La balanza de pagos que publica el Banco Central registra que entre 2005 y 2013, asumiendo un estimado para el último trimestre de este año, el país obtuvo por exportaciones petroleras 641 mil 872 millones de dólares, de los cuales, de acuerdo con las cifras de la Vicepresidencia de Economía, fueron asignados a través de Cadivi, Aladi y Sucre unos 282 mil 476 millones, es decir, 44% del total, para todos los requerimientos del sector privado como importaciones, remesas y viajes.
Re-valorización del oro mitiga impacto del déficit que tiene el BCV
La distribución del Boom Petrolero
Víctor Salmerón
El plan de diversificar la economía incrementando el rol del Estado hizo que el Gobierno utilizara la mayor parte del río de petrodólares que ingresó al país en los últimos nueve años, no obstante, tras un agitado proceso de expropiaciones y creación de empresas públicas, el resultado no es el esperado.
La balanza de pagos que publica el Banco Central registra que entre 2005 y 2013, asumiendo un estimado para el último trimestre de este año, el país obtuvo por exportaciones petroleras 641 mil 872 millones de dólares, de los cuales, de acuerdo con las cifras de la Vicepresidencia de Economía, fueron asignados a través de Cadivi, Aladi y Sucre unos 282 mil 476 millones, es decir, 44% del total, para todos los requerimientos del sector privado como importaciones, remesas y viajes.
Aparte de absorber 56% de los petrodólares, unos 359 mil 396 millones de dólares, el Gobierno se endeudó para aumentar sus recursos y las cifras oficiales indican que entre 2005 y 2013 el monto de las facturas en divisas a ser canceladas en el futuro creció 241%, desde 30 mil 534 millones de dólares hasta 104 mil 262 millones.
La distribución de las divisas indica que el sector público, que aporta 35% del PIB, ha absorbido la mayor parte de los petrodólares pero no ha logrado avanzar en la tarea de hacer que la economía sea menos dependiente del petróleo, al contrario, la subordinación a la suerte del barril es absoluta.
Las empresas públicas creadas en los últimos años reportan pérdidas y producen muy por debajo de su capacidad al igual que las que conforman la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), que no pudieron beneficiarse del período de altos precios de las materia primas exportando, en mayor cantidad, hierro, acero y aluminio.
Al mismo tiempo lo poco que exportaba el sector privado ha descendido en medio de la sobrevaluación de la moneda, controles de precios y trabas para el acceso a las divisas, por lo tanto, las exportaciones no petroleras tan solo aportan 2 mil 485 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2013, una magnitud que representa una caída de 56% respecto al mismo lapso de 2005 y se traduce en que 96 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen del barril.
Onda expansiva
Un aspecto clave en el manejo que ha hecho el Gobierno de las divisas es que en promedio cada año Pdvsa solo entrega al Banco Central 44 de cada 100 dólares y el resto fluye hacia una madeja de fondos que administra discrecionalmente.
El tanque de dólares que tiene el Banco Central recibe el nombre de reservas internacionales y de allí salen las divisas que sirven para pagar la deuda externa, otorgar dólares al sector privado vía Cadivi y también cubrir requerimientos del Gobierno como abastecimiento urgente en materia agroalimentaria y salud, seguridad y defensa nacional o desembolsos por tratados internacionales.
Como la cantidad de dólares que recibe de manos de Pdvsa es limitada los desembolsos de divisas que ha hecho el Banco Central entre 2006 y el tercer trimestre de 2013 (última fecha disponible) superan en 19 mil 425 millones a los ingresos, es decir, surgió un elevado déficit que ha debido desplomar las reservas internacionales hasta 10 mil 208 millones de dólares.
No obstante al cierre del tercer trimestre de 2013 las reservas se ubicaron en 23 mil 044 millones de dólares. ¿Por qué ocurre esto a pesar del déficit?
La respuesta es que el Banco Central se ha valido del aumento que tuvo el precio del oro en el mercado internacional para asignar un valor mayor a las barras doradas que forman parte de las reservas, amortiguando el impacto del desajuste.
De esta forma el oro, que tan solo representaba 17% de las reservas internacionales pasó a tener un peso de 72%, la proporción más elevada entre los países de América Latina.
Sin embargo, el oro comenzó a perder brillo en el mercado internacional y la posibilidad de continuar revalorizando las barras doradas para evitar que el déficit entre ingresos y egresos de divisas en el BCV desplome las reservas parece haber llegado a su fin.
