Por: Rolando Gaitan*
En cualquier ámbito por el cual uno se pasee, ya sea el magisterial, obrero, universitario, u otro, nos encontramos con lugares comunes como la desesperante pérdida del poder adquisitivo que ha llevado a miles de trabajadores, padres y madres de familia a tomar el camino de la lucha en defensa de sus reivindicaciones. Por ello hemos visto a maestros y petroleros exigiendo de manera sostenida mejoras salariales, así como obreros protestando contra los despidos y violaciones de contratos a lo largo y ancho de nuestra patria.
El conflicto universitario que hoy tiene epicentro fundamentalmente en las universidades autónomas responde a una crisis profunda que atraviesa Venezuela y de la cual no escapan las universidades controladas por el gobierno. El mismo salario miserable que le toca a un profesor de una universidad autónoma es el que le toca a uno de la Bolivariana. No hace falta que el gobierno de Maduro revele los índices inflacionarios que hoy esconde como secreto de Estado para que cualquier profesor sienta la crisis al confrontar su salario contra el grosero costo de la vida. No necesitamos sacar numeritos para saber que desde el Ministerio de Educación se sigue fraguando la burla contra las justas y dignas demandas de los trabajadores universitarios: obreros, empleados y profesores, pues el Ministro Fernández está más ocupado con su cargo de jefe de campaña que con la responsabilidad para la cual los venezolanos le pagamos su sueldo con lo que el SENIAT nos quita en impuestos.
Pero el gobierno y sus esbirros no se han contentado con que el Ministro eche carro y no responda a las exigencias de los universitarios. Ahora la infame política de este régimen contra todo lo que huela a huelga por salarios ha pasado a las grandes ligas cuando, a través del PSUV y el Gran Polo Patriótico articula la arremetida anti-universitaria utilizando a sus operadores enquistados en la Asamblea Nacional para imponer una declaración contra la lucha los universitarios, escalada que ha venido preparándose desde julio del 2015 con las amenazas de Fernández de descontar salarios a quien vaya a huelga.
Como vulgares esquiroles, los diputados del Psuv y del Gran Polo Patriótico -muchos de ellos promotores y participantes de paros universitarios en la época de la llamada IV República-, hoy salen cual fieras heridas a atentar contra el libre derecho a la protesta, y a intentar derrotar la digna lucha de miles de profesores, empleados y trabajadores que se oponen a la felonía que significó la negociación de la II Convención Colectiva Única (CCU) del sector universitario.
Esos que hoy invocan al Tribunal Supremo de Justicia y al Ministerio del Trabajo para que tomen “medidas” contra quien esté en paro, son los mismos que han dado cobijo y justificado la masacre laboral que se ha producido con miles de despidos en el sector obrero, así como las innumerables violaciones de contratos colectivos. Esos diputados del chavismo están inscritos en el PSUV, en el PCV y en el Gran Polo Patriótico al igual que los burócratas sindicales de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores, los de la federación fantasma de sindicatos universitarios y tantas otras federaciones sindicales de maletín arrodillas al gobierno.
El Gobierno Nacional y los Diputados del Gran Polo Patriótico son enemigos de la clase trabajadora y los profesores universitarios
Este gobierno muy lejos de ser “obrerista” y mucho menos “socialista”, es el gobierno de la burocracia del Psuv-GPP, de los nuevos ricos conocidos como boliburgueses, pero también de los “viejos y tradicionales” empresarios y las multinacionales que siguen amasando grandes fortunas a costa de la súper-explotación de la mano de obra barata y con la especulación de los precios de los artículos de consumo popular. Son los mismos que están pagando la deuda externa fraudulenta a costa de nuestros bolsillos y para el 2016 pretenden subir el costo de la gasolina para que al pueblo y a los trabajadores se nos siga endosando una crisis que no generamos.
Diosdado Cabello y su combo, como buenos boliburgueses desde sus cómodas sillas en la Asamblea Nacional acusan a la FAPUV de una paralización de 10 universidades autónomas, cuando es el gobierno que ellos defienden el que tiene a los profesores sin marcadores, sin papel para fotocopias, sin reactivos y con un salario que semana a semana se vuelve sal y agua.
Han sido las asambleas soberanas las que han dicho basta y tomado la decisión de no retornar a clases hasta que se nos respeten nuestras reivindicaciones y como rechazo a la desvergonzada y rastrera actuación de los títeres pertenecientes a la cúpula de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela que firmaron lo que su amo el gobierno les ordenó.
