Cuando apareció la cadena desde el cuartel de la Montaña para responderle al nuevo Presidente de la Asamblea Nacional, el atrevimiento que tuvo de sacar del Palacio Legislativo la Galería de Gigantografias de Chávez y una foto del Bolívar enmellisado con el Comandante eterno, me corrió el mismo frio por el espinazo de cuando apareció Carmona autoproclamándose Presidente de la República. Ver a al hijo putativo con cara de Burro amarrao y al Ministro de la Defensa con más ganas que José Tadeo Monagas, de envestirle al parlamento, les confieso pensé que desde su santuario sagrado ordenarían fusilar no a los tres de Amazonas sino a cuanto diputado opositor se le atravesara.
Nadie le puede quitar lo bailao a quien no termina de descansar en paz bajo tierra, pero armar una alharaca por cambiarle el domicilio a sus recuerdos y pretender emparentarlo e igualarlo a las proezas realizadas por nuestro principal héroe a caballo, esa vaina sí que no la podemos aceptar, ni al mejor padrino defensor que le pudiera salir, a quien en gran parte tiene cuentas por saldar con la tragedia que hoy vivimos los venezolanos y con la misma historia de esta maltrecha Venezuela. Chávez no es Bolívar y mal pudiera este jefe militar esconder su militancia con el manío cuento de que la “afrenta” provocada fue al padre de la patria y no al padre de la criatura que hoy nos desgobierna.
No es que quiera ponerme a hacer leña del árbol caído, pero el hijo de Doña Concepción Palacios y Blanco, le echó bola en 472 batallas y sólo salió con las tablas en la cabeza en 6 de ellas, en cambio el nieto de Rosa Inés, presentó una sola escaramuza en su súper vanagloriado 4 de febrero; por cierto, desde el mismo sitio donde hoy le rinden culto, y como cualquier soldado bisoño, en menos de lo que canto el gallo y sin echar un tiro, entregó sus armas, mientras que sus subalternos presentaron cruentas batallas y algunas hasta victoriosas. De manera que pretender equiparar hazañas y destrezas en el uso de las armas de la patria, no pasa de ser una bufonada.
Por más afiches que pongan, nunca lograran hacernos creer, que haber sacado del Palacio Federal Legislativo a su supremo, es como sacar a nuestro héroe patrio, porque mientras que el caraqueño en su afán de liberar 6 naciones, en su caballito blanco cabalgó 123 mil kilómetros, el ñero de Sabaneta después de llegar a la Presidencia, lo primero que hizo fue agarrarla con el camastrón y en sus primeros vuelos decidió cambiarlo por un potente Jet Presidencial, para terminar prestándole a los cubanos otra nave, eso sí repleta de Azafatas, mesoneros y espías cubanos, por si a alguien se le ocurría una conspiración al primer vuelo, aplicarle la misma medicina dada a su hermano Raúl Baduel.
Aristóbulo es otro que no perdió tiempo con el cuento de la crisis de imágenes y comparaciones fatuas. Arranco su Vicepresidencia anunciando que sus muchachos del PSUV, nos aplastaran los ojos con cientos de miles de murales de los dos héroes “ultrajados”. Ahora bien, que empeño en ofertarnos un combo de 2, cuando aquí todo el mundo sabe que a nuestro libertador, sólo le bastó para gobernar sus naciones liberadas, noventa y dos proclamas y que el resto de su ideario político lo expreso en 2.632 cartas; mientras que el de la proclama del “por ahora”, nos gobernó desde su Aló Presidente, con discursos lleno de peroratas patriotericas y proyectos fracasados.
A la hora de defender a Bolívar, desde Manuelita Saenz pá acá y con sobradas razones le sobran padrinos, pero tengo que recordarle a este Ministro de Defensa cuatro estrellas, que fue precisamente nuestro General, quien un 12 de enero de 1814 decretó la pena de muerte para todos los funcionarios públicos que hayan malversado o tomado para sí parte de los fondos de la nación; mientras que su Comandante Supremo, se hizo rodear de una caterva de militares, que tomaron por asalto el erario público y hoy forman parte de lo que en su momento el diputado Luis Tascón, los señaló de haberse convertido en Boli Burgueses.
Así las cosas, señor General, es mejor que se vaya tomando su te de Moringa y tómesela suave, porque con padrino como usted, para defender al Libertador, con el cuento de que Chávez es nuestro segundo padre de la patria, le debo recordar que nunca segundas partes han sido mejores; y si de defender a nuestro gran Simón Bolívar se trata, todos los venezolanos estamos dispuesto a hacerlo, sin distingo de creencias religiosa o partidistas. Venezuela quiere cambio y precisamente como los que se están iniciando en la Asamblea Nacional, por órdenes de la mayoría de nuestro pueblo. Respete usted General Padrino a los hijos de Bolívar, que el 6 de diciembre se pronunciaron.
[Tomado de http://yoyopress.com/2016/01/10/el-padrino-de-chavez-y-bolivar-el-articulo-de-douglas-zavala-que-dice-que-chavez-no-es-bolivar.]
Aristóbulo es otro que no perdió tiempo con el cuento de la crisis de imágenes y comparaciones fatuas. Arranco su Vicepresidencia anunciando que sus muchachos del PSUV, nos aplastaran los ojos con cientos de miles de murales de los dos héroes “ultrajados”. Ahora bien, que empeño en ofertarnos un combo de 2, cuando aquí todo el mundo sabe que a nuestro libertador, sólo le bastó para gobernar sus naciones liberadas, noventa y dos proclamas y que el resto de su ideario político lo expreso en 2.632 cartas; mientras que el de la proclama del “por ahora”, nos gobernó desde su Aló Presidente, con discursos lleno de peroratas patriotericas y proyectos fracasados.
A la hora de defender a Bolívar, desde Manuelita Saenz pá acá y con sobradas razones le sobran padrinos, pero tengo que recordarle a este Ministro de Defensa cuatro estrellas, que fue precisamente nuestro General, quien un 12 de enero de 1814 decretó la pena de muerte para todos los funcionarios públicos que hayan malversado o tomado para sí parte de los fondos de la nación; mientras que su Comandante Supremo, se hizo rodear de una caterva de militares, que tomaron por asalto el erario público y hoy forman parte de lo que en su momento el diputado Luis Tascón, los señaló de haberse convertido en Boli Burgueses.
Así las cosas, señor General, es mejor que se vaya tomando su te de Moringa y tómesela suave, porque con padrino como usted, para defender al Libertador, con el cuento de que Chávez es nuestro segundo padre de la patria, le debo recordar que nunca segundas partes han sido mejores; y si de defender a nuestro gran Simón Bolívar se trata, todos los venezolanos estamos dispuesto a hacerlo, sin distingo de creencias religiosa o partidistas. Venezuela quiere cambio y precisamente como los que se están iniciando en la Asamblea Nacional, por órdenes de la mayoría de nuestro pueblo. Respete usted General Padrino a los hijos de Bolívar, que el 6 de diciembre se pronunciaron.
[Tomado de http://yoyopress.com/2016/01/10/el-padrino-de-chavez-y-bolivar-el-articulo-de-douglas-zavala-que-dice-que-chavez-no-es-bolivar.]
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