El ex presidente de Ferrominera fue trasladado anoche desde la sede de la DIM en Caracas hasta la Base de Contra Inteligencia Militar Nro. 51 de Ciudad Bolívar; se estima que hoy será presentado en Tribunales.
Clavel A. Rangel Jiménez
crangel@correodelcaroni.com
Jueves, 11 de Julio de 2013
crangel@correodelcaroni.com
Jueves, 11 de Julio de 2013
El ex presidente de Ferrominera Orinoco, Radwan Sabbagh, pagó sobornos al ex jefe de la División de Asuntos Especiales de la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM) en el estado Bolívar, el coronel Juan Carlos Álvarez Dionisi, por un supuesto temor a que lo involucraran en un expediente armado sobre la base de “chismes” llamado “mafia del hierro”.
En la declaración que rinde a la DGCIM el 8 de mayo, a las 5:30 de la tarde, Sabbagh cuenta
En su historia Sabbagh dice haber conocido a Álvarez a través de una llamada del abogado de Comodities Minerals Enterprise (CME) -cliente de Ferrominera-, Gustavo Blanco, quien le comentó que estaba en Puerto La Cruz con el abogado y empresario, Yamal Mustafá, y que habían conocido al militar de la antigua DIM.
Días después, cuenta, el abogado se presentó en su casa con una foto de un organigrama que había podido capturar en la oficina donde conversaron con el funcionario en Puerto La Cruz.
El papel llevaba por título “mafia del hierro” y entre los personajes vinculaban al ex presidente de FMO, César Bertani, “mi nombre, la junta directiva de Ferrominera, el gerente de comercialización y venta, Juan Aníbal Vásquez, el gerente general de operaciones mineras Eleazar Villalba, la gerente general de administración y finanzas María Rodríguez, el auditor general de Ferrominera Enrique Herrera, y se señala en otro organigrama, en otra página, las empresas tradicionales de Ferrominera”.
Sabbagh dice recordar, entre las lista de clientes que aparecían, a la empresa Duferco y Muszam (Investment INC) de Manuel Mustafá, sobrino de Yamal Mustafá, entre otros.
“Yo le pregunté a él (Gustavo Blanco) de dónde conocía a ese coronel y él me respondió que él, es decir Gustavo Blanco, junto con Yamal Mustafá eran abogados de Luis Velásquez, que había sido detenido meses antes por el caso de las cabillas en Sidor, luego me dijo que el coronel Álvarez Dionisi quería conversar personalmente conmigo (…) Días después me dijo el abogado Gustavo Blanco que el coronel Álvarez Dionisi solamente se reuniría conmigo en la casa del abogado Yamal Mustafá”, dijo.
La reunión pautada se concretó a finales del mes de noviembre de 2011. “Recibí la llamada ese día a las 5:00 de la tarde, me debía dirigir a la casa del abogado Mustafá ubicada en Villa Antillana”.
Sabbagh cuenta haber conversado en la casa de Mustafá -de las cinco veces que se reunieron, dos fueron en la residencia del empresario- sobre su actividad política, el desempeño del coronel en la DIM y el caso de Luis Velásquez.
Mustafá preguntó si todo estaba bien y Álvarez, según el testimonio de Sabbagh, respondió que pronto vendría una comisión a buscarlo. La reacción del empresario fue intervenir y comentar que esa decisión no era conveniente.
En la declaración que rinde a la DGCIM el 8 de mayo, a las 5:30 de la tarde, Sabbagh cuenta
las razones que lo llevaron a aceptar el pago de coimas. “Jamás sentí ni viví una presión tan grande y tan agobiante como cuando conocí al entonces mayor Álvarez Dionisio el cual mentaban Tiburón, a mediados de octubre de 2011”. Así comienza su testimonio, según consta en las actas de las entrevistas realizadas por la DIM, cuyas copias fueron entregadas al diputado Andrés Velásquez.
En su historia Sabbagh dice haber conocido a Álvarez a través de una llamada del abogado de Comodities Minerals Enterprise (CME) -cliente de Ferrominera-, Gustavo Blanco, quien le comentó que estaba en Puerto La Cruz con el abogado y empresario, Yamal Mustafá, y que habían conocido al militar de la antigua DIM.
Días después, cuenta, el abogado se presentó en su casa con una foto de un organigrama que había podido capturar en la oficina donde conversaron con el funcionario en Puerto La Cruz.
