Correo del Caroní
Radwan Sabbagh, cuya detención fue confirmada anoche por el presidente Nicolás Maduro, dirigió Ferrominera Orinoco desde 2006 hasta el pasado 3 de mayo, cuando fue removido del cargo tras reactivarse la investigación por la comercialización ilegal del mineral de hierro.
Sabbagh se había erigido como uno de los gerentes “inamovibles” de las empresas básicas y en una ficha importante dentro del oficialismo regional dominado por el gobernador Francisco Rangel Gómez, a quien en todo momento respaldó y brindó fidelidad política.
Desde que iniciaron las averiguaciones por las denuncias de corrupción en la extractora y procesadora, llevadas a cabo por la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), prevaleció el silencio en el entorno del gobernador y el partido de gobierno.
Escasas voces disidentes, como las de los voceros del Plan Guayana Socialista, el Frente Laboral Comunitario, los colectivos de base y sindicatos autónomos, junto al clamor de los ferromineros, exigieron que la investigación señalara y castigara a los responsables de la quiebra de la empresa, que a duras penas pudo pagar la quincena pasada y enfrenta una huelga por pasivos laborales.
El manejo inescrupuloso de los recursos minerales -que contó con la participación de una red de empresarios que saca partido a la crisis de Guayana como intermediarios (traders) del sector aluminio, hierro y acero, y lavan sus rostros bajo la complicidad de algunos medios de comunicación- derivó en el “desangramiento” de la industria, como luego corroboraron los organismos de seguridad, el Ministerio de Industria y la nueva gerencia que sustituyó a la de Sabbagh.
“Las investigaciones bien conducidas nos llevaron primero a destituirlo y en segundo lugar, hoy la Fiscalía junto a los tribunales lo ha capturado, está tras las rejas también, ya a esta hora. Pido como jefe de Estado a la Fiscalía, máxima severidad contra los delitos de corrupción sea quien sea, tenga el cargo que tenga. Él (Sabbagh) está involucrado en mafias por todos lados en las empresas básicas, inaceptable que se le dé a un funcionario toda la confianza pública y termine haciendo negocios con las empresas que le pertenecen al pueblo de Venezuela”.
Nicolás Maduro, presidente de la República, anoche desde Trujillo
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