El descaro de la declaración de la Asamblea Nacional es que se pretenda argumentar que el gobierno actual desarrolla una política “soberana” cuando en la realidad ha ocurrido la entrega y arrodillamiento a las trasnacionales rusas, chinas y norteamericanas como la Chevron. Un régimen inmoral que ha apoyado a genocidas como Saddam Hussein en Irak y Al Assad en Siria, no puede venir con la desfachatez de decir que las universidades están bajo un “Estado de Sitio” por los gobiernos de las autónomas, cuando es el mismo gobierno el que prefiere seguir comprando aviones de guerra en lugar de dotar como debe ser las bibliotecas, comedores y laboratorios universitarios.
Es necesario que rechacemos esta arremetida desde las directivas de las Asociaciones y las asambleas implementando planes de lucha que contemplen concentraciones y movilizaciones de calle. Más allá del salario, hoy levantamos las banderas de la dignidad universitaria procurando la unidad de acción junto con obreros y empleados que comienzan a alzarse en contra de las direcciones sindicales traidoras, como está ocurriendo en la Universidad de Carabobo.
La complicidad de las directivas universitarias
Pero no sólo queda en evidencia la política anti-obrera y anti-sindical del gobierno del presidente Maduro, sino también el compromiso de las directivas de las universidades “autónomas”, controladas por las facciones políticas inscritas en la MUD.
Esas directivas, como ocurre en la Universidad de Carabobo que hoy anda en completo maridaje con el gobernador Francisco Ameliach, viene desarrollando un plan sistemático de estigmatización en contra de los profesores, empleados y trabajadores que nos oponemos al miserable aumento salarial impuesto en la II CCU del sector universitario.
Esas directivas son las que le dan oxígeno a los estudiantes esquiroles de la juventud del Psuv y de la oposición, para que presionen a los profesores a reintegrarse a clases, sin importarles que los profesores tengan un salario de hambre que ni alcanza para atender a sus familias. Bajo el glamoroso discurso de mantener la universidad abierta, los jóvenes esquiroles quieren romper la honorable resistencia de los que se oponen a la II CCU. Y como las directivas de la universidad, ni la burocracia sindical que pactó la II CCU, ni los estudiantes esquiroles del Psuv-GPP y de la MUD han podido quebrantar la disposición de lucha de los profesores, entonces ahora el gobierno recurre a la Asamblea Nacional, por cierto con poca credibilidad, catalogada de corrupta y con pocos días de vida, para que mueva todas las correas de la represión institucional y jurídica para aplastar la lucha de las universidades.
Unidad para derrotar al gobierno y la MUD
Los profesores debemos tener claro que de ahora en adelante debemos disponernos a enfrentar la violenta ofensiva que han desatado el gobierno y sus aliados.
Tenemos el desafío de concientizar y convencer a la base profesoral para dar un salto de calidad en la lucha, pasando de la resistencia pasiva a la lucha directa y la movilización para impedir que el gobierno desconozca nuestros derechos. Más que nunca debemos estar unidos para generar un debate nacional que le permita al pueblo venezolano conocer la realidad universitaria nacional.
Debemos hacer causa común con los trabajadores del sector eléctrico, del magisterio, los petroleros, los trabajadores y empleados de la salud, que están pasando por la misma situación. Es tarea urgente convocar a una reunión con las organizaciones que quieren luchar para coordinar acciones y movilizarnos a nivel nacional.
También es procedente la convocatoria y preparación de un gran Congreso Nacional de Profesores Universitarios que responda en forma global al gobierno. Un Congreso autónomo respecto al gobierno, el Psuv y la MUD que sea el punto de partida para activar un movimiento pedagógico, político y sindical, que agite las banderas en defensa de una universidad verdaderamente autónoma y democrática, con presupuesto adecuado, que promocione la investigación y cualifique la educación universitaria y que se comprometa a ser promotor de iniciativas y proyectos que contribuyan a enfrentar y resolver los graves problemas económicos, sociales y políticos que afectan al país.
Estos son los grandes desafíos y sólo los podemos encarar y superar si nos unimos en la lucha y sin retroceder frente a la acción de los esquiroles.
*Profesor de la Universidad de Carabobo, militante del Partido Socialismo y Libertad (PSL) y la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura).
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