Por: Orlando Chirino*
El periodista y dirigente gremial Mario Villegas ha escrito un artículo publicado el 3 de junio en el Diario 2001, titulado "Hoy no caben terceras vías". En dicho artículo Villegas nos emplaza a nuestra organización, el Partido Socialismo y Libertad (PSL), a apoyar la candidatura presidencial de la MUD. "En la Venezuela terrenal del actual momento histórico no hay tercera vía que valga", asegura, y va más allá al decir que criticar al gobierno y a la MUD, o apoyar una candidatura por fuera de las de Chávez y Capriles equivale a "meterle el hombro y ayudar al continuismo". En consecuencia, nos emplaza a apoyar la candidatura de Capriles Radonski.
Sabemos que Villegas es una persona honesta, que merece nuestra consideración. Pero nuestras diferencias políticas no podrían ser mayores.
Acusar de ser cómplices del gobierno a todos los que no comulgamos con las propuestas de la MUD ni apoyamos políticamente a sus partidos y dirigentes, es el mismo método que aplica el gobierno cuando dice que quien no apoye a Chávez es de derecha y proimperialista.
En Venezuela somos muchos los que rechazamos la política antipopular y antiobrera del actual gobierno, y tampoco creemos que la MUD encarne las aspiraciones democráticas y de justicia social de las grandes mayorías explotadas y marginadas de nuestra sociedad capitalista. De allí que tengamos pleno derecho a defender nuestras ideas políticas en el terreno electoral sin ser calificados de cómplices del gobierno o de la MUD.
Más allá de que el terreno electoral haya estado copado en los últimos años por el gobierno y la MUD, muchos venezolanos están hartos de los mismos políticos de siempre, con su demagogia y su corrupción, peleándose la renta petrolera para favorecer los negocios de la boliburguesía, de las transnacionales y de Fedecámaras. A esos venezolanos, a los que no les habla el PSUV y la MUD, nuestra organización está empeñada en plantearles que sí es posible construir una alternativa política de izquierda, que plantee cambios de fondo en nuestra sociedad hacia un verdadero socialismo con democracia.
El socialismo que defendemos no tiene nada que ver con el falso socialismo del siglo XXI del gobierno, con su carga autoritaria y al servicio de las transnacionales y de la burguesía emergente. El presidente Chávez despertó grandes expectativas en la población, al representar la posibilidad de un cambio revolucionario, y nosotros acompañamos a miles de trabajadores en su experiencia con el gobierno, pero esas expectativas se han convertido frustraciones y decepción, debido a que la corrupción y el despilfarro sigue campeando, tal y como lo hacía en tiempos del puntofijismo. El gobierno giró hacia la derecha en los últimos cinco años, golpeando con medidas económicas y políticas los derechos sociales y democráticos de los trabajadores y el pueblo. Como socialistas revolucionarios, tenemos la responsabilidad de defender nuestro proyecto histórico de la deformación corrupta y demagógica que este gobierno ha hecho de los símbolos del socialismo. Esa defensa del verdadero socialismo con democracia obrera es parte de la labor política que desde hace décadas vengo realizando, pues me formé en la corriente histórica que se opuso a la degeneración burocrática y totalitaria de la Unión Soviética bajo el estalinismo.
Estoy convencido de que la clase trabajadora, que es el motor de nuestra sociedad, que todos los días brega por producir y echar adelante el país, bajo condiciones salariales miserables, sin seguridad social, explotada por la burocracia gubernamental y los empresarios, es la clase que debe gobernar nuestro país. Por un gobierno de los trabajadores que nacionalice la industria petrolera en un 100%, sin transnacionales ni empresas mixtas, para que funcione bajo el control democrático de sus empleados, técnicos y obreros, y que la renta se coloque al servicio de salarios dignos, sistemas de salud y educación públicos y de calidad, vivienda, la recuperación de las empresas básicas, entre otras necesidades prioritarias de los trabajadores y el pueblo.
El PSUV y la MUD no son capaces de defender una industria petrolera nacional y parar el saqueo de nuestros recursos.
Construir una referencia política nueva siempre es una pelea a contracorriente, que requiere audacia y valentía, enfrentar toda clase de incomprensiones y la estigmatización de los poderosos. No puede ser de otra manera. Pero para quienes tenemos décadas peleando por la independencia política del movimiento obrero, apoyar al gobierno o a la MUD no es una opción válida. Los trabajadores debemos gobernar, y mi candidatura está al servicio de ese proyecto político.
* Candidato presidencial del Partido Socialismo y Libertad (PSL).
@PSL_vzla
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