Petroleros: Queremos fuera a los militares y personal extranjero que está en Pdvsa

Trabajadores petroleros marchan a Edif Administrativo 

Por José Camacho 

Asamblea en el interior de las instalaciones 

Crónica.uno
@josecamacho13

11 de octubre de 2018. (Fotos José Camacho). Trabajadores de la industria petrolera marcharon ayer hasta el edificio sede de Pdvsa en Puerto La Cruz, en rechazo a la firma de los nuevos tabuladores salariales, celebrada entre el Gobierno Nacional y representantes de la empresa. Exigieron, además, la salida del personal ruso, chino, cubano e iraní, por considerarlos culpables de la destrucción del holding estatal.

Puerto La Cruz. “Nosotros queremos fuera a los militares no solo de la industria petrolera, los queremos fuera de las empresas del Estado, las llevaron a la ruina. Rechazamos ese paquetazo que firmaron ayer (miércoles) Delcy Rodríguez y unos gerentes de la industria que no consultaron a la masa trabajadora”.

Con esas consignas, los trabajadores petroleros de Anzoátegui cerraron la segunda semana de protestas en rechazo al aumento lineal de salarios que implementó el Ejecutivo Nacional, con una marcha de poco más de dos kilómetros desde el Cuerpo de Bomberos hasta la sede de Pdvsa en el sector Guaraguao de Puerto La Cruz.

La caminata de este jueves estuvo signada por un evento particular. A la par de obreros, empleados y personal de nómina mayor del holding estatal, que marcharon junto a sus pares de Corpoelec, Cantv, Conferry, Bolipuertos e Hidrocaribe, a la concentración llegaron estudiantes de la Universidad de Oriente, trabajadores del sector salud y ciudadanos, quienes sostuvieron que la lucha ya sobrepasó a la dirigencia sindical. “Esto es una lucha por la vida”.

La firma de los nuevos tabuladores salariales, celebrada la tarde del pasado miércoles entre la vicepresidenta Delcy Rodríguez y representantes de Pdvsa, además de su rechazo, también derivó en otra particularidad. A diferencia de otras concentraciones, este jueves los “pdvseros” dejaron ver sus carnets y, dando sus nombres, expusieron su negativa a la refrenda entre el Gobierno y la industria.

Y así aparecen en escena Jesús Calderón y Leonardo Ugarte, trabajadores de la empresa mixta Petrocedeño, quienes indicaron que a la masa trabajadora no se le consultó lo que se firmaría ni cuándo se haría efectiva.

Nosotros estamos luchando porque se respete la cláusula 36 de nuestra contratación colectiva y, por eso, lo firmado ayer viola esa contratación, eso apenas son laudos arbitrales y nosotros los rechazamos por completo. Eso ni siquiera fue aprobado por los trabajadores, nosotros no sabemos siquiera qué firmaron ahí. Si quieren pagar, que nos paguen directamente el 6.000 % de aumento y sin fraccionamientos. La industria se cae a pedazos y esta gente ni se preocupa por ello”, sostuvo Calderón.

Durante la tarde del miércoles se corrió un rumor sobre un desalojo en el complejo petroquímico de Jose por una fuga, Ugarte confirmó la versión, indicando que el incidente se produjo en la planta de Petropiar.

“La única planta que está produciendo algo aquí en Anzoátegui es Petropiar y ayer (miércoles) ocurrió el incidente en uno de los tanques de almacenamiento. Se produjo una fuga y como eso es caliente porque se envía el crudo, aparecieron trazas de vapor y, al mezclarse en el aire, generaron combustión y, por ende, el accidente en el que, gracias a Dios, no hubo pérdidas humanas. Pero esto es de lo que hablamos cuando decimos que la empresa se cae a pedazos, esto pasa por falta de mantenimiento”, refirió Ugarte.

Tarea pendiente

El mantenimiento es una de las tareas pendientes en Pdvsa. Los trabajadores sostuvieron que hay plantas a las cuales en ocho años no se les ha realizado el mantenimiento respectivo. Las llamadas “paradas de planta” ya no se hacen, con la finalidad de no frenar la poca producción para satisfacer los convenios con China.

“El mantenimiento preventivo no existe en Pdvsa, ahora es correctivo. En la industria ahora la modalidad es esperar a que el equipo se vuelva leña para hacer un mantenimiento. Nada se detiene, para mantener la producción. Un mantenimiento profundo lleva solo dos meses hacerlo, pero eso ya aquí no se hace. Pareciera que fuese todo a propósito con la finalidad de desmantelar la industria y privatizarla a precio de gallina flaca”, sostuvo Héctor Rincón, quien trabaja en la faja petrolífera del Orinoco.

Aparte de los reclamos por salarios dignos, falta de dotación tanto de implementos de seguridad como de uniformes, agua para los trabajadores, la no aceptación del seguro Sicoprosa en los centros de salud y la no cancelación de bonos de productividad, el personal de la petrolera exigió la salida de la empresa del personal ruso, chino, cubano, indio e iraní, al considerar que son los causantes de la destrucción de Pdvsa.

El petróleo de Venezuela siempre ha sido producido por los venezolanos, nosotros exigimos que salgan todos esos chinos, rusos, iraníes y cubanos que están en nuestra industria. Rechazamos esa injerencia porque ahora nos cambian el imperio norteamericano por otro imperio que no sirve para nada”, sostuvo José Bodas, secretario de la Futpv.

Déjà vu

Ver una marcha de trabajadores exigiendo reivindicaciones salariales hasta hace pocos años era algo impensable. La protagonizada este jueves por los petroleros revivió aquellas marchas en las cuales se exigía el respeto a la meritocracia durante el paro de 2002.

Los trabajadores accedieron a la planta principal del edificio sede en Guaraguao y exigieron hablar con los gerentes de recursos humanos para que explicaran a la masa laboral cuáles serán los beneficios del supuesto nuevo contrato colectivo.

Uno de los oficiales de la Guardia Nacional, que sirvió de enlace con los trabajadores y Recursos Humanos, les indicó que aún eso no lo habían bajado desde Caracas, por lo que en la sede portucruzana de Pdvsa aún desconocen cuáles fueron los “acuerdos” a los que llegaron el Gobierno Nacional y los sindicatos.

Fuentes indicaron que, según lo firmado entre el Gobierno y representantes de la industria, se prevé que el aumento de 6000%, como lo reza la contratación colectiva, se haga fraccionado. Ahora en octubre se haría un incremento de 500%, en noviembre de 1.500%, en diciembre de 2.000%, mientras que en enero y febrero se aumentaría el 2.000% restante.

Ante tal situación, los trabajadores decidieron continuar en asamblea permanente hasta lograr el respeto de la contratación y en rechazo a los salarios de hambre.