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sábado, 2 de febrero de 2019

Mi posición sobre la injerencia de Trump y la lucha contra la dictadura en Venezuela

Por Emilio Ortiz Guinand
Extemp"F"oraneo


Introducción


31 de enero de 2019. En las últimas semanas he presenciado entre los venezolanos el crecimiento de una simpatía velada o abierta a la posibilidad de una intervención norteamericana en Venezuela. Se ha llegado a un punto en el que pareciera que o se está a favor de una intervención, o se está con la dictadura de Maduro. En este mismo sentido he visto como muchos venezolanos consideran superfluo que además la intervención sea auspiciada por la administración de Donald Trump. Curiosamente, a algunos de esos venezolanos les tiene sin cuidado la política xenófoba de Trump hacia los inmigrantes mexicanos y centroamericanos, entre otros, y sin embargo denuncien – con justicia – los actos xenófobos de pueblos latinoamericanos contra los venezolanos en naciones como Ecuador, Brasil o Perú. Yo no acepto el chantaje de que nadie me ubique del lado madurista – chavista. Hay mucho de película norteamericana en la cabeza de esos venezolanos que creen que una eventual invasión sería un plan perfecto, con bombas lanzadas sólo en puntos muy claves y sin ninguna consecuencia para la población civil. Imágenes de soldados norteamericanos heroicos que después de la batalla reparten chocolates a los niños. Imágenes de una nación que es capaz de intervenir en otro país para salvaguardar la libertad y la democracia. Han llegado al punto de insinuar que más muertos hay en Venezuela sin una intervención de los Estados Unidos. ¡Qué vergüenza!

A esto ha llevado al pueblo venezolano la dictadura de Maduro y el socialismo del siglo 21. Este es el resultado de un capitalismo de estado, vicioso, corrupto como ninguno, formado por una caterva de lúmpenes que protegidos por Chávez, se hicieron del poder y han liquidado al país.

El pueblo venezolano tiene el absoluto derecho a derribar la tiranía, arrestar a sus protagonistas de ser posible y hacerles pagar por sus crímenes, pero esa es una obra que sólo los venezolanos deben tomar en sus manos. A continuación mi posición:

martes, 29 de enero de 2019

¡Fuera Maduro con la movilización autónoma del pueblo trabajador! Ni Trump, ni militares, ni Guaidó y los partidos patronales de la Asamblea Nacional. No a la injerencia imperialista, de USA, la Unión Europea y el Grupo de Lima

 

Por Partido Socialismo 
y Libertad (PSL)

28 de enero de 2019. La situación no se aguanta más. La crisis política y social es muy grave.Ya no se suporta el hambre, ni la falta de medicamentos ni la represión. Los trabajadores y el pueblo quieren que se vaya Maduro y su régimen cívico-militar. Por eso crecen las protestas y la lucha popular.

El pasado 23 de enero se produjo en Caracas una gigantesca movilización, con una importante participación de trabajadores y habitantes de sectores populares. Esta masiva movilización se reprodujo en las principales ciudades del país, donde por millares, el pueblo venezolano se manifestó contra el gobierno hambreador de Nicolás Maduro.

En los días previos al 23 de enero, y ese mismo día, miles de pobladores de comunidades populares de Caracas y otras ciudades del país, salieron a protestar con barricadas y trancando calles, contra el gobierno.

Los partidos patronales agrupados en la Asamblea Nacional (AN), convocaron a esta movilización para propiciar la intervención militar y de Trump. La AN y su presidente Juan Guaidó, subordinado al imperialismo y con el respaldo total de los gobiernos patronales del Grupo de Lima, pretenden dividir a las Fuerzas Armadas con el objetivo de propiciar un golpe.

domingo, 27 de enero de 2019

Jueves 31 de enero, próxima audiencia del caso de Rodney Álvarez


Corriente Clasista Unitaria 

Revolucionaria y Autónoma Ccura.

Notificamos a los trabajadores de las empresa básicas de Guayana, a los trabajadores del país, a la ITV, como a todos los que asumimos la lucha por la libertad de Rodney Álvarez, que la audiencia convocada por los tribunales para que se efectuase el pasado 24 de enero de 2019, quedó diferida para el jueves 31 del mes y año que transcurre.

Después de más de siete años en la lucha por su libertad, no podemos entender esta nueva demora sino como un acto más de dilación y retardo procesal. 


La asistencia de los testigos –programada para la audiencia anterior- es algo que debemos garantizar. De ello depende el progreso del caso, una vez que ya empezadas las audiencias. Los compañeros de Ferrominera Orinoco, -FMO- han venido marcando la pauta en la denuncia del caso y las actividades en los portones de la empresa, con el objetivo de que los testigos se trasladen. Esta próxima audiencia debemos garantizarla con su total asistencia.  

La Asamblea Nacional quiere volver a negociar con sectores del gobierno de Nicolás Maduro. Un análisis de las transiciones negociadas y ordenadas


Por Omar Vázquez Heredia, 
militante del Partido Socialismo y Libertad (PSL)

1.- Una aproximación teórica

En las ciencias políticas existe un área de investigación sobre las condiciones necesarias y las consecuencias de los procesos de transición de regímenes políticos. En la inmensa mayoría de las ocasiones, los politólogos que se han especializado en la definición de concepciones interpretativas generales, estudios comparados y reflexiones académicas de casos particulares restringieron y restringen su enfoque analítico al cambio de un régimen político autoritario a un régimen político propio de la democracia formal y electoral. Desde esa perspectiva, esos investigadores de las ciencias políticas desestiman un análisis del aparato del Estado en tanto una expresión institucional de las relaciones sociales dominantes, y solo focalizan su mirada en el régimen político (las normas, procedimientos y principios que regulan el acceso y el ejercicio de las competencias de la institucionalidad estatal). Entonces, su objetivo es ofrecer recomendaciones generales para que en las diferentes experiencias históricas ocurra una transición negociada y ordenada de régimen político, que impida una crisis del aparato del Estado y de las relaciones sociales dominantes que pueda derivar en una revolución socialista o en una rebelión popular que pueda condicionar al nuevo sistema político.

Los estudios académicos sobre las transiciones de regímenes políticos obtienen centralidad en los años 70 y 80 del siglo XX, con las crisis más o menos conflictivas de las dictaduras fascistas de Francisco Franco en España y Antonio Salazar en Portugal, las dictaduras contrainsurgentes y pro-estadounidenses en América Latina, y las dictaduras estalinistas en Europa oriental. Un contexto histórico que terminó signado en Latinoamérica y en el este europeo por transiciones que desembocaron en el establecimiento de democracias formales y electorales, ajustadas a la permanencia e implantación de una institucionalidad estatal al servicio de los intereses y requerimientos unilaterales de los capitales transnacionales y locales, el llamado tradicionalmente como neoliberalismo. Claro, al ocurrir esos cambios políticos de un modo ordenado y negociado fue imposible una modificación progresiva de las correlaciones de fuerzas entre las clases fundamentales y los sectores políticos antagónicos, que al menos impusiera la necesidad de incluir en la agenda del aparato del Estado a las necesidades de las clases populares.