El papel llevaba por título “mafia del hierro” y entre los personajes vinculaban al ex presidente de FMO, César Bertani, “mi nombre, la junta directiva de Ferrominera, el gerente de comercialización y venta, Juan Aníbal Vásquez, el gerente general de operaciones mineras Eleazar Villalba, la gerente general de administración y finanzas María Rodríguez, el auditor general de Ferrominera Enrique Herrera, y se señala en otro organigrama, en otra página, las empresas tradicionales de Ferrominera”.
Sabbagh dice recordar, entre las lista de clientes que aparecían, a la empresa Duferco y Muszam (Investment INC) de Manuel Mustafá, sobrino de Yamal Mustafá, entre otros.
“Yo le pregunté a él (Gustavo Blanco) de dónde conocía a ese coronel y él me respondió que él, es decir Gustavo Blanco, junto con Yamal Mustafá eran abogados de Luis Velásquez, que había sido detenido meses antes por el caso de las cabillas en Sidor, luego me dijo que el coronel Álvarez Dionisi quería conversar personalmente conmigo (…) Días después me dijo el abogado Gustavo Blanco que el coronel Álvarez Dionisi solamente se reuniría conmigo en la casa del abogado Yamal Mustafá”, dijo.
La reunión pautada se concretó a finales del mes de noviembre de 2011. “Recibí la llamada ese día a las 5:00 de la tarde, me debía dirigir a la casa del abogado Mustafá ubicada en Villa Antillana”.
Sabbagh cuenta haber conversado en la casa de Mustafá -de las cinco veces que se reunieron, dos fueron en la residencia del empresario- sobre su actividad política, el desempeño del coronel en la DIM y el caso de Luis Velásquez.
Mustafá preguntó si todo estaba bien y Álvarez, según el testimonio de Sabbagh, respondió que pronto vendría una comisión a buscarlo. La reacción del empresario fue intervenir y comentar que esa decisión no era conveniente.
En todo el testimonio del 8 de mayo Sabbagh no deja claro la vinculación de Mustafá con Ferrominera, ni por qué el empresario servía de enlace con el coronel Álvarez
Aquél día, en aquella conversación, les extorsionó usando el expediente de la mafia del hierro. “Yo le dije que todo eso era mentira, que era chisme, él argumentó de un barco con una droga que se encontraba en los puertos de Ferrominera desde el mes de octubre, yo le dije que fue la propia Ferrominera quien hizo la denuncia sobre esa droga y que yo no tenía nada que ver con eso”.
La respuesta del coronel fue “una mirada fría que nunca olvidaré y me dijo textualmente: es más difícil demostrar la inocencia preso que en libertad”, comenta Sabbagh.
Fue gracias a Mustafá que llegaron a una negociación. En un papel el militar escribió “20” en referencia a 20 millones de dólares que debía pagar “a la brevedad posible” para no verse involucrado en el expediente.
Llamar a un amigo
“Me fui a mi casa sin saber muy bien qué es lo que iba a hacer y con gran sentimiento de impotencia, de temor por lo que había pasado, pensé sobre cómo habían actuado en la zona cuando se llevaron a Luis Velásquez, el cual tenía unos meses presos y todavía no había juicio, en ese momento mi único hijo tenía 10 meses de nacido, yo pensé que el mundo se me venía encima”.
Entonces decidió llamar a los gerentes involucrados en el organigrama y solicitarles que se comunicaran con los clientes que figuraban en el documento para que ayudaran a pagar los 20 millones de dólares.
La versión del ex presidente es que el ex gerente de comercialización, Juan Aníbal Vásquez, contactó a Tyron Serrao por la empresa CME, a Julio Silva representante de Duferco y no llamaron a Manuel Mustafá (dueño de Muszam, entre otras) porque “fue cliente esporádico y analizamos el hecho como un ataque político hacia la figura del gobernador, ya que mi persona está muy vinculada con el general Rangel Gómez y con nuestro gobierno bolivariano”.
Para Sabbagh cualquier insinuación o comentario, sobre una empresa como Ferrominera visitada siete veces por el presidente Hugo Chávez, era contraproducente sabiendo que podrían venir de sectores del propio Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que adversan al gobernador de Bolívar.
“Por eso decidimos evitar cualquier comentario y llamar a los clientes antes mencionados para que vinieran a reunirse personalmente con nosotros”.
El primero en concretar la reunión fue Serrao. Según Sabbagh, el empresario -aunque molesto- decidió pagar 10 millones de dólares a lo largo del 2012.
