Los trabajadores rechazaron la manera en que guardias nacionales ingresaron para retirar las unidades / Foto: Tibisay Romero |
Guardias nacionales sacaron cerca de 50 unidades de la planta el lunes pasado y amenazaron a los trabajadores que si no cooperaban los detendrían. Un lote formaba parte de una negociación con empleados
Por: Tibisay Romero El Nacional EN
Trabajadores de la ensambladora General Motors Venezolana protestaron frente a la planta en Valencia en rechazo a la medida del gobierno de retirar cerca de 50 vehículos de los patios de la empresa, el lunes pasado.
Explicaron que si bien se trata de un lote de 350 carros en total que estaban, en parte, vendidos a concesionarios y que otros iban a ser comprados por los empleados, de acuerdo con la cláusula 17 del contrato colectivo, el lunes recibieron la información de que la empresa tuvo que venderlos para que formaran parte del Plan Venezuela Productiva.
Freddy Vega, miembro del sindicato de la planta, calificó de arbitraria la medida: “Desde agosto teníamos unas unidades esperando por un acuerdo para que se vendieran a los trabajadores, como lo establece el contrato colectivo”, reiteró. Dijo que el beneficio esta vigente desde hace 30 años para quienes laboran en el sector automotor y recordó que desde el 5 de diciembre de 2013 los trabajadores no reciben la asignación de vehículos.
Rechazaron la manera en que guardias nacionales ingresaron para retirar las unidades, con amenazas de que si no colaboraban serían detenidos, afirmaron los manifestantes.
Fidel Ampueda, secretario de Reclamos del sindicato, señaló que el lunes mantuvieron una larga reunión con la gerencia de la empresa en la que participó el mayor Wilmer Suárez, que luego de escuchar lo que sucedía decidió sacar los autos. “Dijo que él venía a cumplir una orden”.
Lo irregular es que llegaron aproximadamente 60 militares que fungieron como caravaneros de las unidades. “Después de que se llevaron unas camionetas en la tarde, en la noche volvieron con más militares, revisaron la planta y se llevaron más vehículos en caravana o en cigüeñas”.
Ampueda recalcó que desde hace 2 años han pedido que el gobierno fiscalice la venta de carros a los trabajadores y que inspeccionen a dónde van a parar los vehículos que son vendidos como lo dice el decreto 625, el cual indica que deben ser llevados y transados en concesionarios.
A principios de agosto, añadió, llevaron una propuesta al ministro del Trabajo, antes del inicio de las vacaciones forzadas, en la que presentaban varias opciones para la salida de la crisis, una de ellas es a través de la venta dual como lo hace actualmente Ford.
En los próximos días manifestarán pacíficamente en varias zonas de Valencia, junto con sindicatos del sector automotor y de otras empresas de la zona industrial. Esperan reunirse con el comisionado designado por el presidente Nicolás Maduro, Saúl Ameliach, para atender el problema y establecer una mesa de diálogo.
Trabajadores de la ensambladora General Motors Venezolana protestaron frente a la planta en Valencia en rechazo a la medida del gobierno de retirar cerca de 50 vehículos de los patios de la empresa, el lunes pasado.
Explicaron que si bien se trata de un lote de 350 carros en total que estaban, en parte, vendidos a concesionarios y que otros iban a ser comprados por los empleados, de acuerdo con la cláusula 17 del contrato colectivo, el lunes recibieron la información de que la empresa tuvo que venderlos para que formaran parte del Plan Venezuela Productiva.
Freddy Vega, miembro del sindicato de la planta, calificó de arbitraria la medida: “Desde agosto teníamos unas unidades esperando por un acuerdo para que se vendieran a los trabajadores, como lo establece el contrato colectivo”, reiteró. Dijo que el beneficio esta vigente desde hace 30 años para quienes laboran en el sector automotor y recordó que desde el 5 de diciembre de 2013 los trabajadores no reciben la asignación de vehículos.
Rechazaron la manera en que guardias nacionales ingresaron para retirar las unidades, con amenazas de que si no colaboraban serían detenidos, afirmaron los manifestantes.
Fidel Ampueda, secretario de Reclamos del sindicato, señaló que el lunes mantuvieron una larga reunión con la gerencia de la empresa en la que participó el mayor Wilmer Suárez, que luego de escuchar lo que sucedía decidió sacar los autos. “Dijo que él venía a cumplir una orden”.
Lo irregular es que llegaron aproximadamente 60 militares que fungieron como caravaneros de las unidades. “Después de que se llevaron unas camionetas en la tarde, en la noche volvieron con más militares, revisaron la planta y se llevaron más vehículos en caravana o en cigüeñas”.
Ampueda recalcó que desde hace 2 años han pedido que el gobierno fiscalice la venta de carros a los trabajadores y que inspeccionen a dónde van a parar los vehículos que son vendidos como lo dice el decreto 625, el cual indica que deben ser llevados y transados en concesionarios.
A principios de agosto, añadió, llevaron una propuesta al ministro del Trabajo, antes del inicio de las vacaciones forzadas, en la que presentaban varias opciones para la salida de la crisis, una de ellas es a través de la venta dual como lo hace actualmente Ford.
En los próximos días manifestarán pacíficamente en varias zonas de Valencia, junto con sindicatos del sector automotor y de otras empresas de la zona industrial. Esperan reunirse con el comisionado designado por el presidente Nicolás Maduro, Saúl Ameliach, para atender el problema y establecer una mesa de diálogo.
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