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miércoles, 12 de julio de 2017

Debate: Traslado de Leopoldo López a su casa



Crece la duda razonable de los 
rebeldes y luchadores populares


Deslinde: Con la intención de estimular el debate, 
recomendamos el presente artículo del compañero 
Emilio Bastida. Pensamos que el traslado de LL, es 
apurádamente una carta del gobierno para negociar
Las tramoyas del gobierno y las de la MUD, siguen 
siendo superadas por la rebelión popular que no muestra 
quebrantos en la decisión de salir del gobierno y su 
constituyente, así como de superar a las direcciónes 
políticas que privilegian la desmovilización, cuando 
las masas asumieron no volver sus casas hasta 
tanto no vean alcanzados sus objetivo. 
Invitamos a su lectura. 

Emilio Bastidas.

En la mañanita del sábado 8 de julio. Leopoldo López, reconocido dirigente de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), sentenciado a más de 14 años de prisión, lo habían trasladado de la cárcel de Ramo Verde a su casa, por “decisión” de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con ponencia del magistrado Maikel Moreno, quien señala en su fundamentación que “existían serios señalamientos de irregularidades sobre la distribución del expediente a un Tribunal de Ejecución y en virtud de información recibida sobre el estado de salud del dirigente político de Voluntad Popular”, razones por las cuales consideraba ajustado a derecho otorgarle la medida humanitaria de Casa por Cárcel.

La noticia corrió como pólvora a través de los medios de comunicación, las redes sociales y por supuesto de boca en boca. Pocos daban crédito a la noticia, si se tiene en cuenta que el gobierno siempre utilizó el juicio y condena del dirigente político de la oposición como la mayor expresión de “justicia” contra quien se consideraba como el instigador y responsable político de más de 40 personas asesinadas en las jornadas de protesta desarrolladas entre febrero y marzo de 2014. Leopoldo tenía tres años y cuatro meses preso, siendo catalogado durante todo este tiempo por los dirigentes del gobierno, del PSUV y de las Fuerzas Armadas como el “Monstruo de Ramo Verde”, era el símbolo y trofeo político más importante que mostraban ante las bases chavistas y también la amenaza velada para todos aquellos que se le opusieran, señalándoles el destino que les aguardaba.

A pesar de la incredulidad de muchos, la noticia se confirmó a media mañana de ese mismo día y partir de allí la “duda razonable” se instaló en el cerebro de las venezolanas y venezolanos. Concluían, entre atónitos y preocupados, de que con seguridad existía una negociación tras bastidores y que nada bueno se podía esperar de este hecho, teniendo en cuenta que desde la parte del gobierno se ofrecían tres o cuatro versiones distintas, y lo mismo ocurría desde el lado de la familia de Leopoldo y de los dirigentes del partido Voluntad Popular (VP), quienes a cuenta gotas daban sus versiones.

El ministro Villegas expresó en primera instancia que era decisión autónoma acordada por el TSJ por razones humanitarias; por otro lado, el Defensor del Pueblo argumentó que había sido a solicitud de la esposa del dirigente político; más tarde se dio a conocer que era una solicitud tramitada por la ex Canciller Delcy Rodríguez consensuada con el Comité de Víctimas de “las guarimbas” del año 2014; y por último, el jefe de gobierno desde un acto político en Barcelona intento cerrar el círculo informando que eran todas las versiones anteriores, no sin antes embarrar la cancha, al señalar que la gran responsable de la condena de Leopoldo López era la Fiscal General de la República y esperaba la contribución del líder político para atenuar las movilizaciones.

La incongruencia también se presentó por los lados de la familia de López y de los dirigentes de VP. Lilian Tintori, esposa de Leopoldo expresó que no había ninguna negociación de por medio; la señora madre y la tía de Leopoldo afirmaron que se encontraba en perfectas condiciones de salud; Freddy Guevara dirigente de VP manifestó desde la residencia de López que éste estaba dispuesto a volver a Ramo Verde porque no renunciaría a la lucha. Sin embargo, en la mañana del domingo 9 de julio, en forma sorprendente desde España el Padre de Leopoldo, alegaba que su hijo si tenía graves quebrantos de salud y estaba siendo evaluado por una junta de médicos; y en medio de la actividad convocada por los 100 días de lucha contra el gobierno, Lilian Tintori informó que agradeció a Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez por haber llevado hasta su casa a Leopoldo la madrugada del día anterior, y de paso agradecía también a Zapatero y el gobierno español por sus buenos oficios para el logro del beneficio de casa por cárcel para su marido.


Resulta curioso notar que casi ninguno de los involucrados, llámese gobierno, familia, Tintori o dirigentes políticos de VP, señalaron que el traslado de Leopoldo López tiene una sola explicación: la poderosa movilización y las variadas formas de luchas que desde hace 100 días se desarrollan contra el gobierno, obligándolo a conceder reivindicaciones exigidas por cientos de miles de manifestantes en las calles. De allí que los luchadores, a pesar de valorar que Leopoldo López se encuentre en su casa gracias a su movilización y su lucha, miran con recelo a esta organización porque están convencidos de que efectivamente detrás de la decisión del gobierno hay un acuerdo político que más temprano que tarde saldrá a la luz pública.

