viernes, 4 de noviembre de 2011

La situación del INCES no se puede ocultar, con descalificaciones “políticas” de caricatura


Por:  Sindicato nacional de trabajadores del INCES
Réplica a ataques contra los trabajadores del INCES / Aporrea.org

El miércoles 19 de Octubre de 2011, la opinión del país presenció como un grupo de trabajadores del INCES, asumiendo responsabilidades sindicales, se encadenaron en acción de protesta por la grave situación laboral e institucional que atraviesa esta institución, obteniendo en esta iniciativa el respaldo de numerosos trabajadores que laboran en el Edificio Sede Nacional del instituto, ubicado en la Avenida Nueva Granada de Caracas.
  
La acción es parte de un proceso de luchas a escala nacional que hemos desarrollado en los últimos 2 años, los trabajadores y trabajadoras del INCES organizados en el Sindicato Nacional de Trabajadores del INCES (SINTRAINCES).Hemos realizado manifestaciones pacíficas y Mesas de Trabajo en el MINPTRASS y la Asamblea Nacional, marchas, jornadas de protesta en los centros de trabajo, denuncias en los medios de información públicos y privados, asambleas informativas con los trabajadores, encuestas y muchas otras iniciativas. Los objetivos han sido:

Hacer respetar la Convención Colectiva (vencida hace 2 años) e iniciar la discusión del Proyecto de Nueva Convención Colectiva.
 
Exigir el cumplimiento de nuestros derechos laborales básicos y adquiridos, que la actual gestión del instituto se niega a reconocer.
 
Denunciar el vertiginoso descenso (en caída libre) de la calidad y cantidad de la formación profesional que imparte el INCES en nuestro país.

La parte patronal, por medio de voceros disfrazados de “sindicalistas” de un “sindicato” paralelo patronal; se han dado a la tarea de descalificar con argumentos de carácter “político”, al SINTRAINCES, con el fin de ocultar la grave situación que atraviesa una institución llamada a ser punta de lanza, en su contribución a las transformaciones económicas y sociales planteadas en el marco del Proyecto Nacional Simón Bolívar.

Consideramos entonces necesario, despejar la cortina de humo con que estos voceros tarifados pretenden ocultar la realidad, desmontando sus argumentos:

El SINTRAINCES somos una organización creada hace 6 años, siendo Elías Jaua, actual Vice-Presidente de la República, Presidente del INCES para ese momento. No somos por tanto, un viejo BUNKER de partido político alguno, como se ha pretendido señalar; pues en el SINTRAINCES, fundado en la V República, militamos sindicalistas de diferentes posiciones políticas e ideológicas; unidos en el marco de esta organización para la defensa y promoción de los derechos laborales de todos los trabajadores y trabajadoras del INCES.

Fue, entonces, en la gestión de Elías Jaua, que el SINTRAINCES discutió y firmó su primera Convención Colectiva (vencida hace 2 años); en un contexto favorable para los trabajadores, ya que las autoridades de ese momento no tenían una posición antisindical y antiobrera, todo lo contrario. Es importante recordar que como acto ejemplarizante, el SINTRAINCES renunció a la cuota especial que regularmente se descuenta del pago de Bono por retraso en la discusión de Convención Colectiva, pero además manejándonos sin recursos pues hasta la presente fecha, seguimos reclamando al INCES que efectúe el descuento de la simbólica Cuota Sindical que por Estatutos nos corresponde.
 
Desde el SINTRAINCES hemos conseguido que se reconozcan y homologuen beneficios para los trabajadores contratados, que no tenían antes del 2006 (como por ejemplo: 135 de aguinaldos, 80 días de vacaciones, pago del Dozavo, reconocimiento de la relación laboral a tiempo indeterminado, inclusión de los hijos en el Plan Vacacional, Pago de Uniformes, H.C.M., Descuentos de Ley como Política Habitacional, Seguro Social) y que no se han ampliado en mayor proporción, por la oposición que han hecho las actuales Autoridades del instituto, quién como patrono tiene la última palabra. Igualmente se hemos denunciado insistentemente la precarización y tercerización de miles de trabajadores del INCES (facilitadores, vigilantes, personal de mantenimiento y limpieza, entre otros).

