Organizaciones e individualidades
El pasado 13 de marzo fue secuestrado Óscar Meya, hermano del capitán Omar Meya, de la comunidad Pemón ubicada en San Luis de Morichal, municipio Sifontes del estado Bolívar. Una semana después el Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón confirmó el asesinato de Óscar Eliezer Meya Lambos a manos de una de las bandas criminales (autodenominadas “sindicatos”) que opera en los pueblos de dicho municipio, cuyos miembros se niegan a entregar el cuerpo la víctima. A esta banda se le acusa también de la muerte de Domingo Cabrera, quien fue asesinado el 30 de julio del 2017. Con Meya serían dos los indígenas de la comunidad San Luis de Morichal que han sido asesinados en los últimos meses.
La ambición por el oro y el desprecio de los pueblos del sur por parte del Estado han traído como consecuencia disputas sumamente violentas entre grupos armados por el control de territorio, siendo los más afectados las comunidades indígenas y los pobladores rurales no indígenas de la región. Existen cientos de noticias, producidas sobretodo en la última década, donde se reportan masacres y crímenes de lesa humanidad perpetrados principalmente por los mal llamados “sindicatos”, a los cuales estarían presuntamente vinculados a los cuerpos de seguridad estatales (militares y policiales) en distintos niveles.
El secuestro en febrero de 2015 de nueve soldados y del para entonces comandante de batallón del Ejército venezolano, Giancarlo Giordani Leal, por parte de comunidades indígenas Ye’kwana y Sanema del río Caura, es sólo uno de los numerosos casos registrados sobre conflictos generados por abusos de efectivos militares en diversas zonas de la entidad. Lo más preocupante es que tanto los indígenas como los pequeños mineros y el resto de los habitantes de estos pueblos afirman que la mayor parte de estos brutales hechos no son publicados por las grandes cadenas privadas de los medios de comunicación, ni tampoco por el sistema informativo oficial controlado por el gobierno. En tal sentido vemos con mucha preocupación como estos acontecimientos se han potenciado, especialmente en los últimos dos años, en que la explotación minera ilegal se ha expandido enormemente en el inmenso territorio decretado por el gobierno como “Arco Minero del Orinoco” (Decreto 2.248), convertiéndose en una gran “Bulla” de expoliación de la Naturaleza.
La ausencia del estado de derecho condiciona todo un escenario de violencia, criminalidad y violación de derechos humanos donde se impone la ley del más fuerte. En estas zonas mineras caracterizadas por presentar los niveles de desigualdad, miseria y pobreza más altos del territorio nacional, los sectores más excluidos, como los pemón en este caso, sufren la violencia y el sometimiento social de estructuras estatales y/o paraestatales, epidemias como la malaria, la depauperación crítica de servicios como el transporte o la asistencia sanitaria, y un claro desplazamiento de sus territorios. Como lo expresó un indígena indignado por los recientes acontecimientos: “Ésta situación se viene suscitando desde hace años atrás, ya que la comunidad Pemón del Morichal no ha dado su brazo a torcer en la defensa de sus territorios ancestrales y en contra de la explotación minera. El año pasado fue asesinado un integrante de la comunidad y así van; la violencia de los denominados sindicatos busca empoderarse, vivimos bajo una zozobra permanente.”
Es histórica la férrea resistencia que las comunidades Pemón mantienen por la defensa de sus territorios contra intereses ajenos que pretenden someterlos o desplazarlos para extraer recursos minerales del área. Por ello, los abajo firmantes nos solidarizamos con la lucha de los Pemón y demás comunidades indígenas sometidas a los flagelos mencionados. De igual forma acompañamos al Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón en su exigencia de una urgente actuación de los organismos competentes en áreas de derechos (Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Poder Popular para Asuntos Indígenas) ante la negativa del “sindicato” de entregar el cuerpo de Oscar Meya y las prácticas de amedrentamiento que aplican contra los indígenas, así como la demanda del reinicio del proceso de demarcación de los territorios.
NO A LA ENTREGA DE LOS TERRITORIOS ANCESTRALES DE LOS PEMONES Y DEMÁS PUEBLOS ORIGINARIOS PARA LA EXPLOTACIÓN MINERA
NO A LA DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD Y EL PATRIMONIO HÍDRICO DEL AMAZONAS
Firman:
Organizaciones:
Plataforma contra el Arco Minero
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Revista SIC (perteneciente al Centro Gumilla)
Marea Socialista
Observatorio de Ecología Política
Grupo Ecológico de San Pedro
PROVEA
Fundación Nativo
Ecoclima21
Acceso a la Justicia
Sociedad Hominis Lura (SOHI)
Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI). Universidad de Los Andes (ULA)
Observatorio de Derechos Humanos. Universidad de Los Andes (ULA)
Cátedra de Derechos Humanos. Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado
SOS Orinoco
Laboratorio de Paz
La Cabra Films, C. A.
Observatorio de Ecología Política
El Zancudo Digital
Fundación La Tortuga
Red Ara
Orlando Chirino, dirigente nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma y del Partido Socialismo y Libertad
Miguel Ángel Hernández, secretario general del Partido Socialismo y Libertad
José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela
Omar Vázquez Heredia, profesor universitario y activista de la Oposición de Izquierda en Lucha
Francisco Luna, secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela
Tibisay Maldonado Lira – Promotora Cultural
Edgar Pérez Rueda – Docente ULA
Angel Delgado Machado
Dora Dam de Monsalve – Psicóloga UCV
Mary Monsalve Dam – Periodista UCV
Daisy J. Barreto Ramos – Antropóloga UCV
Teresa Ontiveros Acosta – Docente Antropología UCV
Pavel Rondón
Aimé Tillet
Ofelia Alvarez Cardier
El pasado 13 de marzo fue secuestrado Óscar Meya, hermano del capitán Omar Meya, de la comunidad Pemón ubicada en San Luis de Morichal, municipio Sifontes del estado Bolívar. Una semana después el Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón confirmó el asesinato de Óscar Eliezer Meya Lambos a manos de una de las bandas criminales (autodenominadas “sindicatos”) que opera en los pueblos de dicho municipio, cuyos miembros se niegan a entregar el cuerpo la víctima. A esta banda se le acusa también de la muerte de Domingo Cabrera, quien fue asesinado el 30 de julio del 2017. Con Meya serían dos los indígenas de la comunidad San Luis de Morichal que han sido asesinados en los últimos meses.
