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jueves, 5 de marzo de 2015

Los trabajadores pagan los platos rotos de los intereses políticos



En defensa de Rodney Alvarez, 
Leinys Quijada, 
Rederick Leiva 
y Heberto Bastardo

Scarlet Di yesi


En medio de dime y diretes entre el gobierno y la oposición, los trabajadores son los que más han salido perjudicados y una de las razones es el creciente deterioro de los salarios, debido a una inflación galopante y desmedida, que hace que ya no cubra los requerimientos socio-económicos mínimos necesarios para sustentar a la familia, y en segundo lugar porque los aumentos decretados por el ejecutivo, nunca superan la inflación.

En este sentido, podemos decir, que no hay mejor termómetro 

para medir la situación socio- económica de un país, que el nivel de vida de los trabajadores, sean estos los sectores públicos o privados, sencillamente porque son los que día a día, hacen la vida productiva de las empresas, fábricas, instituciones, distribuidoras, etc. Por otro lado, viven de forma directa las interminables colas para realizar sus mercados (compras de alimentos) y por ser clientes cotidianos de bienes y servicios. Entonces, ¿Quiénes mejor que los trabajadores para evaluar por dónde y cómo van las cosas en el país?. 


Aquí es donde las organizaciones sindicales deben demostrar que cumplen un rol importante en la defensa y protección de los derechos y reivindicaciones de los trabajadores. Es decir, no puede quedarse adormecido el movimiento sindical, ante la situación que padecen sus afiliados actualmente, por las circunstancias política del país y dejar en estado de indefensión a la masa laboral, donde además la tercerización ha ganado espacios en vez de su erradicación.

Necesario es recordar a los trabajadores que en la defensa de su nivel de vida el accionar del movimiento sindical deben quedar plasmados los principios de la: autonomía, que nos lleva a que el sindicato no debe depender de ningún partido político esté o no en gobierno; de ser auténtico e independientes, porque el sindicato debe ser el legítimo referente de los intereses de los trabajadores; democrático, porque sus decisiones deben ser producto del debate amplio entre sus bases y en asambleas de sus afiliados, plural, porque en el sindicato deben coexistir toda la diversidad y riqueza de los trabajadores, sin distingos de credos políticos, religiosos. En el debate por la conformación de una dirección clasista, estos principios deben ser parte del ejercicio diario de quienes se reclaman dirigentes sindicales, como que el punto unificador, es la defensa de los intereses comunes de los trabajadores en los aspectos, reivindicativos y socio-económicos y para ello impulsar la organización y movilización unitaria de los trabajadores.

Los puntos anteriores deben prevalecer y ser parte del debate democrático entre los trabajadores, en la conformación de sus sindicatos, y la mirada y la exigencia debe dirigirse desde las organizaciones sindicales de base hasta las organizaciones de mayor jerarquía y fuerza como las Centrales y Federaciones de trabajadores, ya que el movimiento sindical como cuerpo tienen la responsabilidad conjuntamente con las organizaciones gremiales y profesionales, de enfrentar las penurias y calamidades que viven los trabajadores. Hoy como nunca están vigentes las banderas de la autonomía, la independencia, la democracia y la pluralidad, de los sindicatos y gremios, y el ejercicio constante de la movilización para conformar direcciones clasistas.

No basta con ser vigilantes del aparato productivo, económico, empresarial y comercial como generador de fuentes de trabajos. Para defender los niveles de vida de los trabajadores, hay que movilizarlos con autonomía e independencia, en la defensa de sus intereses.

Por ejemplo, como clase, los sindicatos y trabajadores del país debemos asumir la defensa de los trabajadores detenidos. Veamos el caso de Rodney Álvarez, trabajador de FMO, quien desde el año 2011 está preso, -actualmente en la cárcel del Rodeo II- y el Estado le ha organizado un juicio señalándolo por el asesinato de otro trabajador ocurrido a plena luz del día y en presencia de una gran multitud, que a atestiguado por la inocencia de Álvarez y además han presentado pistas de quien es el verdadero asesino, sin que la justicia logre quitarse las vendas. Pues bien el retardo procesal ha llevado a que este trabajador esté por cumplir cuatro años en prisión, separado de su familia y su puesto de trabajo. Igual situación observan los trabajadores de SIDOR: Leinys Quijada, Rederick Leiva y Heberto Bastardo, a quienes también se las amaña un juicio y son victimizados por el Sistema de Justicia.


