos han sido:
Hacer
respetar la Convención Colectiva (vencida hace 2 años) e iniciar la discusión
del Proyecto de Nueva Convención Colectiva.
Exigir el cumplimiento de nuestros derechos laborales básicos y adquiridos, que
la actual gestión del instituto se niega a reconocer.
Denunciar el vertiginoso descenso (en caída libre) de la calidad y cantidad de
la formación profesional que imparte el INCES en nuestro país.
La parte
patronal, por medio de voceros disfrazados de “sindicalistas” de un “sindicato”
paralelo patronal; se han dado a la tarea de descalificar con argumentos de
carácter “político”, al SINTRAINCES, con el fin de ocultar la grave situación
que atraviesa una institución llamada a ser punta de lanza, en su contribución
a las transformaciones económicas y sociales planteadas en el marco del
Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Consideramos
entonces necesario, despejar la cortina de humo con que estos voceros tarifados
pretenden ocultar la realidad, desmontando sus argumentos:
El
SINTRAINCES somos una organización creada hace 6 años, siendo Elías Jaua,
actual Vice-Presidente de la República, Presidente del INCES para ese momento.
No somos por tanto, un viejo BUNKER de partido político alguno, como se ha
pretendido señalar; pues en el SINTRAINCES, fundado en la V República,
militamos sindicalistas de diferentes posiciones políticas e ideológicas;
unidos en el marco de esta organización para la defensa y promoción de los
derechos laborales de todos los trabajadores y trabajadoras del INCES.
Fue,
entonces, en la gestión de Elías Jaua, que el SINTRAINCES discutió y firmó su
primera Convención Colectiva (vencida hace 2 años); en un contexto favorable
para los trabajadores, ya que las autoridades de ese momento no tenían una
posición antisindical y antiobrera, todo lo contrario. Es importante recordar
que como acto ejemplarizante, el SINTRAINCES renunció a la cuota especial que
regularmente se descuenta del pago de Bono por retraso en la discusión de
Convención Colectiva, pero además manejándonos sin recursos pues hasta la
presente fecha, seguimos reclamando al INCES que efectúe el descuento de la
simbólica Cuota Sindical que por Estatutos nos corresponde.
Desde el SINTRAINCES hemos conseguido que se reconozcan y homologuen beneficios
para los trabajadores contratados, que no tenían antes del 2006 (como por
ejemplo: 135 de aguinaldos, 80 días de vacaciones, pago del Dozavo, reconocimiento
de la relación laboral a tiempo indeterminado, inclusión de los hijos en el
Plan Vacacional, Pago de Uniformes, H.C.M., Descuentos de Ley como Política
Habitacional, Seguro Social) y que no se han ampliado en mayor proporción, por
la oposición que han hecho las actuales Autoridades del instituto, quién como
patrono tiene la última palabra. Igualmente se hemos denunciado insistentemente
la precarización y tercerización de miles de trabajadores del INCES
(facilitadores, vigilantes, personal de mantenimiento y limpieza, entre otros).
Desde el
SINTRAINCES hemos presentado propuestas, con el respaldo total de los
trabajadores del INCES, como el regreso al sistema auto administrado del seguro
de HCM; lo cual va en dirección opuesta a su cada vez mayor privatización.
Igualmente hemos denunciado el desmontaje progresivo de los Servicios Médicos
del instituto (lo cual es contradictorio a una política de salud de orientación
socialista); cuando deberían ser potenciados al máximo y ser considerados parte
del sistema de salud pública nacional, ya que allí reciben atención médica
primaria más de 14 mil personas que laboran para el INCES a nivel nacional.
Ante estos planteamientos las autoridades del INCES se han hecho de oídos
sordos.
En el
SINTRAINCES hemos estado de acuerdo con la ubicación transitoria de los
compatriotas damnificados, en refugios habilitados en los centros de formación
profesional, donde laboran la gran mayoría de los trabajadores del INCES, pero
abogamos porque se mejore y dignifique su situación precaria, en donde sea
necesario hacerlo.
