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domingo, 9 de octubre de 2016

“Antes de morirse de difteria, mi hijo me preguntó si eso mataba” [+ video]


Correo del Caroní
Por Marcos David Valverde



Las madres de Abismael Espinoza (8 años) y de Dariervys Brazón (6 años) están de luto por la muerte reciente de sus hijos a causa del repunte de casos de difteria en el estado Bolívar. Sus testimonios, cargados de dolor por la intempestiva pérdida, borran cualquier intento de manipulación gubernamental para minimizar el impacto de esta enfermedad.
Ya en una cama del hospital de Guaiparo, 
antes de que un paro respiratorio lo dejara
inconsciente, Abismael Espinoza, de ocho años, tenía el anhelo de regresar a mecerse en el columpio que está en el frente de su casa.

Es aquí, en el terraplén en el que, además, hay un tobogán y unas barras, en donde prefería estar con sus amigos. Hasta hace dos semanas solía hacerlo. Ya no. Murió en la tarde del sábado 24 de septiembre, dos días después del paro respiratorio. Fue otra víctima de la difteria, esa enfermedad que no portaba por Venezuela desde hacía más de dos décadas.

Su mamá y una de sus hermanas ven el parque desde la entrada de la casa, en Valle Verde, un caserío en la vía a El Rosario, San Félix. La calle en la que viven se llama 27 de Febrero, y ahora, además del solazo de estas 3:00 de la tarde, solo se ven ellos y otra vecina con su hija.


A la mamá de Abismael, Gregoria Rodríguez, todos acá la llaman Goya. En un principio, todos recomiendan lo mismo: “no le preguntes nada que no quiere hablar de eso”. Incluso, ella misma erige un muro que, minutos después, cae por el peso de una frase de ella misma: “Así como se murió mi niño, ¿se van a tener que morir otros? ¿Por qué esto no lo sacaron a la luz pública si se murieron dos niños? ¿Por qué no lo dijeron? ¿Por qué tuvieron que esperar que mi hijo se muriera de difteria para que sacaran esto a la luz?”.

Con esto, Goya se refiere a la política gubernamental que ha imperado en torno de la enfermedad: el silencio. La desinformación. Tanto, que la primera vez que escuchó hablar sobre la difteria fue porque mató a su hijo.


Confusiones

El 18 de septiembre dos organizaciones médicas, la Red Defendamos la Epidemiología y la

Sociedad Venezolana de Salud Pública, emitieron un comunicado conjunto que tenía como sustento principal una denuncia: tres niños habían muerto con síntomas sospechosos de difteria en el estado Bolívar.

Los tres casos eran provenientes del municipio Sifontes, al sur de Bolívar. En ese momento, Abismael aún no estaba hospitalizado pero comenzaba a sentirse mal. Los síntomas que tenía eran los de un resfriado acompañado por una persistente amigdalitis.

“Él empezó con fiebre y dolor de garganta el jueves (15 de septiembre). Yo pensaba que era una gripecita y luego le dio el dolor en la garganta. El lunes (19) tenía el dolorcito y me dijo que no podía comer. Como uno está acostumbrado a que la amigdalitis es así, le di amoxicilina, pero no le hizo nada”.

El martes 20 supo que ninguno de sus diagnósticos eran ciertos: en la garganta de Abismael había algo blanquecino, algo como un pegoste de leche en polvo pegado en el paladar blando y en la pared de la faringe. Por eso actuó, y el miércoles a las 6:00 de la mañana, Goya y Abismael salieron de la casa con rumbo al pediátrico del Hospital Dr. Raúl Leoni. Doce horas después, lo hospitalizaron.

“Una doctora fue sincera y me dijo: lo que tiene tu niño es grave y se han muerto otros dos por eso y tenemos una en terapia intensiva. Y también me dijo ese nombre: difteria”, recuerda. Cayó en cuenta de que el asunto era más grave que lo se suponía porque al niño le tomaron decenas de fotos. Al día siguiente del ingreso, sufrió el paro y, dos después, murió. Ese sábado, 24 de septiembre.

“A él le fueron a meter oxígeno y de la desesperación no pudo más. Antes de morirse, me preguntó: Mami, ¿eso mata? Yo sabía que era grave y que se habían muerto dos niños. Por otra parte yo digo: ¿Tuvieron que esperar que mi hijo se muriera para sacar eso a la luz? Porque si había dos niños muertos y dos en terapia, ¿por qué no lo sacaron a la luz, a la radio, por qué no lo dijeron?”, increpa.



Un grupo de médicos del Pediátrico Menca de Leoni recibió hace dos semanas una visita de representantes del Ministerio del Poder Popular para la Salud. En ella hubo una orden: estaba prohibido hablar de difteria, a pesar de que en Sifontes (el municipio en el que apareció nuevamente a partir, según creen, de un caso importado de Brasil) ya había doce muertos por la enfermedad.

Ese número de fallecimientos los llevó a denunciar lo que estaba ocurriendo. En todos esos casos. Uno de ellos fue el de la niña Dariervys Yanetzis Brazón Bastardo, de seis años.

