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jueves, 13 de julio de 2017

Sobre la consulta popular del 16 de julio y los trabajadores(as).


No a la constituyente fraudulenta
No al gobierno de unidad nacional 
El pueblo no debe dar cheque 
en blanco a nadie

Emilio Bastidas (*)

La consulta popular del 16 de julio, por sí sola, no es garantía de la salida de Maduro y el régimen. Lo primordial es mantener la movilización y lucha de calle hasta que se vayan, extendiendo la rebelión popular a todos los rincones del territorio nacional. Debemos inscribir esta consulta como una actividad adicional a todas las batallas que hemos librado y las que faltan hasta sacar a los responsables de aplicar un ajuste económico que ha conducido a la ruina y al hambre del pueblo empobrecido. En el marco de esta observación, los trabajadores y trabajadoras debemos ayudar a oxigenar la lucha, a reagrupar fuerzas y convertir este evento en un punto de partida de la fase final de esta batalla contra el régimen causante de los males del pueblo.

Ahora bien, queremos hacer un llamado a todos los que acudan a votar y en particular a los jóvenes y trabajadores que a en dicha consulta, sólo votaremos SI a la primera pregunta, las otras dos las tacharemos como manifestación de rechazo, por ser políticamente un cheque en blanco a la MUD. Solo, se avalará afirmativamente el planteamiento que traza el rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente fraudulenta, punto donde todos estamos de acuerdo.


En la formulación de estas preguntas los dirigentes de la MUD quieren encubrir, bajo el rechazo masivo al fraude constituyente del gobierno, que el pueblo abogue por el cumplimiento del papel constitucional de las fuerzas armadas, queriendo ocultar con ello que esta institución siempre ha sido y será la fuerza de choque de los gobiernos contra la población, tal cual como lo hicieron durante el caracazo en el 89 bajo el régimen de Punto Fijo o ahora bajo el régimen de la V República. Pero además, en el caso de los trabajadores y trabajadoras, han sido los ejecutores de la represión, ejercida sobre los mismos, en huelgas y/o conflictos laborales.

Por otro lado, quieren hacer pasar de contrabando una consulta totalmente inadmisible, consistente en que se le firme con antelación un cheque en blanco a favor de un supuesto Gobierno de Unidad Nacional que no se ha discutido en ninguna parte, que no se sabe quiénes lo conforman y sin conocerse cuál sería su programa de gobierno de emergencia para resolver los acuciantes problemas de salarios miserables, inflación, desabastecimiento y especulación de los productos de canasta familiar y medicinas tan urgidas por la población. Como están las cosas, es un pasaporte a seguir el paquete de medidas económicas de Maduro ahora en un gobierno de la MUD. Es inaceptable que intenten hacerlo votar por los trabajadores.

Además no podemos creer que esa actividad será el acto más grande de desobediencia civil. La mayor contundencia lo lograremos si ese día de votación lo convertimos, por un lado, en un día de lucha activa exigiendo: Fuera Maduro, y por otro, si lo consideramos el inicio de la fase final de la rebelión popular contra este régimen y su gobierno. Millones tendremos la oportunidad de salir a los centros de votación convirtiéndolos en puntos de concentración y lucha donde confluyan todas las acciones de calle que hemos aprendido e incluyendo mecanismos de autodefensa. El mayor acto de desobediencia será la decisión consciente de la población a movilizarse en las calles para defender sus derechos económicos, políticos y sociales.

A los trabajadores y trabajadoras nos corresponde un papel importante en el actual proceso de lucha, tenemos la tarea urgente de vincularnos en forma organizada y con un programa independiente en esta rebelión que sacude al país. Participación que debe reivindicar los métodos tradicionales de lucha de los trabajadores como son las asambleas democráticas para debatir y decidir, el paro de la producción, la movilización callejera y la huelga general. Todo, absolutamente todo, decidido con democracia sindical y guardando una férrea autonomía frente al gobierno que sea y los partidos.

Sólo reivindicando y practicando nuestros métodos de lucha ayudaremos de manera decidida a los rebeldes y luchadores sociales, pero también, daremos la batalla a la burocracia sindical que ya se pavonea ante un eventual gobierno de unidad nacional. Para esta burocracia y sus partidos no es prioritario que la clase trabajadora se organice de forma independiente y autónoma y salga a movilizarse a través de sus sindicatos. Su aspiración es que las trabajadoras y los trabajadores venezolanos cumplan el papel de masa amorfa que se sume sin identidad de clase en las manifestaciones, sin cuestionar los proyectos políticos de los partidos agrupados en la MUD. Es por esto, que hoy presentan las propuestas de la consulta popular bajo la consigna engañosa de que quien “manda es el pueblo”.




(*) Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma 

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