2015 año para imponer la unidad |
Alertan que el gobierno se apalancará
también en consejos de trabajadores
Movimiento obrero independiente está atomizado y con
capacidad limitada de maniobra por las trabas del CNE
y el Ministerio del Trabajo, además de la represión de
cualquier protesta
El Nacional
Ana Diaz
30,12.2014
El gobierno comienza la fase final de su estrategia para acabar con los sindicatos, como organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos laborales y democráticos, e implantar en su lugar una estructura militar en las relaciones de trabajo, alertaron fuentes laborales.
“La milicia obrera es una fuerza de choque del modelo socialista autoritario para frenar la alta conflictividad laboral que en 2015 se profundizará por la reincidente negativa gubernamental de discutir los contratos colectivos y los incumplimientos de las convenciones vigentes”, señaló Froilán Barrios, del Frente Autónomo de Defensa del Salario, el Empleo y el Sindicato.
Indicó que la estrategia gubernamental data de 2004 y su primera fase fue disminuir la fuerza de los sindicatos mediante la creación de organizaciones paralelas. “Por cada sindicato opositor surgían tres, al punto de que de 1.700 registrados en 2001 se pasó a más de 6.000, y sin variar el número de afiliados”, precisó el dirigente.
La segunda etapa, agregó, fue el bloqueo de los contratos colectivos para desencantar y cansar a los trabajadores frente a su dirigencia, impedida de celebrar elecciones y legitimarse por las trabas del CNE y del Ministerio del Trabajo.
Barrios advirtió que en la tercera fase, definitiva, se busca barrer la libertad sindical con mecanismos expeditos como la milicia y los consejos de trabajadores para ejercer un control vertical, militar, en el aparato productivo y las relaciones de trabajo.
“El CNE y el Ministerio del Trabajo tienen la orden de desatender los reclamos y trámites de contratos colectivos presentados por los sindicatos no afiliados a la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores”, alertó Serbando Carbone, de la Unión Nacional de Trabajadores, oficialista, y ahora disidente de la política del presidente Nicolás Maduro.
Añadió que el gobierno ha avanzado en su estrategia de acabar con los sindicatos, sin embargo, “tiene un fuerte muro de contención en los sindicatos de base, incluidos los chavistas, que no están dispuestos a renunciar a sus reivindicaciones laborales y democráticas”.
Rolando Díaz, asesor de organizaciones obreras nacionales e internacionales, dijo que el gobierno logró dividir los sindicatos para atomizar el movimiento sindical y así debilitarlo, de manera que la Confederación de Trabajadores de Venezuela y otras centrales anteriores al chavismo están disminuidas igual que la Unete.
Por ello, insistió en que los líderes deben deponer sus diferencias para llevar adelante una verdadera unidad en la acción e impedir la extinción del sindicalismo autónomo. Venezuela registra una baja tasa de sindicalización: se sitúa entre 10% y 11% de 13,5 millones de trabajadores de la población económicamente activa.
Denuncian 250.000 despedidos en sector público
La medida de reducir el gasto en el sector público se ha concretado en despedir trabajadores contratados en los ministerios, empresas, fundaciones e institutos del Estado. “Desde octubre, cuando se acentuó la caída de los precios internacionales del petróleo, han sacado a 250.000 personas”, afirmó el dirigente Serbando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores.
Muchos de los afectados deberían estar en la nómina fija de las instituciones del gobierno porque tienen cinco y hasta quince años trabajando. “La orden de arriba es mantener estos compañeros como contratados para poder salir de ellos de manera expedita”, aseveró.
Carbone precisó que los mecanismos para aplicar reducciones de personal son la eliminación, fusión y reestructuración interna en los organismos, lo cual es permitido por la Ley del Estatuto de la Función Pública. Agregó que todavía quedan en el sector público un millón de funcionarios y obreros contratados.