Desde el SINTRAINCES hemos presentado propuestas, con el respaldo total de los trabajadores del INCES, como el regreso al sistema auto administrado del seguro de HCM; lo cual va en dirección opuesta a su cada vez mayor privatización. Igualmente hemos denunciado el desmontaje progresivo de los Servicios Médicos del instituto (lo cual es contradictorio a una política de salud de orientación socialista); cuando deberían ser potenciados al máximo y ser considerados parte del sistema de salud pública nacional, ya que allí reciben atención médica primaria más de 14 mil personas que laboran para el INCES a nivel nacional. Ante estos planteamientos las autoridades del INCES se han hecho de oídos sordos.

En el SINTRAINCES hemos estado de acuerdo con la ubicación transitoria de los compatriotas damnificados, en refugios habilitados en los centros de formación profesional, donde laboran la gran mayoría de los trabajadores del INCES, pero abogamos porque se mejore y dignifique su situación precaria, en donde sea necesario hacerlo.

El SINTRAINCES somos una organización que afilia a más de 4000 trabajadores del INCES a nivel nacional entre fijos, contratados, jubilados y pensionados, lo cuál lo ubica como el sindicato mayoritario. Hicimos elecciones sindicales a fines de 2008, avaladas por el C.N.E., y estamos organizando las del próximo período, obteniendo del Ministerio del Trabajo en 2011 el AUTO que avala la Rendición clara y transparente de sus cuentas. Ningún otro Sindicato del INCES actual ha rendido cuentas ni han sido elegido sus dirigentes por el voto popular. Además somos un sindicato afiliado a la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público (FENTRASEP), federación partidaria del proceso de cambios en marcha en nuestra patria.
 
En el SINTRAINCES siempre enmarcamos nuestras acciones en estricto respeto al ordenamiento legal regido por nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 

En la protesta del 19 de Octubre de 2011, donde ciertamente nos encadenamos al Portón principal del INCES Nueva Granada, debe resaltarse que el INCES mantuvo despejadas sus entradas alternas pues el Sindicato en ningún momento las obstaculizó. Ahora bien, luego de solicitar por 6 horas la presencia de la Presidenta Isis Ochoa o del Director Ejecutivo Franklin Matute, la única respuesta que obtuvimos fue que nos mandaran un contingente antimotín de la Policía Nacional y otro del DIBISE, quiénes contrariamente a lo que suponemos, esperaban las autoridades INCES, terminaron mediando favorablemente en la situación.

Las denuncias y reclamos que promovemos desde el SINTRAINCES son reseñados en múltiples medios de información nacionales y regionales impresos, audiovisuales, radiales y digitales, que van desde el diario VEA, Últimas Noticias, Radio Rebelde o el Tribuna Popular del Partido Comunista (incluso reporteros de Vive TV recogieron la acción de encadenamiento del 19 de Octubre); hasta Globovisión o el diario El Nacional.
 
Las autoridades actuales se han dado a la tarea de promover la división de los trabajadores apoyando y montando “sindicatos” paralelos, cuya tarea principal es atacar y tratar de debilitar al SINTRAINCES. El último experimento de este tipo se denomina SINCONTRAINCES (¡¿una organización que pretende ser sindicato y consejo de trabajadores al mismo tiempo?!). En todos estos intentos se presentan como sindicatos revolucionarios y socialistas, pero sus prácticas distan mucho de serlo y por eso no cuentan con el respaldo del colectivo de trabajadores.

Reflexionando más allá de lo hasta ahora analizado nos hacemos una pregunta de carácter estratégico, en la perspectiva del proceso de transformaciones en marcha en nuestra patria: ¿Desde el INCES estamos contribuyendo a la reconstrucción del tejido productivo en el país en el Marco del Proyecto Nacional Simón Bolívar?

A los trabajadores del INCES, agrupados en el SINTRAINCES nos preocupa la profunda crisis y decaimiento de nuestra Institución. Basta ver el deterioro de la infraestructura: talleres, laboratorios y demás instalaciones; el empeoramiento de las condiciones de salud y seguridad laboral, el decrecimiento acelerado de la calidad y cantidad de la formación profesional que impartimos (en 2004 capacitamos 500 mil participantes, sin contar el millón y medio de alfabetizados de la Misión Robinson, y en 2010 estuvimos muy por debajo, menos de 200 mil egresados en total). Lo más lamentable es que deberíamos estar trabajando a toda máquina y en condiciones dignas, para responder a las necesidades de capacitación masiva de los trabajadores de las empresas nacionalizadas, de las empresas recuperadas, de las EPS, del sector cooperativo, eléctrico, del gran proyecto ferroviario nacional, de Misión Agro-Venezuela, La Gran Misión Vivienda Venezuela, entre otras muchas iniciativas y proyectos en marcha. ¿Cuál es el aporte en relación a la calidad y cantidad de la formación profesional de trabajadores y trabajadoras calificados, que estamos dando actualmente? ¿Qué recursos se invierten realmente en esto? Urge una contraloría pormenorizada para responder a estas interrogantes.

