Correo del Caroní
María Ramírez Cabello19.09.2018Foto William Urdaneta |
El anuncio de expropiación de Sidor ocurrió en la madrugada del 9 abril de 2008 en una reunión entre trabajadores y el entonces vicepresidente Ramón Carrizalez
La Siderúrgica del Orinoco aparece en la trama de los cuadernos de la corrupción, que salpica a Cristina Fernández de Kirchner (presidenta de Argentina entre 2007 y 2015) como cabecilla de una red de coimas. El monto de los pagos y la forma fue definida por Roberto Baratta, mano derecha del exministro de Planificación argentino Julio De Vido, quien fue un visitante frecuente de Caracas durante la gestión del ahora fallecido Hugo Chávez. La tramoya, una de las tantas que ahora salen a la luz con este caso por el que sobre la exmandataria pesa la prisión preventiva, también se urdió desde acá.
Sidor, la siderúrgica reestatizada en 2008 por orden del expresidente Hugo Chávez, salió a relucir en la investigación sobre los Cuadernos de las coimasrealizada por la justicia argentina por el pago de sobornos a funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner entre 2003 y 2015. Las averiguaciones ya han resultado en la solicitud de detención preventiva de la expresidenta y actual senadora, un embargo de una suma cercana a los 100 millones de dólares y 42 procesados entre políticos y empresarios.
La industria, ubicada en Guayana, fue estatizada en la madrugada del 9 de abril de 2008, en medio de un conflicto laboral que se desbordó en las calles con manifestaciones a favor de una intervención estatal. El Ejecutivo, en palabras del entonces vicepresidente Ramón Carrizalez, percibía una actitud arrogante, prepotente e inflexible de parte de la trasnacional Ternium, propiedad del grupo multinacional Techint, que se negaba a presentar una contrapropuesta salarial.
El gobierno calificaba la situación de los empleados de semiesclavitud. Cuando el anuncio se hizo esa madrugada, no hubo vuelta atrás, pero los pasos siguientes estuvieron marcados por la negociación y los sobornos que la trasnacional tuvo que pagar a funcionarios kirchneristas, recientemente conocidos tras 10 años del proceso que llevó la producción de la industria a 1,4% de su capacidad instalada.
La causa de los Cuadernos de las coimas o los Cuadernos K parte de las anotaciones en siete cuadernos realizadas por Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, el número dos del ministro de planificación Julio De Vido. El periodista del diario La Nación, Diego Cabo, tuvo acceso a los cuadernos, facturas y videos entregados en una caja por Jorge Bacigalupo, un policía retirado de 73 años, encargado del resguardo de las bitácoras que trazan la recolección del dinero ilegal por parte de funcionarios.
Tras las averiguaciones y las declaraciones indagatorias a partir de los cuadernos que detallan los trayectos y las entregas de coimas, el juez Claudio Bonadio concluyó que la expresidenta argentina Cristina Kirchner era jefa y organizadora de una asociación ilegal que se encargaba de cobrar pagos a cambio de entregar obras públicas y favores a empresarios. Las coimas se estiman en 100 millones de dólares, de acuerdo con las reseñas de los medios argentinos.
El juez sostuvo que esta banda “hizo funcionar una maquinaria que le sacaba con esos procedimientos amañados dinero al Estado nacional en detrimento de la educación, la salud, los jubilados, la seguridad, que dejaba al pueblo más humilde sin cloacas, sin agua corriente, sin servicios, sin transporte urbano”.
2008: Coimas por Sidor
10 de agosto. Admisión de los pagos. Funcionarios de Techint admitieron el 10 de agosto que las contribuciones que el grupo, presidido por Paolo Rocca, pagó a los funcionarios de Cristina Kirchner, presidenta durante la estatización de la siderúrgica, fueron para que la hostil situación que vivían sus empleados argentinos en Ciudad Guayana se resolviera, expresó el director institucional corporativo de Techint, Luis María Cayetano Betnaza, en tribunales ante el juez Bonadio.