El
SINTRAINCES somos una organización que afilia a más de 4000 trabajadores del
INCES a nivel nacional entre fijos, contratados, jubilados y pensionados, lo
cuál lo ubica como el sindicato mayoritario. Hicimos elecciones sindicales a
fines de 2008, avaladas por el C.N.E., y estamos organizando las del próximo
período, obteniendo del Ministerio del Trabajo en 2011 el AUTO que avala la
Rendición clara y transparente de sus cuentas. Ningún otro Sindicato del INCES
actual ha rendido cuentas ni han sido elegido sus dirigentes por el voto
popular. Además somos un sindicato afiliado a la Federación Nacional de
Trabajadores del Sector Público (FENTRASEP), federación partidaria del proceso
de cambios en marcha en nuestra patria.
En el SINTRAINCES siempre enmarcamos nuestras acciones en estricto respeto al
ordenamiento legal regido por nuestra Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
En la protesta del 19 de Octubre de 2011, donde ciertamente nos
encadenamos al Portón principal del INCES Nueva Granada, debe resaltarse que el
INCES mantuvo despejadas sus entradas alternas pues el Sindicato en ningún
momento las obstaculizó. Ahora bien, luego de solicitar por 6 horas la
presencia de la Presidenta Isis Ochoa o del Director Ejecutivo Franklin Matute,
la única respuesta que obtuvimos fue que nos mandaran un contingente antimotín
de la Policía Nacional y otro del DIBISE, quiénes contrariamente a lo que
suponemos, esperaban las autoridades INCES, terminaron mediando favorablemente
en la situación.
Las
denuncias y reclamos que promovemos desde el SINTRAINCES son reseñados en
múltiples medios de información nacionales y regionales impresos,
audiovisuales, radiales y digitales, que van desde el diario VEA, Últimas Noticias,
Radio Rebelde o el Tribuna Popular del Partido Comunista (incluso reporteros de
Vive TV recogieron la acción de encadenamiento del 19 de Octubre); hasta
Globovisión o el diario El Nacional.
Las autoridades actuales se han dado a la tarea de promover la división de los
trabajadores apoyando y montando “sindicatos” paralelos, cuya tarea principal
es atacar y tratar de debilitar al SINTRAINCES. El último experimento de este
tipo se denomina SINCONTRAINCES (¡¿una organización que pretende ser sindicato
y consejo de trabajadores al mismo tiempo?!). En todos estos intentos se
presentan como sindicatos revolucionarios y socialistas, pero sus prácticas
distan mucho de serlo y por eso no cuentan con el respaldo del colectivo de
trabajadores.
Reflexionando
más allá de lo hasta ahora analizado nos hacemos una pregunta de carácter
estratégico, en la perspectiva del proceso de transformaciones en marcha en
nuestra patria: ¿Desde el INCES estamos contribuyendo a la reconstrucción del
tejido productivo en el país en el Marco del Proyecto Nacional Simón Bolívar?
A los
trabajadores del INCES, agrupados en el SINTRAINCES nos preocupa la profunda
crisis y decaimiento de nuestra Institución. Basta ver el deterioro de la
infraestructura: talleres, laboratorios y demás instalaciones; el empeoramiento
de las condiciones de salud y seguridad laboral, el decrecimiento acelerado de
la calidad y cantidad de la formación profesional que impartimos (en 2004
capacitamos 500 mil participantes, sin contar el millón y medio de alfabetizados
de la Misión Robinson, y en 2010 estuvimos muy por debajo, menos de 200 mil
egresados en total). Lo más lamentable es que deberíamos estar trabajando a
toda máquina y en condiciones dignas, para responder a las necesidades de
capacitación masiva de los trabajadores de las empresas nacionalizadas, de las
empresas recuperadas, de las EPS, del sector cooperativo, eléctrico, del gran
proyecto ferroviario nacional, de Misión Agro-Venezuela, La Gran Misión
Vivienda Venezuela, entre otras muchas iniciativas y proyectos en marcha. ¿Cuál
es el aporte en relación a la calidad y cantidad de la formación profesional de
trabajadores y trabajadoras calificados, que estamos dando actualmente? ¿Qué
recursos se invierten realmente en esto? Urge una contraloría pormenorizada
para responder a estas interrogantes.