La ambición por el oro y el desprecio de los pueblos del sur por parte del Estado han traído como consecuencia disputas sumamente violentas entre grupos armados por el control de territorio, siendo los más afectados las comunidades indígenas y los pobladores rurales no indígenas de la región. Existen cientos de noticias, producidas sobretodo en la última década, donde se reportan masacres y crímenes de lesa humanidad perpetrados principalmente por los mal llamados “sindicatos”, a los cuales estarían presuntamente vinculados a los cuerpos de seguridad estatales (militares y policiales) en distintos niveles.
El secuestro en febrero de 2015 de nueve soldados y del para entonces comandante de batallón del Ejército venezolano, Giancarlo Giordani Leal, por parte de comunidades indígenas Ye’kwana y Sanema del río Caura, es sólo uno de los numerosos casos registrados sobre conflictos generados por abusos de efectivos militares en diversas zonas de la entidad. Lo más preocupante es que tanto los indígenas como los pequeños mineros y el resto de los habitantes de estos pueblos afirman que la mayor parte de estos brutales hechos no son publicados por las grandes cadenas privadas de los medios de comunicación, ni tampoco por el sistema informativo oficial controlado por el gobierno. En tal sentido vemos con mucha preocupación como estos acontecimientos se han potenciado, especialmente en los últimos dos años, en que la explotación minera ilegal se ha expandido enormemente en el inmenso territorio decretado por el gobierno como “Arco Minero del Orinoco” (Decreto 2.248), convertiéndose en una gran “Bulla” de expoliación de la Naturaleza.
La ausencia del estado de derecho condiciona todo un escenario de violencia, criminalidad y violación de derechos humanos donde se impone la ley del más fuerte. En estas zonas mineras caracterizadas por presentar los niveles de desigualdad, miseria y pobreza más altos del territorio nacional, los sectores más excluidos, como los pemón en este caso, sufren la violencia y el sometimiento social de estructuras estatales y/o paraestatales, epidemias como la malaria, la depauperación crítica de servicios como el transporte o la asistencia sanitaria, y un claro desplazamiento de sus territorios. Como lo expresó un indígena indignado por los recientes acontecimientos: “Ésta situación se viene suscitando desde hace años atrás, ya que la comunidad Pemón del Morichal no ha dado su brazo a torcer en la defensa de sus territorios ancestrales y en contra de la explotación minera. El año pasado fue asesinado un integrante de la comunidad y así van; la violencia de los denominados sindicatos busca empoderarse, vivimos bajo una zozobra permanente.”
Es histórica la férrea resistencia que las comunidades Pemón mantienen por la defensa de sus territorios contra intereses ajenos que pretenden someterlos o desplazarlos para extraer recursos minerales del área. Por ello, los abajo firmantes nos solidarizamos con la lucha de los Pemón y demás comunidades indígenas sometidas a los flagelos mencionados. De igual forma acompañamos al Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón en su exigencia de una urgente actuación de los organismos competentes en áreas de derechos (Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Poder Popular para Asuntos Indígenas) ante la negativa del “sindicato” de entregar el cuerpo de Oscar Meya y las prácticas de amedrentamiento que aplican contra los indígenas, así como la demanda del reinicio del proceso de demarcación de los territorios.
NO A LA ENTREGA DE LOS TERRITORIOS ANCESTRALES DE LOS PEMONES Y DEMÁS PUEBLOS ORIGINARIOS PARA LA EXPLOTACIÓN MINERA
NO A LA DESTRUCCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD Y EL PATRIMONIO HÍDRICO DEL AMAZONAS
Firman:
Organizaciones:
Plataforma contra el Arco Minero
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Revista SIC (perteneciente al Centro Gumilla)
Marea Socialista
Observatorio de Ecología Política
Grupo Ecológico de San Pedro
PROVEA
Fundación Nativo
Ecoclima21
Acceso a la Justicia
Sociedad Hominis Lura (SOHI)
Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI). Universidad de Los Andes (ULA)
Observatorio de Derechos Humanos. Universidad de Los Andes (ULA)
Cátedra de Derechos Humanos. Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado
SOS Orinoco
Laboratorio de Paz
La Cabra Films, C. A.
Observatorio de Ecología Política
El Zancudo Digital
Fundación La Tortuga
Red Ara
Orlando Chirino, dirigente nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma y del Partido Socialismo y Libertad
Miguel Ángel Hernández, secretario general del Partido Socialismo y Libertad
José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela
Omar Vázquez Heredia, profesor universitario y activista de la Oposición de Izquierda en Lucha
Francisco Luna, secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela
Tibisay Maldonado Lira – Promotora Cultural
Edgar Pérez Rueda – Docente ULA
Angel Delgado Machado
Dora Dam de Monsalve – Psicóloga UCV
Mary Monsalve Dam – Periodista UCV
Daisy J. Barreto Ramos – Antropóloga UCV
Teresa Ontiveros Acosta – Docente Antropología UCV
Pavel Rondón
Aimé Tillet
Ofelia Alvarez Cardier
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con todos tus comentarios y opiones