De forma simultánea la poca liquidez de las reservas no permite mayor holgura para aumentar los desembolsos de divisas al sector privado y evitar la escasez de productos básicos en los supermercados.
EL Universal
26.01.2014
El plan de diversificar la economía incrementando el rol del Estado hizo que el Gobierno utilizara la mayor parte del río de petrodólares que ingresó al país en los últimos nueve años, no obstante, tras un agitado proceso de expropiaciones y creación de empresas públicas, el resultado no es el esperado.
La balanza de pagos que publica el Banco Central registra que entre 2005 y 2013, asumiendo un estimado para el último trimestre de este año, el país obtuvo por exportaciones petroleras 641 mil 872 millones de dólares, de los cuales, de acuerdo con las cifras de la Vicepresidencia de Economía, fueron asignados a través de Cadivi, Aladi y Sucre unos 282 mil 476 millones, es decir, 44% del total, para todos los requerimientos del sector privado como importaciones, remesas y viajes.
Aparte de absorber 56% de los petrodólares, unos 359 mil 396 millones de dólares, el Gobierno se endeudó para aumentar sus recursos y las cifras oficiales indican que entre 2005 y 2013 el monto de las facturas en divisas a ser canceladas en el futuro creció 241%, desde 30 mil 534 millones de dólares hasta 104 mil 262 millones.
La distribución de las divisas indica que el sector público, que aporta 35% del PIB, ha absorbido la mayor parte de los petrodólares pero no ha logrado avanzar en la tarea de hacer que la economía sea menos dependiente del petróleo, al contrario, la subordinación a la suerte del barril es absoluta.
Las empresas públicas creadas en los últimos años reportan pérdidas y producen muy por debajo de su capacidad al igual que las que conforman la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), que no pudieron beneficiarse del período de altos precios de las materia primas exportando, en mayor cantidad, hierro, acero y aluminio.
Al mismo tiempo lo poco que exportaba el sector privado ha descendido en medio de la sobrevaluación de la moneda, controles de precios y trabas para el acceso a las divisas, por lo tanto, las exportaciones no petroleras tan solo aportan 2 mil 485 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2013, una magnitud que representa una caída de 56% respecto al mismo lapso de 2005 y se traduce en que 96 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen del barril.
Onda expansiva
Un aspecto clave en el manejo que ha hecho el Gobierno de las divisas es que en promedio cada año Pdvsa solo entrega al Banco Central 44 de cada 100 dólares y el resto fluye hacia una madeja de fondos que administra discrecionalmente.
El tanque de dólares que tiene el Banco Central recibe el nombre de reservas internacionales y de allí salen las divisas que sirven para pagar la deuda externa, otorgar dólares al sector privado vía Cadivi y también cubrir requerimientos del Gobierno como abastecimiento urgente en materia agroalimentaria y salud, seguridad y defensa nacional o desembolsos por tratados internacionales.
Como la cantidad de dólares que recibe de manos de Pdvsa es limitada los desembolsos de divisas que ha hecho el Banco Central entre 2006 y el tercer trimestre de 2013 (última fecha disponible) superan en 19 mil 425 millones a los ingresos, es decir, surgió un elevado déficit que ha debido desplomar las reservas internacionales hasta 10 mil 208 millones de dólares.
No obstante al cierre del tercer trimestre de 2013 las reservas se ubicaron en 23 mil 044 millones de dólares. ¿Por qué ocurre esto a pesar del déficit?
La respuesta es que el Banco Central se ha valido del aumento que tuvo el precio del oro en el mercado internacional para asignar un valor mayor a las barras doradas que forman parte de las reservas, amortiguando el impacto del desajuste.
De esta forma el oro, que tan solo representaba 17% de las reservas internacionales pasó a tener un peso de 72%, la proporción más elevada entre los países de América Latina.
Sin embargo, el oro comenzó a perder brillo en el mercado internacional y la posibilidad de continuar revalorizando las barras doradas para evitar que el déficit entre ingresos y egresos de divisas en el BCV desplome las reservas parece haber llegado a su fin.
De forma simultánea la poca liquidez de las reservas no permite mayor holgura para aumentar los desembolsos de divisas al sector privado y evitar la escasez de productos básicos en los supermercados.
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