Además de la asignación presupuestaria que el INCES tiene por parte del gobierno nacional, como ente recaudador del Estado, ha logrado superar sus propias metas de recaudación en más de un 40% en los últimos 2 años. Cabe por tanto preguntarnos: ¿En que se han invertido estos recursos…?

Y volviendo a nuestra situación laboral…….
Las actuales autoridades INCES incumplen la Convención Colectiva en más de un 35%. A los trabajadores contratados con salarios mayores al mínimo nacional, no se les ha pagado el aumento presidencial de empleados públicos del 1º de Mayo pasado, bajo el argumento de que las autoridades solicitaron un crédito adicional para hacerlo efectivo. A los facilitadores contratados por horas curso, se les pretende aplicar contratos de trabajo que limiten sus beneficios a los mínimos que establece la LOT, desmejorando los establecidos por la Convención Colectiva que se aplicaron parcialmente el año pasado. Ante esta situación, el sindicato paralelo-patronal, SINCONTRAINCES, que dice representar y defender a los trabajadores contratados, hace el más absoluto silencio. Las autoridades nacionales del INCES, además, despiden injustificadamente a trabajadores y luego incumplen las órdenes de reenganche del MINPPTRASS, aumentando las deudas y pasivos laborales del instituto, de manera irresponsable.

En cuanto a la reivindicación del bono de recaudación 2009 y 2010, se trata sólo de distribuir entre todos los trabajadores del INCES, una parte (no todo) de los excedentes de la metas de recaudación de esos años, lo cual fue un logro de la revolución desde el año 2004 y abruptamente suprimido por la actual gestión del INCES desde 2009. Para nadie es un secreto los bajos sueldos y salarios que devengamos los trabajadores y trabajadoras del INCES. El bono es sólo una compensación transitoria mientras se reivindica el aumento por vía de una nueva convención colectiva, cuyo proyecto aún no se ha comenzado a discutir, ya que ha sido congelado por una estrategia de retraso ejecutada en el trío MINPPTRASS, INCES y el Ministerio de Planificación y Finanzas. Las autoridades actuales del INCES no acceden a ninguna compensación de sueldos y salarios fuera del marco de una convención colectiva. Además en los últimos 6 años previos a 2009, las autoridades concedieron ese 
beneficio, con muchos menos recursos disponibles que las autoridades actuales. 

Trabajadores y trabajadoras del INCES no nos resignaramos a claudicar en nuestros derechos y seguiremos voceando dignamente, junto con nuestro SINTRAINCES: “¡Derecho que no se defiende; es derecho que se pierde!”.
Nuevamente insistimos…

Desde el SINTRAINCES hemos solicitado y lo continuaremos haciendo, ante la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional (donde hace 5 meses introdujimos un informe de 600 páginas, con pruebas de lo denunciado), una profunda acción contralora de la gestión que hacen las autoridades del INCES, para poner correctivos necesarios y urgentes. La gestión de las autoridades actuales desvirtúa los lineamientos y orientaciones del Presidente de Chávez, generando un descontento y malestar entre los trabajadores, cada vez mayor. Esto puede ser revertido a tiempo si hay la voluntad política de hacerlo.

Para concluir... por ahora…
Simplificar y caricaturizar la compleja y difícil situación que vive el INCES junto con todos sus trabajadores y trabajadoras, con un discurso “político” que pretende ser revolucionario, sin asumir la realidad, sino ocultándola, es cuando menos un terrible error y no contribuye en nada a fortalecer el apoyo de trabajadores y trabajadores del INCES (muchos identificados con el Presidente Chávez) al proceso de transformaciones que se quiere impulsar en el país. Sería mucho más sensato aplicar las 3 R: Revisar, Rectificar y Reimpulsar.

Reflexionando entonces sobre la actual gestión de Isis Ochoa (Presidenta) y de Franklin Matute (Director Ejecutivo) del INCES, volvemos a nuestra pregunta inicial:
¿ES ASÍ COMO SE CONTRIBUYE A LA CONSTRUCCIÓN DEL HOMBRE NUEVO?

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