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jueves, 5 de mayo de 2016

El aumento es de hambre, con más garrotes y menos zanahorias


Por José Rafael Ruiz

Reflexiones de un trabajador jubilado y sin pensión

El día antes de conmemorarse el 1º de mayo el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció un incremento del 30% al salario mínimo, que a partir de esa fecha se ubicará en 15.051 bolívares, y añadió un incremento de la base de cálculo del ticket alimentación de 2.5 a 3.5, para un total de 18.585 bolívares. El ingreso mínimo integral, que no es más que el salario bonificado, se ubicará en 33.636 bolívares. Según el gobierno a través de sus cadenas y sus múltiples medios de comunicación, el aumento es para supuestamente: “defender al pueblo venezolano de la guerra no convencional que ejecuta la derecha para desestabilizar la economía”.

La pregunta es. ¿De cuánto va ser el aumento salarial para defendernos del plan de ajuste económico que aplica el gobierno a los trabajadores y al pueblo? La Canasta Alimentaria Familiar se ubicó en 142.853,20 bolívares en el mes de marzo, lo que significa un aumento de 20.877,73 bolívares (17,1%) con respecto a febrero.

El presidente Maduro dijo que se va a poner más “Becerro” ante el chantaje de la oposición, añadiendo que a buen entendedor pocas palabras. Uno puede deducir que el anuncio de ese nuevo rol del presidente es en contra nuestra y el aumento decretado es la prueba de ello. En el horizonte se ve la amenaza de más garrote y menos zanahorias. El señor presidente en su anuncio nos invirtió la relación del aumento, al llevar la base del cestaticket a 18.585 bs mientras que al salario –que suma prestaciones- solo a 15.051 bs. Bueno, debemos entender que los asesores del señor presidente son los directivos de la CSBT y el equipo del ministro del MPPT, por lo tanto se pagan y se dan el vuelto. Por eso es que los aumentos siempre son inconsultos.

Los reportes indican que todos los rubros de la canasta subieron y nosotros lo entendemos cuando vemos como el presidente aplicó nuevos precios a 100 productos y servicios, eliminando la regulación de precios a los productos básicos. Paradójicamente la leche en polvo, la sardinas enlatadas a precio regulado, el atún enlatado, el pollo, la carne de res, la margarina, el azúcar, el aceite de maíz, los huevos de gallina, las caraotas, las arvejas, las lentejas, el arroz, la harina de trigo y el café, en infinidad de anaqueles brillan por su ausencia. ¿Cómo se le explica a una familia con hambre, lo inexplicable?

Los que pateamos la calle todos los días y hacemos colas sin saber que van a vender o si el camión va a llegar, vemos como el incremento de los precios de los productos son a diario y completamente desmedidos. Los capitalistas, como Lorenzo Mendoza dueño del monopolio Polar, por nombrar solo al más mentado y sin quitarle responsabilidad al resto los empresarios, todos aumentan los precios de sus productos en acuerdo con el gobierno autodenominado obrerista y socialista, a través del Consejo Presidencial de Economía Productiva. Por otra parte los patronos no han escondido el gusto que les dio, cuando el presidente meses atrás decretó el aumento de la gasolina y los servicios públicos. Son estos los elementos que nos dejan claros, que la guerra no es de un bando contra el otro. Es de ambos contra el pueblo.

Por supuesto, los acuerdos son una cosa y las diferencias, son otras. Como vemos hay acuerdos en el plan de ajustes a pesar de que los de la MUD señalen que este es un paquete rojo rojito, a la distancia las medidas se parecen al paquetico aplicado por Carlos Andrés Pérez.

Es un hecho curioso que el presidente cuando tenía que presentar su plan económico en la Asamblea Nacional, plateaba que fuera al margen de los medios de comunicación ¿Sería ésta la oportunidad de sacarles, oficialmente y a puertas cerrada, a la oposición su compromiso con dichos acuerdos? Lógicamente los hoy dueño de la Asamblea Nacional se opusieron a tal solicitud, aunque coincidan con el plan de ajustes aúpan que ese barranco es del gobierno. Ellos andan buscando nuestras firmas para lograr el revocatorio a Maduro, ósea quítate tú para ponerme yo y mamar directamente la tetica de la renta petrolera.