En enero de 2012, Sabbagh dijo que sus gerentes conversaron con el representante de Duferco, Julio Silva. La empresa accedió a “colaborar en el entendido de que, siempre se le da ayuda a los órganos de seguridad del Estado en todos los países del mundo”.
Álvarez, sin embargo, pidió un adelanto de 6 millones de dólares “porque necesitaba pagarle a unos fiscales y a otra gente que catalogaba de jefes, esta situación era terriblemente para mí y extraordinariamente inaudita”.
Para cancelar lo solicitado, los representantes de Duferco pidieron transferir el dinero a la cuenta de Mustafá para evitar pagos a desconocidos.
“En la casa del señor Mustafá, éste conversó por teléfono con el coronel Álvarez, el cual estuvo de acuerdo que se depositara a la cuenta de Mustafá, siempre y cuando el abogado dirigiera esos depósitos a unas cuentas que Álvarez posteriormente le diría”.
A partir de entonces, Sabbagh relata que el acoso del funcionario fue constante y que, entre todos los favores, le pidió atender a Douglas Flores, representante de la empresa Corinsur, a quien se le otorgó un contrato para recuperar material de hierro de los desechos de la planta de pellas.
“Esto se hizo por petición del coronel, además él mismo pidió otro contrato con la misma empresa y otra asociada, que nunca supe cuál era, para extraer mineral de hierro lavado de la laguna de Acapulco, este último contrato nunca se concretó”, dijo.
Además de Flores, según Sabbagh, el funcionario de la DIM le hizo entra en contacto con Eduardo Vargas quien -a su vez- hizo el lobby con el vicepresidente de la república, Nicolás Maduro, a través de su secretario de apellido Amaro, con el objetivo de que éste solucionara unos problemas de repuestos y equipos retenidos en aduana del Seniat en Puerto Ordaz.
Por el enlace, Vargas también habría pedido que se le vendiera mineral de hierro.
Según Sabbagh, un funcionario del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Oscar Maita, también pidió que se le diera una concesión para explotar mineral de hierro en Ciudad Piar. Según el ex presidente, Maita se presentó como “el segundo hombre de la comisión presidencial” presidida por Justo Noguera Pietri, ahora presidente de Sidor.
“El señor Maita logra -mediante presión de ese tipo- que se firmara un contrato con Ferrominera para la explotación del cerro Toribio y cerro Redondo”.
Misceláneas del caso
Aquél día, en aquella conversación, les extorsionó usando el expediente de la mafia del hierro. “Yo le dije que todo eso era mentira, que era chisme, él argumentó de un barco con una droga que se encontraba en los puertos de Ferrominera desde el mes de octubre, yo le dije que fue la propia Ferrominera quien hizo la denuncia sobre esa droga y que yo no tenía nada que ver con eso”.
La respuesta del coronel fue “una mirada fría que nunca olvidaré y me dijo textualmente: es más difícil demostrar la inocencia preso que en libertad”, comenta Sabbagh.
Fue gracias a Mustafá que llegaron a una negociación. En un papel el militar escribió “20” en referencia a 20 millones de dólares que debía pagar “a la brevedad posible” para no verse involucrado en el expediente.
Llamar a un amigo
“Me fui a mi casa sin saber muy bien qué es lo que iba a hacer y con gran sentimiento de impotencia, de temor por lo que había pasado, pensé sobre cómo habían actuado en la zona cuando se llevaron a Luis Velásquez, el cual tenía unos meses presos y todavía no había juicio, en ese momento mi único hijo tenía 10 meses de nacido, yo pensé que el mundo se me venía encima”.
Entonces decidió llamar a los gerentes involucrados en el organigrama y solicitarles que se comunicaran con los clientes que figuraban en el documento para que ayudaran a pagar los 20 millones de dólares.
La versión del ex presidente es que el ex gerente de comercialización, Juan Aníbal Vásquez, contactó a Tyron Serrao por la empresa CME, a Julio Silva representante de Duferco y no llamaron a Manuel Mustafá (dueño de Muszam, entre otras) porque “fue cliente esporádico y analizamos el hecho como un ataque político hacia la figura del gobernador, ya que mi persona está muy vinculada con el general Rangel Gómez y con nuestro gobierno bolivariano”.
Para Sabbagh cualquier insinuación o comentario, sobre una empresa como Ferrominera visitada siete veces por el presidente Hugo Chávez, era contraproducente sabiendo que podrían venir de sectores del propio Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que adversan al gobernador de Bolívar.