Dirigentes políticos ligados a la MUD y en particular de VP, presionados por el cuestionamiento que les hacen los luchadores, intentan apagar el fuego aconsejando no sembrar dudas al respeto, al tiempo que reiteran el llamando a la unidad. Pero que va, la sana desconfianza se ha instalado en el razonamiento de las personas y esto es lo mejor que le puede pasar al movimiento en disputa contra Maduro y el régimen chavista. Esto significa que las personas están dispuestas a mantenerse y avanzar a formas superiores de lucha para salir de este gobierno y sólo esperan no ser traicionadas por parte de la dirigencia, en tanto saben el gran sacrificio que se está pagando con la vida de valiosos jóvenes asesinados, luchadores heridos, privados de libertad y condenados en juicios militares exprés.

Qué bueno sería que la duda razonable de la población se eleve a un nivel de conciencia capaz de opinar, cuestionar y disputar el accionar de la dirigencia de la MUD, que a pesar de la exigencia de los luchadores de calle y más calle, sigue privilegiando el diálogo y los acuerdos cupulares antes que dar una batalla definitiva contra del gobierno.

El llamado a plebiscito para el 16 de julio no es el mayor acto de desobediencia civil

Otro elemento de duda y suspicacia, es que en las preguntas presentadas para el simbólico acto plebiscitario pautado del próximo domingo 16 de julio. Los dirigentes de la MUD quieren encubrir bajo el rechazo a la constituyente fraudulenta del gobierno, que el pueblo abogue por el cumplimiento del papel constitucional de las fuerzas armadas, queriendo ocultar con ello que esta institución siempre será la fuerza de choque de los gobiernos contra la población, tal cual como lo hicieron durante el caracazo en el 89 bajo el régimen de Punto Fijo o ahora bajo el régimen de la V República.

Por otro lado, quieren hacer pasar de contrabando una consulta totalmente inadmisible, consistente en que se le firme con antelación un cheque en blanco a favor de un supuesto Gobierno de Unidad Nacional que no se ha discutido en ninguna parte, que no se sabe quiénes lo conforman y sin saberse cuál sería su programa de gobierno de emergencia para resolver los acuciantes problemas de salarios miserables, inflación, desabastecimiento y especulación de los productos de canasta familiar y medicinas tan urgidas por la población.

El acto plebiscitario, por sí sólo no es garantía de la salida de Maduro y el régimen, lo primordial es la movilización y lucha de calle hasta que se vayan. Ahora bien, sin ser la actividad central, puede oxigenar al movimiento, puede reagrupar fuerzas y ser punto de partida para encarar la fase final de esta batalla contra Maduro y el régimen chavista. Por lo tanto, coincidimos con sectores en lucha de que debemos participar masivamente votando si por la primera pregunta, donde se plantea el rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente fraudulenta, que es donde todos estamos de acuerdo y no responder las dos últimas.

No podemos creer que esa actividad será el acto más grande de desobediencia civil. La mayor contundencia lo lograremos si ese día de votación lo convertimos, por un lado, en un día de lucha activa exigiendo: Fuera Maduro. Y por otro, si lo consideramos el inicio de la fase final de la rebelión popular contra este régimen y su gobierno. Millones tendremos la oportunidad de salir a los centros de votación convirtiéndolos en puntos de concentración y lucha donde confluyan todas las acciones de calle que hemos aprendido e incluyendo mecanismos de autodefensa. El mayor acto de desobediencia será la decisión consciente de la población a movilizarse en las calles para defender sus derechos económicos, políticos y sociales.

Construyamos un nuevo proyecto político

Demos rienda suelta a la desconfianza. Que nadie se quede callado. Que todos digamos por la calle del medio, nuestras opiniones y no nos dejemos trampear con discursos baratos. La época del mesías ha terminado, ahora debemos apoderarnos de nuestro destino y sobre todo pensar en las soluciones de fondo que satisfagan las necesidades de la población y no a determinados grupos. Dejemos atrás las nefastas experiencias del puntofijismo y de la V República. Una y otra prometieron resolver los problemas de fondo, ofrecieron democracia e igualdad de oportunidades y ambas terminaron siendo excluyentes, reprimieron brutalmente a través de las fuerzas armadas y descargaron sobre las espaldas del pueblo el peso de la crisis económica agravada por el despilfarro, la corrupción y tantos otros males que nos hundieron en la miseria y la desesperanza.

Sería excelente si la duda razonable y la sana desconfianza de la población hacen germinar un nuevo proyecto político alternativo distinto al gobierno y a la MUD para asumir el poder. En las manos de quienes hoy luchan y están dispuestos a ofrendar sus vidas para alcanzar la victoria, está asumir el reto histórico. Aquí se encuentran: la vanguardia de los jóvenes de Resistencia con sus escuderos; las mujeres y hombres de la sociedad civil que se organizan en barrios y urbanizaciones para salir a pelear; los jóvenes paramédicos con la cruz en sus cascos; los activistas políticos que en los hechos se les ha visto en las luchas; los dirigentes de los trabajadores(as) que a pesar de toda la amenazas del régimen y los patronos revindican la huelga como método de lucha. En fin todo el poder para el pueblo representado por sus rebeldes y luchadores, para que verdaderamente existan medidas que respondan a las necesidades de la población. Construir esa alternativa en medio de la lucha es una de las tareas pendientes y urgentes a resolver en la actual rebelión que sacude el país.

Emilio Bastidas.

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