La manida expresión de que en Venezuela la gasolina es más barata que el agua no es una frase hecha
Un litro de gasolina de 95 octanos cuesta 0,097 bolívares (unos dos centavos de dólar), mientras que el litro del vital líquido puede comprarse en el mejor de los casos por tres bolívares (unos 70 centavos de dólar), 35 veces más que el combustible.
Esa situación lejos de parecer buena no lo es, como reconoció esta semana el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, al declarar al diario Panorama que "el precio de la gasolina es regalado" en su país y subrayar que el Gobierno de Hugo Chávez debe "ir a un proceso progresivo que permita que se paguen los costos".
Ramón Castro Pimentel, ex vicepresidente de Deltaven, filial comercializadora de Petróleos de Venezuela (PDVSA), recordó en declaraciones publicadas hoy por el diario El Nacional que los precios no se han movido en Venezuela desde 1997 y que no cubren ni los costos de producción.
Esa decisión le cuesta a las arcas del país, según señaló en febrero el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, la nada módica cifra de 1.500 millones de dólares anuales.
El subsidio de Venezuela es mucho más fuerte que en otros países petroleros, como Bolivia, donde el litro de gasolina fluctúa entre 54 y 69 centavos de dólar, con un costo para el Gobierno de 600 millones de dólares anuales.
En Ecuador, que produce petróleo pero importa combustibles, el litro de gasolina súper está en 44 centavos de dólar y el diesel en 23, mientras que en Brasil, donde el precio es libre, se paga entre 1,45 y 2,2 dólares, aunque las gasolinas contienen un 25% de etanol.
La petrolera estatal Petrobras cobra al distribuidor en ese país alrededor de 1 real por litro (63 centavos de dólar), precio sobre el que carga cerca de un 57% en impuestos.
El subsidio a la gasolina le cuesta a México alrededor de 8.500 millones de dólares al año, pero la gasolina no baja de 77 centavos de dólar por litro; además, las autoridades aplican desde hace años pequeños incrementos de precio para que las cotizaciones nacionales se asemejen a las internacionales.
En Estados Unidos, donde no hay subsidio a la gasolina pero sí beneficios impositivos a las petroleras, el precio del combustible no baja esta semana del dólar por litro en la versión más económica.
Los países que reciben crudo venezolano en condiciones preferenciales no tienen precios más bajos. En Cuba el Gobierno decretó el mes pasado una subida que dejó el litro de gasolina especial en 1,40 dólares y la regular en 1,20.
También beneficiados por Petrocaribe -mecanismo ideado por Chávez para vender petróleo en condiciones ventajosas a la región-, República Dominicana tiene el litro de gasolina súper en 1,52 dólares, y en Uruguay, país que no aplica subsidios, el litro de nafta súper cuesta 1,75 dólares.
En ambos países ha habido importantes subidas en los últimos meses, al igual que en Nicaragua, país también favorecido por el petróleo venezolano pero que no subsidia el combustible y que ha visto aumentar los precios entre un 17 y un 23 % desde enero.
Los nicaragüenses pagan alrededor de 1,37 dólares por el litro de gasolina súper y 1,19 por el de diesel, por encima de otros países de Centroamérica como Guatemala (1,26 y 1,13), Honduras (1,27 y 1,12) y a la par de Costa Rica (1,34 y 1,22).
Panamá tiene la gasolina de 91 octanos en 1,05 y el diesel alrededor del dólar, mientras que otros país como Perú mantienen en 1,46 el litro de 97, precio similar a la gasolina extra de Colombia (1,44) y al 1,40 de la súper en Paraguay.
En Chile, donde hoy se inauguro la primera estación de carga rápida para vehículos eléctricos de toda América Latina, la subida del precio amenaza con disparar la inflación.
Pero más allá del costo, el precio del combustible tiene otras repercusiones para el Gobierno venezolano.
"La principal consecuencia es el despilfarro: la gente usa los carros más que de costumbre, es un problema muy serio", indicó a Efe el analista José Guerra, director de la Escuela Económica de la Universidad Central de Venezuela.
Poner fin al subsidio en Venezuela no tiene fácil solución, como recuerda Guerra, al destacar que sería necesaria una campaña de concienciación que encontraría resistencia en la población.
"¿Cómo le vas a decir a los venezolanos que vas a aumentar el precio de la gasolina cuando la estás regalando en el exterior?", indicó el economista en referencia a los acuerdos preferenciales.
Además, con las elecciones del 2012 en el horizonte, la posibilidad de hacer una corrección de precios en los combustibles se diluye.
"Hace un año lo intentaron hacer, pero yo creo ni este año ni el que viene lo van a hacer. Olvídate", opinó Guerra
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