1) En
el próximo mes de octubre se realizarán
elecciones presidenciales en Argentina. Cristina Fernández en las recientes
primarias le sacó una amplia ventaja a
sus seguidores. Sin embargo, a pesar de las diferencias todas estas fuerzas
tienen un denominador común: son defensoras de un régimen burgués en alianza
con el imperialismo para superexplotar a los trabajadores y el pueblo
argentinos con el mismo método que gobierna aquí Piñera y antes de él la Concertación,
es decir, precarización de las condiciones laborales, privatización y reducción
del presupuesto en salud, educación, vivienda, jubilación y, como resultado de
todo esto, la transferencia de las superganancias a los grupos económicos
nacionales y extranjeros y el pago puntual y a veces por adelantado de la
ilegítima deuda externa, que como una
pesada carga el país arrastra por años.
2) Sin
embargo ante tanta homogeneidad en la oferta burguesa, surgió el Frente de
Izquierda y de los Trabajadores (FIT) que es la unión de las principales
organizaciones de izquierda en Argentina a saber: Partido Obrero, Partido de
los Trabajadores Socialistas, Izquierda Socialista y otras fuerzas. Esta unión
fue un hecho político que concitó el interés del país porque venía a cumplir el
viejo anhelo de ver la izquierda unida frente a todas las variantes patronales.
Son las fuerzas que han estado dirigiendo y apoyando todas las demandas de los trabajadores y el
pueblo.
El gobierno de
Cristina Fernández conciente de este hecho sacó una ley de elecciones primarias
que estipula que si en ellas un partido o un frente no llega al 1,5%, pierde el derecho a participar. Esta medida
antidemocrática buscaba evidentemente borrar a la izquierda. El FIT al mismo
tiempo que luchaba contra esta medida antidemocrática redobló su campaña para
superar esa cifra limitativa al punto que logró el 2,5 % en las elecciones primarias transformándose en un éxito
resonante.
Por lo tanto la
fórmula Altamira-Castillo estará presente en la confrontación de octubre usando
la tribuna electoral para llamar a los trabajadores a luchar por un salario,
salud, jubilación, educación dignas de la condición humana. Para decirles
además que todas las riquezas del país deben ser estatizadas o re estatizadas
bajo el control de los trabajadores y el pueblo como la única solución de fondo
a los continuos ataques de la burguesía y el imperialismo y que en ese camino
los trabajadores tienen que dirigir el país y construir una Argentina
Socialista.
3) Llama
la atención que en el FIT no esté el MST argentino, el otro importante partido
de izquierda. Y no está porque privilegió hacer un frente con Fernando “Pino”
Solanas con un programa de 5 puntos de corte tibiamente nacionalista con propuestas medio extrañas como “democratizar
la democracia”. Si bien llama a la nacionalización de los recursos naturales y
los servicios públicos no lo hace en el marco que sean los trabajadores y el
pueblo quienes lo controlen, lo cual deja en manos del estado burgués su
administración y ya hemos visto qué pasa cuando se deja el lobo al cuidado de
las ovejas. En síntesis, son 5 puntos totalmente insuficientes para solucionar
los problemas de la Argentina de hoy. Ahora bien, el MST con el Proyecto Sur y
sus cinco puntos se jugaba a que una corriente de decenas de miles de
participantes fueran hacia él como una primera estación hacia un proceso más
radical. Podemos discutir la validez o no de esta táctica, pero vinieron las
elecciones en varias provincias en las que el MST-Proyecto Sur sacó resultados
insignificantes. La próxima decepción electoral la sufriría el propio Pino
Solanas en Capital Federal en la que pretendía ganar esa elección en segunda
vuelta contra Mauricio Macri. El tercer puesto obtenido lejos en solitario
terminaría abruptamente con su ilusión. El broche oro que terminó con este
ilusorio andamiaje del MST culminó con el 0,87%
que sacaron en la elecciones primarias que lo dejaron afuera de la
competencia presidencial. Conclusión la corriente que ellos buscaron no
apareció por ningún lado. Pero lo grave de todo esto no es si esa corriente se
verificó o no sino los medios que el MST usó y que los revolucionarios tenemos
negado utilizar: aliarse a fuerzas burguesas como Luis Juez en Córdoba o la
admisión de que el neoliberal Binner podría ser una aliado circunstancial en
las elecciones. Que no estamos abusando
al afirmar esto lo dice el hecho que el MST (Arg) llegó a
afirmar que un gobierno de los 5 puntos haría avanzar la revolución argentina,
como si dijéramos que Chávez y Evo Morales hacen avanzar la revolución en sus
países.
4) Después
de esta magra experiencia los compañeros de MST no dan el giro que hubiera sido
necesario para retomar el programa de izquierda del cual vienen e
históricamente levantaron. El MST ha dicho que no apoyará al FIT porque hacerlo
significará fortalecer una variante sectaria, pero ¿qué punto del programa del
FIT les parece sectario? El FIT es la
única organización de izquierda en la próximas elecciones y no votar por ella
estaríamos en presencia de un sectarismo de derecha pues con su orientación
favorece a los partidos del sistema.
En el año 2009 el MST
caracterizaba correctamente al Proyecto Sur como una variante centrista del
tipo Chacho Álvarez que terminaría como pata izquierda del sistema. Los
llamamos a retomar esa caracterización y a votar al FIT con todos los
resguardos que crean necesarios y, más aún, pensamos que la orientación más
lógica sería que el MST solicite el ingreso al FIT para potenciar este frente y
desde adentro corregir las orientaciones que puedan juzgar como sectarias.
MST-CHILE
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