Si es cierto que un buen número de sindicatos, dirigentes y trabajadores han asumido las banderas por la libertad de estos compañeros, cierto es que hay que derrotar a la mentira de un Estado y un gobierno que han puesto toda la fuerza de sus instituciones para victimizar y culpabilizar a estos humildes trabajadores.

Antes de la llegada de este gobierno, la lucha fue contra las malas políticas de AD y COPEI, que afectaron enormemente la población donde su mayoría eran trabajadores y la desesperación desembocó en el Caracazo y los trabajadores fuimos los más afectados, sin contar los centenares de muertos que aún siguen sin determinar sus cifras.

Hoy, quienes luchamos con el corazón desde la llegada del Presidente Chávez para que este gobierno diera un cambio positivo al País, nos sentimos defraudados e incluso por muchos de esos “luchadores que se hacían llamar defensores de los trabajadores”. Esos quedaron enganchados y deslumbrados por el poder y desde hace rato se dedicaron a desarrollar el doble papel, de patrono y sindicalista a la vez, prefiriendo ponerle el pie a sus compañeros de trabajo, dividiendo el movimiento sindical, perdiendo la moral y los pocos principios que les quedaban. Hoy en vez de fortalecer a los sindicatos como instrumento de lucha de los trabajadores, prefieren permanecen engordando el cochino, ocupando puestos o espacios en el gobierno.

Por la otra parte, tenemos una pobre oposición burguesa, donde sus ansias de poder no les permite ser coherentes y cada quien hala para su lado, por eso a cada instante caen en el barro. Claro, entendemos que muchos de los que hoy se dicen representantes del soberano de uno y otro lado y se dan golpes de pecho, subestimando la inteligencia del trabajador venezolano, crean que los trabajadores no se dan cuenta. Aquí los vemos, son caimanes del mismo pozo, unos representando el Puntofijismo y los otros herederos del Chavismo, sin duda alguna, que la verdad de estos bandos, es que no les importa la crisis a la que nos han llevado, menos les importa la clase obrera.

La historia les pasará factura por haber llevado al país a este estado de miseria, donde los trabajadores terminamos pagando los platos rotos, sin haber comido el menú.

El actual gobierno caya la boca de quienes lo critican. Intenta que no progrese la denuncia. Sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo. El termómetro social son los trabajadores que siguen luchando en todo el país, contra las consecuencias de las malas políticas.

Para muestra un botón, los trabajadores buscan vías para relegitimar sus organizaciones sindicales. Los entes encargados y responsables de estos procedimientos, aplican las mismas metodologías y procedimientos burocráticos, ponen todas las trabas posibles, retardar los procesos perjudicando a los trabajadores. ¿Será acaso una línea política en contra del movimiento sindical honesto? Y sin embargo se han presentado casos, donde la inteligencia y la astucia prevalecen en la recuperación de los sindicatos, como es el caso de los trabajadores administrativos del CULTCA-UPTAMCA. En este caso prevalece la ética, la unidad y la autonomía de los trabajadores.

El gobierno y la oposición pretenden que los platos rotos la paguen los trabajadores, y nosotros decimos: que la crisis las paguen los capitalistas.

El llamado es a reflexionar, sobre porque debemos defender y luchar por la autonomía y la democracia en el movimiento sindical. Que importa tu posición política si a la hora de luchar por tus derechos y reivindicaciones, el objetivo es el interés común de defender las conquistas, el sindicato como herramienta de lucha y la progresividad en las Convenciones Colectivas. Digamos NO, a los que quieren ser dirigentes sindicales patronales. Digamos NO, a quienes siendo dirigentes sindicales cambien el fuero por un puesto en el gobierno. Evitemos el riesgo de apoyar sindicatos gobiernéros o corruptos, que solo utilizan la organización sindical como peldaño, de acuerdo a sus intereses de los burócratas.

No sigamos arando en el mar, y fortalezcamos el espacio de lucha de los trabajadores.

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