Más allá de los pataleos de Capriles, haciéndonos creer que a él le duele el mísero aumento otorgado por Maduro, el gobierno y los empresarios consideran que el pueblo trabajador se debe conformar con estas migajas salariales. No es de ellos la exigencia y el derecho a defender lo que nos están quitando. La lucha por el aumento del salario es nuestra, de los asalariados. Así que no creo en los pataleos de Capriles. La lucha nos corresponde a nosotros.

El pueblo venezolano está pasando hambre, pero lo están atacando por varios flancos. El agua potable esa que viaja por tuberías, muchas veces es un lodazal, que genera enfermedades gastrointestinales a niños, adultos y ancianos. A esto debemos agregar las epidemias provocadas por los virus del dengue, la chikungunya, el zika o el Guillain Barre, por solo nombrar los casos estelares. Entre las razones de muerte, la falta de medicamentos y escasa asistencia hospitalaria son las más vistas.

Los pocos medicamentos que se encuentran, nos vienen de manos de las grandes transnacionales a precios exorbitantes, pues los genéricos que produce Sefar han disminuido por la falta de divisas. La alta tecnología del plasma sanguíneo y sus derivados que garantizaba la empresa dependiente del IVIC, Quimbiotec ha dejado de cumplir con sus funciones ante el asedio a sus trabajadores por parte de funcionarios del gobierno que imponen sus intereses por encima de nuestras necesidades.

Los que padecemos de enfermedades persistentes como la artritis, afecciones cardiovasculares, deficiencias renales etc. tenemos que ruletear por farmacias en busca de medicamentos y en centro asistenciales, para ver si nos puede atender algún médico. Si tenemos un poco de suerte encontramos reactivos para los exámenes, insumos para los Rayos X, o medicamentos aunque sean paliativos. Ligando de que en el trayecto encontremos un pana que nos apoye económicamente, por la falta de recursos, un buen salario o una pensión segura. En esto se nos va la vida.

¿Quién nos va a ayudar en tal descalabro? La familia, solo ayuda a la familia. Y la familia con la que cuento, son los trabajadores. Así, que mi llamado es, a las agrupaciones de los trabajadores, los sindicatos, a esos que marcharon el 1ro de mayo. Abriendo el diálogo entre las organizaciones bases, como las comunas, los gremios, las juntas vecinales etc. es decir entre los que luchan. Pero la batuta debe estar en manos de los sindicatos de base. El objetivo es enfrentar el plan de medidas económicas, ese con el que nos están matando, definitivamente tenemos que enfrentarlo, y es entre todos, sin distingo de colores políticos. Aquí estamos pasando hambre, todos.

Y es que por encima de cualquier diferencia el plato esta vacío. Así, que el reencontró debe ser en la lucha, defendiendo nuestros intereses y derechos, el salario, la pensión, el abastecimiento de alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad, luchar para exigir solución a los problemas que nos aquejan. La única reconciliación que busco es con los trabajadores, al margen del gobierno, el GPP, la MUD y los partidos que la integran, la burocracia sindical acomodaticia y corrupta, responsables todos de este desastre que nos quieren hacer pagar.

No me queda duda de que cuento con infinidad de hermanos del PSUV, gente común, que está cansada, de engaños. Esos que luchan solos, porque sus sindicatos no coordinan con otros, simplemente no llaman a luchar o de las comunidades que exigen garantías que el apartamento es de ellos, sin más chantajes. Nadie, esta dispuesto a ceder ni entregar sus conquistas. Por eso digo que precisamos vernos las caras, para empezar a discutir como juntos podemos enfrentar las políticas que en común tienen el gobierno y la MUD. Seguro estoy que si iniciamos el debate, saldremos con un plan de lucha.

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