domingo, 10 de febrero de 2019

Serie rusa en Netflix contra la revolución de octubre de 1917: Putin difama a Trotsky



Por Javier Leonforte 

El Socialista

La plataforma Netflix está transmitiendo en todo el mundo una serie producida por la televisión estatal rusa, estrenada en el centésimo aniversario de la revolución de octubre de 1917, con ocho capítulos sobre la vida de León Trotsky “el rostro de una revolución”. Contiene importantes falsificaciones históricas al servicio de justificar al estalinismo y desprestigiar la revolución bolchevique.

Asesino sanguinario, burócrata manipulador, arribista pequeñoburgués, machista, engreído y ególatra son algunas de las características personales que se muestran a través de “escenas de ficción” al servicio de difamar a León Trotsky en la producción de la televisión rusa, férreamente controlada por su presidente Vladimir Putin. Frente al aniversario de la revolución de octubre de 1917 encabezada por Lenin y Trotsky, el gobierno ruso de Putin definió no realizar homenajes ni actos oficiales, pero sí lanzó esta serie a través de la TV estatal que ahora llegó, a través de Netflix, a las pantallas de todo el mundo.

El objetivo del gobierno de Putin es difamar a Trotsky, a Lenin y a los bolcheviques para que los trabajadores nunca más sigan su ejemplo revolucionario. La aguda crisis capitalista que recorre el mundo y la permanente movilización de las masas siguen preocupando a todos los gobiernos burgueses que tienen que ensuciar al marxismo y a los revolucionarios frente a las nuevas generaciones. Este es el objetivo profundamente político de la serie rusa.


La serie intenta embellecer y justificar a Ramón Mercader, quien aparece con buenos modales bajo su falso nombre de Jackson y un trato supuestamente “honesto” con Trotsky, a quien termina asesinando en un acto de supuesta “defensa propia”. En realidad Mercader era un agente profesional de inteligencia, entrenado durante años por el estalinismo para infiltrarse y asesinar a Trotsky, como muy bien reseña el reconocido escritor cubano Leonardo Padura en su famosa novela “El hombre que amaba a los perros”. Incluso en la propia plataforma Netflix se puede encontrar la película “El elegido” sobre la vida de Ramón Mercader y el asesinato de Trotsky, que tiene rigurosidad histórica en los mismos hechos, que la serie rusa tergiversa.

Recordemos que el propio Putin, que encabeza un gobierno capitalista, fue un destacado agente de la KGB (agencia de inteligencia secreta que actuaba como policía política estalinista, antes llamada NKDV y GPU) y que Ramón Mercader recibió una medalla de oro como héroe de la URSS por asesinar a Trotsky y pasó sus últimos años en Cuba protegido por Fidel Castro. Es indignante que esta serie intente mostrar a Ramón Mercader como un honesto militante comunista.

Otra falsificación histórica de la serie es el permanente enfrentamiento que muestra entre Trotsky y Lenin, cuando fueron los dos principales dirigentes de la revolución bolchevique, como muy bien reseña el periodista norteamericano John Reed en su famoso libro “Diez días que conmovieron al mundo”. Incluso en las escenas de la toma del poder hay una grosera falsificación, ya que se muestra que Zinoviev y Kamenev apoyan la propuesta de Trotsky sobre la toma del poder, contra Lenin, que supuestamente se habría opuesto, cuando los hechos históricos fueron al revés. Fueron Lenin y Trotsky quienes propusieron y planificaron la insurrección de octubre, a la que se opusieron tanto Kamenev como Zinoviev. Incluso Lenin mocionó la expulsión de ambos del Partido Bolchevique por oponerse a la toma del poder y delatar públicamente a los bolcheviques. En la serie esta falsificación está al servicio de enfrentar a Lenin con Trotsky y justificar así el ascenso de Stalin al poder. Ni siquiera se menciona “El testamento de Lenin”, que recomendamos leer para conocer la verdad histórica sobre los últimos años del gobierno de los soviets, antes de la muerte de Lenin y su lucha contra el avanzado rol burocrático de Stalin.El enfrentamiento entre Trotsky y Stalin es presentado como un duelo de vanidades personales, intentando igualarlos, ya que jamás se mencionan los profundos motivos políticos que podemos resumir en la teoría de la “revolución permanente” de Trotsky contra la teoría antimarxista y contrarrevolucionaria del “socialismo en un solo país” de Stalin.

Sobre el tema de la violencia revolucionaria, ampliamente condenado en la serie, recomendamos leer el texto del propio Trotsky “Su moral y la nuestra” que aborda el debate contra quienes intentan igualar los combates en plena guerra civil contra 14 ejércitos imperialistas entre 1918 y 1921 con los posteriores crímenes del estalinismo, que incluyeron a toda la vieja guardia bolchevique.

La serie de Putin tiene como objetivo difamar a Trotsky, pero luego de cien años tiene que reconocer que Trotsky fue presidente del soviet de Petrogrado ya en 1905, dirigió junto con Lenin la revolución bolchevique de octubre de 1917, fundó el Ejército Rojo y ganó la guerra civil, roles históricos que durante décadas el estalinismo intentó ocultar y que hoy tienen que ser reconocidos hasta por sus más acérrimos enemigos.

Para quienes quieran profundizar en la lectura de rigurosas biografías de Trotsky recomendamos su propia autobiografía “Mi vida”, los tres tomos biográficos de Isaac Deutscher (“El profeta armado”, “El profeta desarmado” y “el Profeta desterrado”) y la reciente biografía “Trotsky, un revolucionario sin fronteras” de Jean-Jacques Marie.

Fue el propio Trotsky quien calificó a la fundación de la Cuarta Internacional en 1938 como la tarea más importante de toda su vida, hecho que no es mencionado en la serie. Es tarea de los trotskistas en todo el mundo seguir luchando por la verdad histórica, pelear para reconstruir la Cuarta Internacional y seguir el gran ejemplo del viejo León, que no es otro que el legado de la revolución socialista mundial.



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