Preguntas incómodas

Luis Fuenmayor Toro

· ¿Por qué el ascenso a capitán de Diosdado Cabello, que significó necesariamente su reintegro a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, no significó la pérdida de su curul parlamentaria? Al reincorporarse a la FANB por decisión propia estaba renunciando a su condición de parlamentario, al no poder ejercer como diputado a dedicación exclusiva (artículo constitucional 197) por tener otro cargo y haber aceptado además un cargo público, lo cual no le es permitido por la Constitución Nacional a los diputados (artículo 191).

· ¿Por qué algunos líderes de la MUD se han preocupado tanto por el abandono en que el sector oficial ha dejado a la reclamación venezolana del Esequibo, pero no han dicho absolutamente nada de la desidia de ese mismo Gobierno en relación con la reclamación colombiana sobre el Golfo de Venezuela? ¿Por qué la MUD no ha dicho nada sobre la navegación libre del Orinoco permitida a Colombia por el gobierno de Chávez, primero, y ahora por el de Maduro? En los casos del Esequibo y del Golfo está en juego la integridad territorial de nuestra nación, por lo que ameritan un tratamiento consecuente de todos los venezolanos y no su utilización politiquera en la lucha electoral venezolana.

· ¿Por qué los planes de producción petrolera del Gobierno (Plan de la Patria) son idénticos a los existentes en los programas de gobierno de líderes opositores conservadores como Leopoldo López? Se trata simplemente, en ambos casos, de elevar la producción de petróleo, es decir de materia prima sin mayor valor agregado, a 6 millones de barriles diarios para el año 2019, de manera de obtener un mayor flujo de dólares para la economía venezolana.

· ¿Por qué la oposición de la MUD, que critica prácticamente todo lo que hace el gobierno chavecista, no ha censurado la creación de empresas mixtas por PDVSA con empresas transnacionales, en las que se comparte inconstitucionalmente la propiedad del crudo del subsuelo? Estas empresas mixtas se crearon para la explotación petrolera de la Faja del Orinoco, pero se han ido constituyendo también en otras zonas de explotación de crudo. ¿Será que se trata de decisiones similares a las que se plantearon en el caso de la llamada “apertura petrolera” en los gobiernos de Carlos Andrés Pérez II y Caldera II, a finales del siglo pasado?

· ¿Por qué se critica y se amenaza al gobernador de Miranda Enrique Capriles, en relación con las protestas antigubernamentales tipo guarimbas y barricadas en su estado, pero no se dice nada de la incompetencia del gobernador tachirense Vielma Mora en el control de este mismo tipo de protestas? En este último caso la situación es peor, pues se ha permitido la toma del estado andino por paramilitares colombianos, que están muy bien armados, tienen entrenamiento de guerra y son extranjeros, situaciones inexistentes aún en los casos de los más violentos guarimberos de Altamira, Los Teques, El Hatillo, Baruta y la Panamericana.

· ¿Es democrático y respetuoso de la voluntad popular y de la convivencia pacífica, la utilización de la Sala Constitucional del TSJ, en juicios penales para los que no tiene competencia, “sumarísimos” y sin derecho a la defensa, para destituir alcaldes electos ampliamente por los votantes de sus municipios? ¿Se ha creado un mecanismo perverso para destituir alcaldes y diputados opositores? ¿Se ha encontrado la vía para burlar la soberanía popular y excluir la participación política de cualquier grupo de oposición?

· ¿Por qué el gobierno y sus partidarios, entre ellos insignes periodistas y escritores, están tan indignados con las acciones vandálicas de grupos opositores contra la UNEFA en Táchira, pero nunca se indignaron ni dijeron nada contra las más de 60 acciones vandálicas ejecutadas por militantes chavecistas contra la UCV? En las mismas, se han disparado armas de fuego, lanzado bombas lacrimógenas, usado instrumentos contundentes, irrespetado autoridades académicas y utilizado el fuego, contra estudiantes, profesores, obras de arte, vehículos y salones y oficinas universitarias. Han sido, además, muchísimo más frecuentes, más destructivas y ante testigos más numerosos, por lo que no dejan lugar a dudas sobre su gravedad y su autoría. ¿Cinismo gubernamental?