Además de la
asignación presupuestaria que el INCES tiene por parte del gobierno nacional,
como ente recaudador del Estado, ha logrado superar sus propias metas de
recaudación en más de un 40% en los últimos 2 años. Cabe por tanto
preguntarnos: ¿En que se han invertido estos recursos…?
Y volviendo
a nuestra situación laboral…….
Las actuales
autoridades INCES incumplen la Convención Colectiva en más de un 35%. A los
trabajadores contratados con salarios mayores al mínimo nacional, no se les ha
pagado el aumento presidencial de empleados públicos del 1º de Mayo pasado,
bajo el argumento de que las autoridades solicitaron un crédito adicional para
hacerlo efectivo. A los facilitadores contratados por horas curso, se les
pretende aplicar contratos de trabajo que limiten sus beneficios a los mínimos
que establece la LOT, desmejorando los establecidos por la Convención Colectiva
que se aplicaron parcialmente el año pasado. Ante esta situación, el sindicato
paralelo-patronal, SINCONTRAINCES, que dice representar y defender a los
trabajadores contratados, hace el más absoluto silencio. Las autoridades
nacionales del INCES, además, despiden injustificadamente a trabajadores y
luego incumplen las órdenes de reenganche del MINPPTRASS, aumentando las deudas
y pasivos laborales del instituto, de manera irresponsable.
En cuanto a
la reivindicación del bono de recaudación 2009 y 2010, se trata sólo de
distribuir entre todos los trabajadores del INCES, una parte (no todo) de los
excedentes de la metas de recaudación de esos años, lo cual fue un logro de la
revolución desde el año 2004 y abruptamente suprimido por la actual gestión del
INCES desde 2009. Para nadie es un secreto los bajos sueldos y salarios que
devengamos los trabajadores y trabajadoras del INCES. El bono es sólo una
compensación transitoria mientras se reivindica el aumento por vía de una nueva
convención colectiva, cuyo proyecto aún no se ha comenzado a discutir, ya que
ha sido congelado por una estrategia de retraso ejecutada en el trío
MINPPTRASS, INCES y el Ministerio de Planificación y Finanzas. Las autoridades
actuales del INCES no acceden a ninguna compensación de sueldos y salarios
fuera del marco de una convención colectiva. Además en los últimos 6 años
previos a 2009, las autoridades concedieron ese
beneficio, con muchos menos
recursos disponibles que las autoridades actuales.
Trabajadores y trabajadoras
del INCES no nos resignaramos a claudicar en nuestros derechos y seguiremos
voceando dignamente, junto con nuestro SINTRAINCES: “¡Derecho que no se
defiende; es derecho que se pierde!”.
Nuevamente
insistimos…
Desde el
SINTRAINCES hemos solicitado y lo continuaremos haciendo, ante la Comisión de
Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional (donde hace 5 meses
introdujimos un informe de 600 páginas, con pruebas de lo denunciado), una
profunda acción contralora de la gestión que hacen las autoridades del INCES,
para poner correctivos necesarios y urgentes. La gestión de las autoridades
actuales desvirtúa los lineamientos y orientaciones del Presidente de Chávez,
generando un descontento y malestar entre los trabajadores, cada vez mayor.
Esto puede ser revertido a tiempo si hay la voluntad política de hacerlo.
Para
concluir... por ahora…
Simplificar
y caricaturizar la compleja y difícil situación que vive el INCES junto con
todos sus trabajadores y trabajadoras, con un discurso “político” que pretende
ser revolucionario, sin asumir la realidad, sino ocultándola, es cuando menos
un terrible error y no contribuye en nada a fortalecer el apoyo de trabajadores
y trabajadores del INCES (muchos identificados con el Presidente Chávez) al
proceso de transformaciones que se quiere impulsar en el país. Sería mucho más
sensato aplicar las 3 R: Revisar, Rectificar y Reimpulsar.
Reflexionando
entonces sobre la actual gestión de Isis Ochoa (Presidenta) y de Franklin
Matute (Director Ejecutivo) del INCES, volvemos a nuestra pregunta inicial:
¿ES ASÍ COMO
SE CONTRIBUYE A LA CONSTRUCCIÓN DEL HOMBRE NUEVO?
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