Provea
Esperanza Hermida Moreno.
01/08/14
La marcha realizada esta semana por la clase trabajadora sidorista en Guayana, demostró la capacidad de movilización que mantiene el sindicato de la acería más importante del país. Además, evidenció la potencialidad de las luchas sociales, ya que se articuló la solidaridad para enfrentar la agresión de las más altas autoridades del Estado.
Con la participación de sindicatos nacionales y del occidente, oriente y centro del país, la manifestación pacífica y multitudinaria, también tuvo el apoyo del sindicalismo guayanés: Maderas del Orinoco, Refractarios, Venalum, Carbonorca, Ferrominera del Orinoco, Sidetur, CVG, entre otros. El evento mostró que la masa laboral de las empresas básicas y de los organismos públicos, padece el mismo mal: violación a sus derechos. Igualmente, sus consignas y asistencia revelan disposición a defenderlos.
Y es que el prolongado conflicto laboral de SIDOR tiene su principal causa en la mora para el disfrute de beneficios socioeconómicos, debido a un contrato colectivo vencido hace 4 años.
A ello se suman las maniobras gubernamentales para desprestigiar, corromper y desmoralizar la lucha sindical. Entre ellas la peregrina exigencia de "legitimación" de la dirección sindical (mediante elecciones controladas por el CNE), hasta la imposición de condiciones desfavorables para el pago de pasivos laborales.
Parece que el fin de las autoridades del Estado es igual en todas partes: dividir y confundir. No cumplir. Paros constantes de la producción siderúrgica, bien por falta de materia prima o por fallas de maquinarias, marchas en Guayana y Caracas, y huelgas de más de 15 días en los últimos años, expresan la crisis en la conducción de la segunda industria nacional.
Frente a ello hay un proceso de lucha y reivindicación de derechos laborales. Lastimosamente, son reiteradas e infructuosas las reuniones entre SUTISS y diversas dependencias del Estado, que van desde el Ministerio del Trabajo hasta la Presidencia de la República. Ello prueba la incapacidad institucional para resolver la problemática laboral en una empresa donde está presente con mayor crudeza la tercerización. SIDOR se convirtió en un laboratorio de experimentos, donde el gobierno ensaya sus milicias obreras, cooperativas de servicios y su control obrero.
Ante lo que pudiera ser un peligroso agotamiento del diálogo como vía para la solución pacífica de los conflictos, el caso de SIDOR exige la unidad y solidaridad sindical, pues tiene aristas complejas, como el negocio de las cabillas.
Por otro lado, es notoria la presencia de fracciones, grupos y corrientes laborales mayoritariamente afectas al partido de gobierno, que pugnan por el control de SUTISS. La acería acusa una fuerte desinversión y superar este escollo es fundamental para estabilizar la producción de acero líquido. Esta denuncia data de 2008 y se erige en una traba. Desde Provea insistimos: necesario es respetar y cumplir la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
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