Sin los listados de pensionados, el gobierno decide quienes y cuando se cobran las pensiones

José Rafael Ruiz 

Recientemente en el portal gubernamental de internet Gran Misión en Amor Mayor Venezuela (AMAV) nos encontramos con la siguiente información:

“El presidente de la república, Nicolás Maduro, desde el Palacio de Miraflores anunció a través de su programa, “En contacto con Maduro”, que esta noche (13/08/2014) será publicada la nueva lista con 8 mil beneficiados de las pensiones del programa Amor Mayor, para que circule próximamente en los medios nacionales”

“Además dijo, que después de un punto de cuenta que le entregaron, opto por aprobar 596 millones de bolívares para entregar 20 mil a los pensionados que hasta ahora suman un total de 28 mil nuevos pensionados a lo largo del país”

Transcurrido 15 días de dicho anuncio y en vista de no encontrar ningún medio nacional con el listado que ofreció el presidente de la república, optamos por volver a buscar en diferentes portales de internet asociados a la seguridad social, sin lograr respuesta alguna. Al volver a la página web del Amor Mayor: encontramos una nota de prensa indicando “La seguridad social seguirá expandiéndose para proteger a nuestros abuel@s. Aquí van 7.274 nuevos pensionados!”, escribió el Mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter @NicolasMaduro, el vínculo para consultar el listado de beneficiarios: http://nuevospensionados.ivss.gob.ve/.

Como bien señala la nota, es un vínculo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, donde colocamos nuestro número de cedula y la fecha de nacimiento, para constatar si salimos o no en el listado. No es el listado de los supuestos nuevos pensionados, por lo tanto no podemos hacer seguimiento a la promesa del presidente. Si nos remitimos a la nota de prensa, son 7.274 y no 8 mil, menos aun 28 mil los nuevos pensionados, honestos trabajadores que durante años dimos nuestra fuerza de trabajo por el desarrollo del país y cotizamos consecuentemente al IVSS, con la esperanza de tener garantizada una vejez digna. Lo que sí se puede ver son los comentarios de muchos de nosotros respondiendo a la nota de prensa mencionada, donde de una u otra manera solicitamos al gobierno nos responda por qué no se ha publicado dicho listado y por qué los que consultamos el vínculo anexo en el Twitter del presidente no aparecemos seleccionados, pese a haber cumplido con la cotizaciones y la edad reglamentaria para obtener el beneficio, producto del ahorro de millones de trabajadores y no de las limosnas del gobierno.

Con la certeza de que estos comentarios no serían leídos por Maduro ni por su corte de burócratas enquistados en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales; el 27/08/14 una considerable representación de trabajadores jubilados, organizados en el comité de Derechos de los Pensionados y Jubilados, realizamos una protesta en las afueras del IVSS, en el centro de Caracas, para reclamar que desde marzo de este año no se publican las listas de pensionados y exigir que se nos incluya en los listados a los trabajadores que ya hemos cumplido con los requisitos de ley. Por otra parte rechazamos la orden del presidente del IVSS, Carlos Rotondaro, de no otorgar pensiones a los trabajadores de las empresas privadas y del Estado morosas en el pago de las cotizaciones al organismo; nosotros los trabajadores cotizamos completo, no respondemos por las faltas de los patronos.

La banca y las aseguradoras privadas durante años han gozado de la administración de nuestros ahorros con el aval de los diferentes gobiernos, bajo la figura de productos financieros como los plazos fijos, los fidecomisos a las prestaciones sociales y antigüedades y los HCM etc. Han obtenido grandes ganancias, pero siempre han querido meterle mano a las jubilaciones de los trabajadores. Sin embargo, este jugoso privilegio ha sido hoy exclusivo del estado y el gobierno del socialismo del siglo XXI, que no ha perdido oportunidad de beneficiarse de nuestros ahorros y pensiones. Es más, mantiene una maravillosa relación con la banca privada otorgándoles muy buenas condiciones para su funcionamiento y beneficios, mientras por otro lado crea una red de bancos estadales que se encargan de invertir y administrar estos recursos. Con la figura de las misiones y el seguro social nos hacen creer que tenemos el control y la administración de nuestros dineros.

Para completar su disfraz de socialistas, Nicolás Maduro se llena la boca denunciando las administraciones de EE.UU y Europa como transgresores de los derechos de los trabajadores, generando ajustes económicos para que sean los trabajadores y los pueblos los que paguen la crisis. Si bien esto es verdad, en Venezuela bajo el socialismo del siglo XXI se violan nuestras conquistas de igual manera, con el incumplimiento en el pago de la pensión, las prestaciones sociales y los intereses de mora son ejemplo de ello. El gobierno del “presidente obrerista” no presenta la lista de pensionados y decide quién y cuándo debe cobrar la pensión, además no tenemos información, ni garantías de donde están nuestros ahorros ya que no se adjudican automáticamente a los jubilados luego que este cumple con los procedimientos de ley.

Es de destacar que estos atropellos se han venido desarrollando a lo largo de estos 16 años y son parte indiscutible “del legado del difunto Hugo Chávez Frías” y que su hijo Nicolás Maduro lleva adelante disciplinadamente con el apoyo de los burócratas sindicales de las federaciones y la CSBT, además del conjunto de partidos que conforman el polo patriótico.

Aun a nuestra circunstancia seguimos peleando. Es necesario que nosotros los trabajadores y el pueblo, seamos los garantes, inversores y administradores de este patrimonio obtenido a través de los años de trabajo y el sacrificio de nuestras familias. Nuestras pensiones no son un regalo de los patronos, ni son una dádiva del ejecutivo. Exigimos al gobierno que rinda cuentas de nuestros ahorros, que se publiquen los listados, para el ejercicio de la contraloría social y que se respeten y liquiden de forma automática todas las pensiones. No estamos dispuestos a pagar la irresponsabilidad de los patronos.