En el patio de su casa, y con sus otros tres hijos, sostiene el certificado de defunción. Allí, en el documento, resaltan como causas de muerte: shock séptico, insuficiencia respiratoria, neumonía bilateral. Y, finalmente, difteria laríngea (sic).

“Ella decía que el dolor era para tragar. Yo la llevé a unos cubanos y al CDI de Bella Vista y en los dos me dijeron que eso era viral. Como estaba vomitando, me mandaron a darle una pastilla”, cuenta.

La niña no dejaba que le vieran la garganta. Supieron que había algo que no estaba bien

porque le dieron de tomar un guarapo que escupió: lo que echó tenía un olor fétido.

“La llevamos al módulo de Vista al Sol. Me dijeron que estaba bastante malita y la refirieron a Guaiparo. Allí le vieron las cositas blancas y el doctor me dijo inmediatamente que era difteria. Sí me habló claro y había pocas posibilidades de que se salvara”. La madre de Dariervys pensó lo mismo que la madre de Abismael: que todo era un resfriado y una amigdalitis.

A medida que avanzaban los días, se percataba de que Dariervys no viviría. Los médicos lo recalcaban y su madre no hacía más que llorar. Dariervys la veía y le decía: “yo no me voy a morir, porque Diosito es grande y Diosito me va a ayudar”. Por eso, la convicción religiosa de Alexandra no la deja caer en cuenta de que sí murió en la medianoche del 28 de septiembre.

“Yo nunca había escuchado hablar sobre la difteria”, insiste Alexandra. Es que los mismos médicos de Guaiparo que ahora hablan no habían escuchado casi al respecto: ¿cómo iban a escuchar, si la enfermedad estaba erradicada de Bolívar desde hacía 24 años? Pero resucitó.

Hoy, a diferencia de Dariervys, de Abismael o de un personaje al que las consignas partidistas insisten en decir que vive, la difteria sí está de vuelta. Al menos, 20 niños han muerto en Bolívar este año por la enfermedad. Mientras la muerte los calla, el Gobierno quiere callar lo que ocurre. No pudo. La difteria, además de mortal, ha resultado ser muy escandalosa.



El resurgimiento de la difteria en once fechas claves

Los reportes de casos de difteria en el estado Bolívar obligaron a las autoridades de Epidemiología a mirar atrás en las historias de muertes. Allí encontraron que varios casos coincidían con la clínica típica de la enfermedad. El primero de los casos data de abril.

Desde entonces se contabilizan 22 muertes con la sintomatología del padecimiento y, aunque más de 20 días han transcurrido desde el primer caso en septiembre, las autoridades no develan aún los resultados de las muestras enviadas al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, en Caracas.

Septiembre, 12

Dariannys Rojas, de 6 años de edad, ocupa los primeros lugares en las estadísticas de muerte por difteria. Una pediatra del Hospital Pediátrico Menca de Leoni, de Guaiparo contó a Correo del Caroní que la niña, proveniente del municipio Sifontes, ingresó el viernes 9 de septiembre con la faringe necrosada. El sábado 10 la operaron para atacar los abscesos que tenía detrás de la faringe, pero dos días después murió. El caso no trascendió a la luz pública.

Septiembre, 18

La Red Defendamos la Epidemiología y la Sociedad Venezolana de Salud Pública denuncia la muerte de tres niños del km 88, al sur de Bolívar, que presentaron los síntomas típicos de la difteria y “fallecieron pocos días después de presentar lesiones en faringe. Por la evolución tórpida del caso y por nexo epidemiológico en la procedencia de los casos, la enfermedad parece corresponder a difteria”, un padecimiento extinguido hace 24 años. El último caso se reportó en 1992.

Septiembre, 24

Muere Abismael Espinoza, de ocho años, el quinto caso con la clínica típica de la difteria. Estaba recluido en el Pediátrico Menca de Leoni, en San Félix. Vivía en El Rosario, en San Félix. Una foto de su garganta permite observar la capa blanquecina, propia de la enfermedad.

Septiembre, 26

El gobernador Francisco Rangel Gómez confirma 13 casos de difteria en el estado Bolívar, de acuerdo con el diario Primicia. “Estamos atacándola con un equipo focalizado en todos los puntos, precisamente en el municipio Sifontes, sector San Antonio, donde se encuentra el riesgo, tenemos todo un equipo trabajando para solucionar, no solo los casos de difteria, sino de paludismo y todas las enfermedades”, resaltó, al tiempo que anuncia un plan de vacunación masivo.

Los ambulatorios son abarrotados por personas en busca de vacunas. Ese día se contabilizan dos pacientes en terapia intensiva y otros cuatro bajo cuidados médicos en el hospital de Guaiparo.

Septiembre, 27

8 días después de la alerta de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, el ejecutivo regional activa un plan de vacunación masivo. “Apenas supimos la existencia de estos casos se ordenó un despliegue de los equipos del Instituto de Salud Pública para verificar las causas de estos y determinar un plan de acción para frenar su propagación”, señaló el mandatario regional. El foco se concentra en Sifontes.