La declaración se desprende de un artículo publicado el 10 de agosto en el diario La Nación, en el que la compañía aclara que estos aportes no estuvieron vinculados a contratos de obras públicas en Argentina. “Techint actuó frente al estado de necesidad para preservar la integridad de sus empleados y sus familias en 2008 en Venezuela”.
En un artículo del mismo diario argentino publicado este 19 de septiembre, se reseña que el directivo de Techint acotó que durante el proceso de estatización “Chávez parecía tener vía libre para expropiarnos, cosa que sucedió poco tiempo después. Apelamos al Gobierno argentino (…) y nos manifestaron que hagamos un aporte”, dijo.
El directivo declaró, indica el medio argentino, que llegar a un acuerdo resultaba apremiante porque los empleados de la industria “atravesaban un momento crítico, con agresiones incluidas”. “Uno de los errores que cometí, es creer que esto era un take over(toma de posesión) normal, y acceder a dar un plazo de salida nuestro de seis meses, cuando no saludaban a los gerentes argentinos y le pegaron una paliza notable a María Elena Posadas, que era la gerente de Relaciones Industriales (…) La persona que pusimos que se hiciera de gerente general de salida cambiaba cada día de hotel para evitar males mayores”, afirmó.
“Fue entre febrero y marzo 2008. Hablo con la gente de Planificación Federal que eran quienes mantenían el vínculo con Venezuela. El ministro De Vido, José María Olazagasti, Roberto Baratta y Claudio Ubertí estaban al tanto de nuestra situación”, dijo, reseñó el Clarín de Argentina y agregó: “Nos manifestaron que hagamos un aporte porque ello significaban gastos que el Gobierno argentino no tenía por qué afrontar. Esto lo planteó, como contexto, De Vido y el que arregló el quantum y la forma, fue Baratta”.
Los sobornos se tradujeron en cuotas mensuales de 100 mil dólares. “Los pagos registrados en los cuadernos de las coimas aparecieron meses después del momento más tenso del conflicto”, reseña La Nación. La declaración de Betnaza responde a la detención de Héctor Zabaleta, otro directivo de la compañía con 48 años de servicio en el grupo y el único detenido tras la aparición en los cuadernos de las coimas.
“Las condiciones y los por qué de ese dinero, el señor Zabaleta no lo sabía, lo sabía yo”, declaró Betnaza, reseñó el medio argentino.
“La única persona que estuvo involucrada en esto fue Zabaleta, no tengo el detalle de lo que se pagó, pero el monto global sería un equivalente a menos de un millón de dólares. Cuando le referí a Zabaleta hace lo que puedas, era para que terminara de tranquilizar a Baratta porque mi preocupación era la gente allá en Venezuela”, expresó, según reseña el diario Clarín.
El exembajador de Argentina en Venezuela, Claudio Uberti, estimó que las coimas pagadas por Techint fueron de 500 mil dólares.
11 de agosto. Detienen a la mano derecha de Julio De Vido. Tras las declaraciones del directivo de Techint, detienen a José María Olazagasti, quien fue secretario privado del entonces ministro de Planificación. Según Betnaza, Olazagasti fue uno de los funcionarios que pidió dinero a la empresa para interceder ante Hugo Chávez por la situación de Sidor, reseñó La Nación.
16 de agosto. Desligue del club de corrupción. “Actuamos para defender nuestra gente” (…) “Desde 2007, el hostigamiento del gobierno de Chávez fue cada vez más fuerte”, dijo el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, en una reunión organizada por la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y reseñada por La Nación el 17 de agosto de 2018.
El caso aún no ha concluido, pero el juez argentino sostuvo que el dinero recabado de forma ilícita fue dirigido a actividades políticas y a “engrosar de manera espuria e ilegal, el patrimonio personal de quienes entre los años 2003 y 2015 ocuparon los más altos cargos de la República”.
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