“Por eso decidimos evitar cualquier comentario y llamar a los clientes antes mencionados para que vinieran a reunirse personalmente con nosotros”.
El primero en concretar la reunión fue Serrao. Según Sabbagh, el empresario -aunque molesto- decidió pagar 10 millones de dólares a lo largo del 2012.
En enero de 2012, Sabbagh dijo que sus gerentes conversaron con el representante de Duferco, Julio Silva. La empresa accedió a “colaborar en el entendido de que, siempre se le da ayuda a los órganos de seguridad del Estado en todos los países del mundo”.
Álvarez, sin embargo, pidió un adelanto de 6 millones de dólares “porque necesitaba pagarle a unos fiscales y a otra gente que catalogaba de jefes, esta situación era terriblemente para mí y extraordinariamente inaudita”.
Para cancelar lo solicitado, los representantes de Duferco pidieron transferir el dinero a la cuenta de Mustafá para evitar pagos a desconocidos.
“En la casa del señor Mustafá, éste conversó por teléfono con el coronel Álvarez, el cual estuvo de acuerdo que se depositara a la cuenta de Mustafá, siempre y cuando el abogado dirigiera esos depósitos a unas cuentas que Álvarez posteriormente le diría”.
A partir de entonces, Sabbagh relata que el acoso del funcionario fue constante y que, entre todos los favores, le pidió atender a Douglas Flores, representante de la empresa Corinsur, a quien se le otorgó un contrato para recuperar material de hierro de los desechos de la planta de pellas.
“Esto se hizo por petición del coronel, además él mismo pidió otro contrato con la misma empresa y otra asociada, que nunca supe cuál era, para extraer mineral de hierro lavado de la laguna de Acapulco, este último contrato nunca se concretó”, dijo.
Además de Flores, según Sabbagh, el funcionario de la DIM le hizo entra en contacto con Eduardo Vargas quien -a su vez- hizo el lobby con el vicepresidente de la república, Nicolás Maduro, a través de su secretario de apellido Amaro, con el objetivo de que éste solucionara unos problemas de repuestos y equipos retenidos en aduana del Seniat en Puerto Ordaz.
Por el enlace, Vargas también habría pedido que se le vendiera mineral de hierro.
Según Sabbagh, un funcionario del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Oscar Maita, también pidió que se le diera una concesión para explotar mineral de hierro en Ciudad Piar. Según el ex presidente, Maita se presentó como “el segundo hombre de la comisión presidencial” presidida por Justo Noguera Pietri, ahora presidente de Sidor.
“El señor Maita logra -mediante presión de ese tipo- que se firmara un contrato con Ferrominera para la explotación del cerro Toribio y cerro Redondo”.
Misceláneas del caso
Las declaraciones de Sabbagh, según el documento consignado por el diputado de La Causa Radical, Andrés Velásquez, se dieron el 8 de mayo, el mismo día que el ex presidente aseguró estar en Caracas por razones familiares.
La investigación y citación de gerentes en la estatal comenzó el 7 de mayo, pero fue el 12 de junio cuando el presidente Nicolás Maduro anunciara la detención de Sabbagh; hasta la fecha el Ministerio Público no ha informado qué delitos se le imputan.
El presidente del Diario Primicia, Yamal Mustafá, dijo en rueda de prensa - el pasado 18 de junio- que había asistido a una entrevista en la DIM. “Nunca fui detenido, tanto así que no fui yo nada más. Fueron 20 gerentes y todos salieron y quedaron, o quedó presa la persona que tenía que quedar presa. El trato que nos dieron aquí algunos medios de comunicación, en vez de víctimas, nos convirtieron en victimarios, y la persona que era victimaria quedó presa y eso no salió”.
La investigación y citación de gerentes en la estatal comenzó el 7 de mayo, pero fue el 12 de junio cuando el presidente Nicolás Maduro anunciara la detención de Sabbagh; hasta la fecha el Ministerio Público no ha informado qué delitos se le imputan.
El presidente del Diario Primicia, Yamal Mustafá, dijo en rueda de prensa - el pasado 18 de junio- que había asistido a una entrevista en la DIM. “Nunca fui detenido, tanto así que no fui yo nada más. Fueron 20 gerentes y todos salieron y quedaron, o quedó presa la persona que tenía que quedar presa. El trato que nos dieron aquí algunos medios de comunicación, en vez de víctimas, nos convirtieron en victimarios, y la persona que era victimaria quedó presa y eso no salió”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con todos tus comentarios y opiones