Septiembre, 28

Correo del Caroní revela que desde abril se registran casos de difteria del conocimiento de las autoridades sanitarias. “Ya en junio había casos confirmados y en julio hicieron pruebas de reacción en cadena de polimerasa (PCR) para difteria a tres muertos de Tumeremo. Los tres dieron positivo”, explicaron médicos del hospital de Guaiparo, que contabilizan -desde abril hasta principios de septiembre- 17 muertes: 12 en el municipio Sifontes y 5 en Caroní.

Las colas por vacunas se hacen más largas y las inmunizaciones no se consiguen con facilidad. En el Pediátrico Menca de Leoni se decide cerrar la emergencia por el colapso generado.

Septiembre, 29


Muere Daryervis Yanetzis Brazón Bastardo, de seis años, luego de tres días hospitalizada en la unidad de cuidados intensivos del Pediátrico Menca de Leoni. La niña residía en Brisas del Sur, San Félix.

De ese mismo día se reporta la muerte de dos niños pemones de la comunidad El Vapor, en el municipio Sifontes, por síntomas propios de la difteria, informó el diputado a la Asamblea Nacional, Américo De Grazia.

Octubre, 2

Tras días de intensa vacunación, la ministra de Salud, Luisana Melo, llega al estado Bolívar, a propósito del brote de difteria. No dio declaraciones a los medios de comunicación. Tras una reunión con el gobernador Rangel Gómez, estaba previsto su traslado al municipio Sifontes. Aún no ha dado un balance oficial de la enfermedad y de los resultados de las muestras enviadas al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.

Octubre, 3

La Dirección de Epidemiología Regional del estado Monagas eleva a nivel de alerta la vigilancia por difteria, debido a los casos sospechosos en Bolívar.

En Anzoátegui, el presidente del Instituto de la Salud del estado Anzoátegui, Eduardo Martínez, confirmó un caso sospechoso de difteria en una niña de cuatro años que presentó los síntomas de la enfermedad y fue recluida en el Hospital Dr. Rafael Tobías Guevara Rojas de Barcelona.

Octubre, 4

En Maturín, un niño de 17 meses que regresaba del estado Bolívar presentó fiebre, tos seca y membranas purulentas en un lado de la garganta, reseñó El Nacional. Fue ingresado al centro de salud el domingo a las 4:00 de la tarde, pero falleció 12 horas después. El cuadro es similar al de la difteria.

Octubre, 4

“Científicamente no se ha comprobado ningún caso de difteria. Todas las autoridades de salud se desplegaron por el estado”, escribió el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, en su cuenta en Twitter.

El director nacional de Epidemiología del Ministerio del Poder Popular para Salud (MPPS), Ángel Melchor, visita el estado Bolívar y precisa que 900 mil niños, jóvenes y adultos han sido vacunados en el estado Bolívar contra la difteria y otras 13 enfermedades inmunoprevenibles.

Un avión de la Fuerza Armada Nacional (FAN) arribó a Ciudad Guayana con 400 mil dosis de vacunas.

Octubre, 5

En total, el número de víctimas desde la reaparición de la enfermedad -en abril- asciende a 22 personas, residenciadas en los municipios Sifontes y Caroní. Médicos del Pediátrico Menca de Leoni aseguran que, el área, está técnicamente en estado de emergencia por la situación. “La semana pasada murió un adulto, probablemente por difteria. Esta semana ingresaron cuatro pacientes sospechosos, incluyendo una adulta”, informó el secretario general del Colegio de Médicos del estado Bolívar, seccional Ciudad Guayana, Hugo Lezama.

 
24 días sin resultados oficiales

Desde el 12 de septiembre, cuando murió la niña Dariannys Rojas han transcurrido 24 días. Los suficientes como para que las autoridades tengan en sus manos el resultado de las muestras enviadas al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel con la certeza o no de la enfermedad. Autoridades no han revelado aún las conclusiones de estos estudios ni del resto de las muertes desde septiembre.

Aeropuertos y vías terrestres sin cerco. Pese a la alerta generada por los reportes de casos de difteria, no ha habido cerco epidemiológico en vías terrestres ni aeropuertos. “Debería solicitarse la tarjeta de vacunación a quienes salen de Ciudad Guayana (…) porque la idea es hacer el cerco para que no se expanda a estados vecinos”, resaltó Meridali Gómez, pediatra y representante de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría del estado Bolívar.

7 hospitalizados en Guaiparo. Siete personas con casos sospechosos de difteria permanecían hospitalizadas este miércoles en Guaiparo, entre éstas una doctora residente, de tercer año de pediatría, que estuvo en contacto con portadores de la bacteria. “Con la alerta máxima que tenemos, se le administró el tratamiento y está fuera de peligro”, informó el secretario general del Colegio de Médicos del estado Bolívar, seccional Ciudad Guayana, Hugo Lezama.

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