Advirtió que el gobierno aprovechará los últimos días de 2014 y primeros de enero de 2015 para reducciones adicionales de personal. “Saldrá de nuevo el decreto que prolongará la inamovilidad laboral que se aplicará a los trabajadores del sector privado, pues para los del sector público será letra muerta”, sostuvo
El gobierno comienza la fase final de su estrategia para acabar con los sindicatos, como organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos laborales y democráticos, e implantar en su lugar una estructura militar en las relaciones de trabajo, alertaron fuentes laborales.
“La milicia obrera es una fuerza de choque del modelo socialista autoritario para frenar la alta conflictividad laboral que en 2015 se profundizará por la reincidente negativa gubernamental de discutir los contratos colectivos y los incumplimientos de las convenciones vigentes”, señaló Froilán Barrios, del Frente Autónomo de Defensa del Salario, el Empleo y el Sindicato.
Indicó que la estrategia gubernamental data de 2004 y su primera fase fue disminuir la fuerza de los sindicatos mediante la creación de organizaciones paralelas. “Por cada sindicato opositor surgían tres, al punto de que de 1.700 registrados en 2001 se pasó a más de 6.000, y sin variar el número de afiliados”, precisó el dirigente.
La segunda etapa, agregó, fue el bloqueo de los contratos colectivos para desencantar y cansar a los trabajadores frente a su dirigencia, impedida de celebrar elecciones y legitimarse por las trabas del CNE y del Ministerio del Trabajo.
Barrios advirtió que en la tercera fase, definitiva, se busca barrer la libertad sindical con mecanismos expeditos como la milicia y los consejos de trabajadores para ejercer un control vertical, militar, en el aparato productivo y las relaciones de trabajo.
“El CNE y el Ministerio del Trabajo tienen la orden de desatender los reclamos y trámites de contratos colectivos presentados por los sindicatos no afiliados a la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores”, alertó Serbando Carbone, de la Unión Nacional de Trabajadores, oficialista, y ahora disidente de la política del presidente Nicolás Maduro.
Añadió que el gobierno ha avanzado en su estrategia de acabar con los sindicatos, sin embargo, “tiene un fuerte muro de contención en los sindicatos de base, incluidos los chavistas, que no están dispuestos a renunciar a sus reivindicaciones laborales y democráticas”.
Rolando Díaz, asesor de organizaciones obreras nacionales e internacionales, dijo que el gobierno logró dividir los sindicatos para atomizar el movimiento sindical y así debilitarlo, de manera que la Confederación de Trabajadores de Venezuela y otras centrales anteriores al chavismo están disminuidas igual que la Unete.
Por ello, insistió en que los líderes deben deponer sus diferencias para llevar adelante una verdadera unidad en la acción e impedir la extinción del sindicalismo autónomo. Venezuela registra una baja tasa de sindicalización: se sitúa entre 10% y 11% de 13,5 millones de trabajadores de la población económicamente activa.
Denuncian 250.000 despedidos en sector público
La medida de reducir el gasto en el sector público se ha concretado en despedir trabajadores contratados en los ministerios, empresas, fundaciones e institutos del Estado. “Desde octubre, cuando se acentuó la caída de los precios internacionales del petróleo, han sacado a 250.000 personas”, afirmó el dirigente Serbando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores.
Muchos de los afectados deberían estar en la nómina fija de las instituciones del gobierno porque tienen cinco y hasta quince años trabajando. “La orden de arriba es mantener estos compañeros como contratados para poder salir de ellos de manera expedita”, aseveró.
Carbone precisó que los mecanismos para aplicar reducciones de personal son la eliminación, fusión y reestructuración interna en los organismos, lo cual es permitido por la Ley del Estatuto de la Función Pública. Agregó que todavía quedan en el sector público un millón de funcionarios y obreros contratados.
Advirtió que el gobierno aprovechará los últimos días de 2014 y primeros de enero de 2015 para reducciones adicionales de personal. “Saldrá de nuevo el decreto que prolongará la inamovilidad laboral que se aplicará a los trabajadores del sector privado, pues para los del sector público será letra muerta”, sostuvo
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